El régimen trasladó hacia la prisión para mujeres del Guatao, en las afueras de La Habana, a la influencer Sulmira Martínez Pérez, después de mantenerla más de dos meses detenida en Villa Marista, la sede de la Seguridad del Estado, informó en su perfil de Facebook la periodista Mónica Baró Sánchez.
Según Baró Sánchez, a la influencer de 21 años el régimen le cambió el delito y ahora la acusa de instigación a delinquir. El primer delito por el que la Fiscalía quiso procesar a la joven fue el de propaganda contra el orden constitucional.
No obstante, la familia no posee documento alguno que justifique el encarcelamiento de esta joven.
En una conversación telefónica que tuvo Baró Sánchez con la madre de la influencer, Norma Pérez, la mujer expresó que su hija "quedó traumatizada, que en Villa Marista durante las visitas de diez minutos o poco más que tenían, delante de una oficial siempre, no podía decirle nada, pero que sí sufrió allá dentro."
"De acuerdo con Norma, Salem (como es conocida en redes sociales) se puso a gritar en Villa Marista que la soltaran y luego de esto la trasladaron a El Guatao", dijo Baró Sánchez.
"El traslado ocurrió en 'una jaulita', uno de esos vehículos de la Seguridad del Estado que son herméticos y enrejados, y durante el mismo Salem fue maltratada. Ella iba esposada y pidió que le aflojaran las esposas, porque le apretaban, y lo que hicieron fue ponerla de pie y esposarla a un tubo del vehículo, con los brazos separados, como si fuera un cepo", expresó Baró Sánchez.
La madre de Sulmira Martínez ''me dice que su hija está firme y quiere que se denuncie todo, que cayó en la cárcel con el pie derecho, que las presas políticas la protegen, que cuando se arman broncas no la dejan meterse y la defienden'', añade la periodista exiliada.
"Hasta ahora, la mayor preocupación de Salem, más allá de su libertad, es su computadora. Una y otra vez le pide a su madre que pregunte si se la van a devolver. Sobre la petición fiscal y la fecha del juicio, no hay noticias, pero la familia sigue inconforme con el trabajo del abogado", concluyó Baró Sánchez.
La influencer Salem de Cuba fue detenida el 10 de enero de este año por haber publicado al menos dos mensajes en redes sociales en los que convocaba a "otro 11 de julio."
"¡Necesitamos organización... corran la voz!", apuntó en uno de ellos. "Para los que dicen que el que empuja no se da golpes: estoy planeando una manifestación, es pa' la calle, no detrás de una pantalla", señaló en otra publicación.
"El día de la detención se llevaron la computadora, tres teléfonos celulares, las tarjetas de crédito, una cámara que ella tenía. En los interrogatorios le preguntan que quién le paga, cuando las tarjetas de ella no tenían dinero", declaró la madre de la joven, cuando dio a conocer el caso a mediados de febrero.
Un componente racista en el maltrato.
Sr. Benitez, qué racismo ni racismo? Después de 60 días en Villa Marista, lo mismo una blanca, que una negra, que una china, siguen el guión de sus torturadores. Esta historia es más vieja que el cuento de la diversidad.
Presentar el caso a mujeres negras influencers en diferentes países.