La última semana de noviembre resultó simbólica en Haití. Entidades especializadas en trabajar en terreno hostil, como algunas ONG internacionales, agencias especializadas de la ONU y embajadas occidentales, incluyendo la de EEUU, evacuaron de Puerto Príncipe a una parte sustancial de su personal, en medio de una situación de violencia crónica que parece lejos de resolverse.
La violencia criminal escaló en la segunda mitad de noviembre, pese a la presencia en el terreno de una avanzada de uniformados de Kenia, con mandato del Consejo de Seguridad de la ONU para combatir a las bandas criminales y entrenar a una menguada Policía Nacional de Haití. La escalada de violencia coincidió con una nueva crisis en el débil Gobierno de transición, tras la destitución del primer ministro Garry Conille y reemplazo por Alix Didier Fils-Aimé, mientras se hacían públicas diferencias políticas y denuncias de corrupción en la instancia que debe reinstitucionalizar a Haití.
A mediados de noviembre, las pandillas criminales que asolan al país con especial fuerza en este 2024, dispararon contra tres aviones comerciales estadounidenses. Esto condujo al cierre del aeropuerto de Puerto Príncipe, limitado solamente a vuelos militares.
Una semana después de estos sucesos, grupos criminales intentaron asaltar Petionville, un barrio de Puerto Príncipe donde tienen sus sedes muchas organizaciones internacionales (ONU, ONG, embajadas) y donde viven los funcionarios de esas dependencias foráneas. Hasta ahora la violencia no había traspasado esa frontera en la capital haitiana.
La combinación de ambos hechos, según periodistas que reportan desde el país caribeño, condujo a una evacuación de personal en distintas instancias, incluyendo a las agencias de la ONU y la Embajada de EEUU, dos frentes diplomáticos que han coincidido en buscar soluciones a la crisis que se ha prolongado en Haití y que según analistas empeoró sensiblemente tras el asesinato de Jovenel Moïse en julio de 2021.
De acuerdo con reporteros de The New York Times, la ONU sumaba unos 300 empleados en Puerto Príncipe antes del ataque a las aeronaves comerciales de EEUU, quienes justamente servían de puente aéreo para la comunidad internacional enfocada en atender la crisis haitiana.
Usando un helicóptero de la ONU con capacidad de 14 personas en cada viaje, durante los últimos días de noviembre se registró un desplazamiento continuo de esa aeronave, llevando a empleados de Naciones Unidas hacia Cap Haitien, unos 200 kilómetros al norte de Puerto Príncipe y hasta ahora una zona segura, según la evaluación de las entidades internacionales.
Cap Haitien garantiza desplazamiento marítimo hacia mar abierto en el Caribe, si fuese necesaria una evacuación total del país. No todo el personal de Naciones Unidas se relocalizó en territorio haitiano. Según el diario estadounidense, decenas de miembros del personal asignados a la misión política conocida como BINUH fueron evacuados del país.
France24 dio cuenta de la llegada de una aeronave militar al clausurado aeropuerto de la capital de Haití para trasladar a números personal de la Embajada de EEUU, que ha quedado operativa pero con personal mínimo, incluyendo al embajador. Esto tuvo lugar el fin de semana.
"Las Naciones Unidas no van a abandonar Haití. Nuestro compromiso con el pueblo haitiano sigue siendo inquebrantable (…) Estamos reduciendo temporalmente nuestra presencia en la capital", explicó Stephane Dujarric, portavoz de la oficina secretario general de la ONU, resaltando que la asistencia humanitaria para la población haitiana y los programas de reforzamiento de la seguridad seguirán en marcha.
El éxodo diplomático también ha afectado a ONG internacionales como Médicos Sin Fronteras y Food for the Poor, quienes anunciaron la semana pasada que suspenderían sus actividades dentro de la capital después del aumento de los enfrentamientos armados entre pandillas y fuerzas de seguridad. Entretanto, este domingo, otro grupo humanitario, Mercy Corps, dijo que estaba considerando evacuar a su personal a otras provincias haitianas esta semana.
A lo ya sucedido, se espera una arremetida del cabecilla más visible del crimen organizado en Haití, Jimmy "Barbecue" Chérizier, quien se ha manifestado como admirador de Fidel Castro y del Che Guevara. Hace una semana, en un operativo policial en el centro de Puerto Príncipe, Chérizier logró escapar, pero según los cuerpos de seguridad fueron capturados varios de sus colaboradores cercanos.
La población teme, según los reportes periodísticos, a una venganza de "Barbacue" contra barriadas populares o civiles. Chérizier, además, anunció recientemente que el crimen organizado seguirá actuando hasta provocar la dimisión del Gobierno de transición.
Ante la actuación de las bandas criminales y la violencia crece la demanda de una actuación efectiva de los 400 uniformados de Kenia que se encuentran desde hace algunos meses en Haití, a los que deben sumarse otros 600 antes de que concluya el año.
Según el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, los uniformados keniatas tienen una doble función. Por un lado, prestan asesoramiento técnico a la Policía Nacional de Haití, totalmente sobrepasada por las numerosas y muy armadas bandas criminales, y por otro lado, tienen potestad de actuar en el terreno para hacer frente a la criminalidad local.
La irrupción de las bandas delictivas en Haití, que tuvo diversas expresiones durante la década pasada en medio de gobiernos democráticos, paso a ser un problema de primer orden tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse, en julio de 2021. Ariel Henry, primer ministro interino, asumió el poder, pero la ausencia de otros poderes y su propia decisión de no convocar nuevas elecciones presidenciales, condujo al país a una carencia severa de institucionalidad.
La ONU estima que al menos 220 personas, incluidos 115 pandilleros, murieron en más de una docena de ataques coordinados de pandillas solamente entre el 11 y el 19 de noviembre. Asimismo, la Agencia de Migración de la ONU dijo este lunes que en las últimas dos semanas 41.000 personas habían huido de sus hogares en Puerto Príncipe.
Cuba que se mire en ese espejo ....