El cantante y compositor cubano Emilio Frías, director de la orquesta El Niño y La Verdad, sufrió censura durante un concierto el pasado sábado en la Casa de la Música de Galiano, en La Habana, donde intentó cantar un adelanto de su tema contestatario "Cambio", pendiente de estreno en YouTube.
El activista Manuel de la Cruz compartió imágenes en video de lo sucedido y un relato de los hechos en publicaciones en su perfil de Facebook. "Le apagan el audio en la Casa de la Música de Galeano a Emilio Frías y su orquesta (El Niño y La Verdad) para impedir que cantara su último y polémico tema musical 'Cambio'. El personal de seguridad del local expulsa con suma violencia a un técnico de audio que se negaba a apagar los equipos de amplificación sonora del sitio", relata De la Cruz en un post. Según el activista, la presentación cerró con antelación y no dejaron al intérprete finalizar con su clásico tema "Agua pa Yemayá". "Algunos de los participantes comienzan a proferir insultos contra los funcionarios del local, y luego, incluso contra el propio Gobierno. Emilio Frías afirma, a micrófono abierto, que sabe que está será su última presentación en Cuba", añade De La Cruz. En el video compartido por De la Cruz se ve al director de la orquesta desde el escenario diciendo: "Que la gente te vea apagándolo. Se acabó. Túmbalo si quieres ahora". En las imágenes aparece un hombre con pulóver azul (el técnico de la agrupación) rechazando la injerencia y a otro hombre, de camisa blanca, haciendo señas de que el concierto había llegado a su fin. "Yo tal vez pueda estar equivocado, pero mi equivocación es mía. Yo no estoy diciendo que como pienso yo tenga que pensar mucha gente. Yo no he dicho nada, aquí todo lo han armado ellos. Yo no he dicho nada", se escucha decir al cantante en medio del alboroto. "Si van a hacer eso, vuelvo y les digo, si se van a poner así, no me inviten más. No me llamen más y sáquenme de todos lados, sáquenme de la televisión, sáquenme de la radio, de donde único no me van a poder sacar es del corazón de todos los cubanos. Donde quiera que yo esté voy a estar en el corazón y en la mente de todos los cubanos", concluyó. En una publicación posterior a lo sucedido, el artista se mostró esperanzado en que "un día todo será diferente en Cuba". "Un día mis pupilas, aún jóvenes pero agotadas de tanto sufrimiento, verán la luz de la esperanza reflejada en el calor de un beso. Un día, la vida vendrá a buscar a la muerte y le enseñará sus manos llenas de vida a sus ojos llenos de muerte y renacerá como el ave fénix de entre sus cenizas 'el amor'", escribió en Facebook. "Un día los niños reirán, los abuelos descansarán de nuevo en su sillón, los jóvenes tendrán un sueño, pero un sueño aquí, al lado de sus padres y sus hijos. Un día seré testigo de que la indolencia, el abuso y la arbitrariedad fueron el final y la extinción de una absurda ideología sanguinaria que costó sangre, dolor y lágrimas", añadió Frías. "Un día florecerá la bondad y la buena música adornará la vida, un día, que no es hoy, pero llegará, nuestra ilusión de la mano de nuestro sacrificio nadará en el mar de la abundancia y se multiplicarán los frutos de nuestra cosecha. Un día nacerá otro Martí y otro Maceo y yo solo pido poder contemplar antes de morir ese día. 'Cambio'. Alaroye y bien". Emilio Frías vive en Cuba aunque tiene residencia en el extranjero, según ha informado él mismo en sus redes sociales. Para los próximos días tiene programada una gira con su orquesta por México.
censura
Este suceso me recuerda una película soviética de la época de la Perestroika, que increíblemente se pudo ver en algunos cines de la Isla a finales de los 80's y cuyo título era algo así como: "Avería, la hija del polizonte"; y que justamente tiene una escena donde un grupo de militares guiados por la KGB, custodian un concierto de una banda de rock, a los que finalmente se les da la orden de terminar el espectáculo a base de tonfas y empujones.
Creo, que ya Cuba transita por aquellos años del colapso soviético. Todo se repite. Todo regresa. Fue como tener un "déjà vu", cuando vi el video que acompaña la noticia... esto ya lo había visto antes. Pronto caerá el Muro de Berlín cubano...
Y aunque se tratara de alguien tan negro como Bola de Nieve, y aunque lo hubieran golpeado en el escenario encima de ser censurado, el asunto NO importa. Sus colegas de color americanos no van a decir ni hacer nada ante tal abuso, igual que con Otero y Osorbo. Partida de farsantes.
Sigue la represión y sigue la protesta en medio de una crisis sin precedente, social, política y económica. Después dicen que ese no es un Estado fallido.
A este ritmo tendran que contratar a los castrati como artistas.
Y pueden estar seguros que los canelos les aplaudirán efusivamente.
Ya es imparable la insubordinación civil del pueblo contra la Inseguridad del Estado. Los incidentes se repiten y el malestar aumenta.
Esto es muy cierto. Se percibe una incapacidad de la dictadura de controlar la escena pública.