El Gobierno de Canadá comunicó al régimen de Cuba su "gran preocupación" por la "violenta represión" de las protestas en la Isla y condenó las sentencias contra los manifestantes del 11 de julio de 2021, aunque no indicó si sancionará al régimen cubano, como han solicitado a Ottawa varias organizaciones de derechos humanos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá declaró a EFE que ha transmitido "a los más altos niveles" del régimen cubano su preocupación por la represión contra manifestantes, periodistas y activistas y que condena las "duras sentencias" de los manifestantes del 11J, de hasta 30 años de cárcel.
"Canadá seguirá planteando a los funcionarios cubanos sus preocupaciones sobre las violaciones de los derechos humanos", dijo a EFE la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores canadiense, Sabrina Williams.
Williams también confirmó que altos funcionarios canadienses se reunieron con la ONG canadiense Democratic Spaces, que el pasado 14 de noviembre solicitó a Ottawa, junto con la organización opositora Cuba Decide, sancionar a Miguel Díaz-Canel, así como a altos funcionarios y entidades del régimen, por sus violaciones de los derechos humanos.
La portavoz no aclaró si Canadá sancionará al régimen cubano, pero añadió que su Gobierno considera importante "proporcionar una voz a los defensores de los derechos humanos y entender mejor sus preocupaciones, también para expresarlas a los funcionarios cubanos".
Michael Lima, activista de derechos humanos y director de Democratic Spaces, confirmó a EFE que se reunió el pasado 16 de noviembre con altos funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores y dijo que, aunque Ottawa no anunció sanciones contra el régimen, ha detectado un cambio de mentalidad en las autoridades canadienses.
"Estamos satisfechos de que Canadá entienda que Cuba es una dictadura, una de las más antiguas del mundo, y que se necesita que haya justicia. Me gustó ver el cambio de mentalidad en los funcionarios del Gobierno canadiense, que entienden que en Cuba se violan de forma sistemática los derechos humanos", afirmó.
Lima achacó la diferente actitud de Canadá ante países como Venezuela, Nicaragua o Irán, a los que Ottawa ha aplicado sanciones similares a las que solicita contra La Habana, a la falta de información sobre lo que sucede en la Isla.
"Estamos pidiendo que haya una uniformidad en la política exterior (canadiense)", explicó.
El director de Democratic Spaces consideró que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, "admira" al régimen cubano por la amistad que su padre, Pierre Trudeau, quien gobernó Canadá en dos ocasiones, primero de 1968 a 1979 y posteriormente de 1980 a 1984, tenía con Fidel Castro.
"Y si el primer ministro tiene esa posición, influye en la formulación de la política exterior", afirmó.
Cuba Decide y Democratic Spaces pidieron sanciones para la Brigada Especial Nacional del Ministerio del Interior (más conocida como Boinas Negras) y para las Tropas de Prevención de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Boinas Rojas), así como contra Díaz-Canel; el ministro del Interior, Lázaro Alberto Álvarez Casas, y el de las FAR, Álvaro López Miera.
A esa lista se suman otros altos jefes militares como Óscar Vallejas Valcárcel, Eddy Manuel Sierra Arias, Pedro Orlando Martínez Fernández, Roberto Abelardo Jiménez González, Roberto Legrá Sotolongo, Andrés Laureano González Brito y Romárico Vidal Sotomayor García, a quienes responsabiliza de la represión contra las manifestaciones pacíficas en Cuba.
En su solicitud refieren que ''los funcionarios estatales cubanos cometieron tantas detenciones arbitrarias tras las protestas, que Cuba es ahora el principal carcelero de presos políticos de América. Se calcula que entre 2.000 y 8.000 personas fueron detenidas en toda Cuba''.
El comunicado recuerda las palabras de Trudeau luego de conocerse las masivas protestas en la Isla: ''Estamos profundamente preocupados por la violenta represión de las protestas por parte del régimen cubano y condenamos las detenciones y la represión de las autoridades contra manifestantes pacíficos. Los cubanos tienen derecho a expresarse y a que se escuche su voz''.
''Democratic Spaces y los promotores de Cuba Decide piden ahora a Canadá que acompañe sus palabras con hechos", subraya la demanda.
"Estados Unidos ha utilizado su legislación Magnitsky para imponer una serie de sanciones selectivas a funcionarios y entidades cubanas con responsabilidad en las violaciones de los derechos humanos tras las protestas del 11 de julio. Para reforzar la necesidad de acciones coordinadas entre las naciones democráticas, Canadá debería hacer lo mismo e imponer sanciones específicas'', indica.
''Especialmente teniendo en cuenta la impunidad de la que gozan los funcionarios cubanos en su país, es crucial que Canadá haga su parte para que los responsables de las graves violaciones de los derechos humanos contra el pueblo cubano rindan cuentas'', concluye el comunicado.
Según la plataforma independiente Justicia 11J, que ha monitoreado toda la represión del régimen, hasta el momento un total de 749 personas aún permanecen en prisión por las manifestaciones de julio de 2021 en Cuba.
Canadá tiene importantes inversiones en Cuba y es uno de sus principales mercados emisores de turistas, por lo que numerosas organizaciones opositoras y activistas consideran que sus autoridades deben exigir responsabilidades por las violaciones de derechos humanos a La Habana.
La hipocresía de un aliado ideológico y de negocios que está convirtiendo a los canadienses en rehenes del socialismo globalista.
Todo es planeado para dar la idea de alguna discrepancia y en realidad han sido uno de los mayores emisores de dólares y apoyo al cartel de Punto Cero.
El “romance” de Canadá con el proceso cubano empezó curiosamente con el conservador Diefenbaker por su competencia con Kennedy, cuando creyó que ganaba al acercarse a la Cuba de Castro. Eso trajo estos lodos, pasando por el amorío de Papá Trudeau con la revolución, contradictoriamente cuando se le sublevaban en Quebec. Ahora hay que reconocer como un “avance” que reconozcan la represion. Por suerte , en Canadá no todo el mundo es Trudeau.
Hablar es barato y puede ser totalmente hueco. Lo que tienen que hacer los canadienses, para empezar, es dejar de ir a Cuba de turistas. El Justin Trudeau, por supuesto, no va a hacer nada serio.
Justin Trudeau con sus negocios en Cuba es un cómplice de marca mayor de la dictadura cubana