A menos de dos meses de concluir, el Gobierno de Joe Biden decidió emitir un nuevo paquete de sanciones contra funcionarios del chavismo, especialmente los vinculados a la represión y, de forma llamativa, incluyó a la hija de Diosdado Cabello en el listado de 21 personas con restricciones para viajar, tener cuentas bancarias y propiedades en EEUU.
Según un comunicado del Departamento del Tesoro de este 27 de noviembre, las medidas van dirigidas a líderes de organismos clave como la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), la Policía Nacional Bolivariana (PNB), el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), la Milicia Bolivariana y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM). De acuerdo con EEUU los sancionados tuvieron injerencia en la represión posterior a las elecciones celebradas el 28 de julio.
Bajo esa perspectiva, resultó llamativa la inclusión en dicho listado de Daniella Cabello, más vinculada al mundo del espectáculo y la farándula local.
De acuerdo con un diplomático estadounidense asentado en Bogotá y consultado por DIARIO DE CUBA, ha sido un mensaje directo a Diosdado Cabello, el número dos del régimen y quien pasó a encabezar el Ministerio del Interior en una decisión de cerrar filas que tuvo Nicolás Maduro después de la situación de cuestionamientos generada por las elecciones presidenciales.
Los poderes públicos controlados por Maduro aseguraron que este ganó las elecciones del 28J, pero innumerables países, incluyendo otrora aliados como los gobiernos izquierdistas de Colombia y Brasil, exigen que haya resultados desagregados y actas electorales para poder reconocerlo.
"Sobre Diosdado Cabello y otros altos jerarcas ya no caben más sanciones en su contra, de forma directa. Por eso se sancionará a sus familiares directos para que entiendan que EEUU no se quedará de brazos cruzados ante el fraude cometido en las elecciones", comentó bajo condición de anonimato el funcionario estadounidense desde Bogotá.
Diosdado Cabello, como prácticamente todo el entorno más directo de Nicolás Maduro, tiene ya sanciones de forma previa a las elecciones del 28 de julio pasado.
A mediados de septiembre, asimismo, EEUU dictó un primer lote de sanciones como respuesta a lo que la oposición ha documentado como un fraude electoral. De acuerdo con el 83% del total de actas que pudo recopilar el comando electoral bajo la dirección de María Corina Machado, el exembajador Edmundo González Urrutia obtuvo el 70% de los votos y Maduro el 30%.
En septiembre fueron sancionados 16 funcionarios, en su mayoría rectores del Consejo Nacional Electoral y magistrados del Tribunal Supremo de Justicia. Ambos entes, sin posibilidad de auditoría de resultados, decretaron en primer término y luego refrendaron un resultado que da como ganador a Maduro para un nuevo periodo de seis años entre 2025 y 2031.
Estando de salida la Administración Biden, que en un momento mantuvo canales secretos de diálogo y negociación con el régimen de Maduro, para algunos observadores resultó llamativo retomar un paquete de sanciones contra altos funcionarios en Caracas. Tras bastidores, tanto en el chavismo como en la oposición, dan por concluido al Gobierno demócrata, y unos y otros calibran sus expectativas en relación a lo que hará el nuevo Gobierno de Donald Trump a partir del 20 de enero venidero.
El responsable de la política exterior desde el Departamento de Estado, y el principal asesor de seguridad nacional, desde la Casa Blanca, son ambos viejos conocidos de la oposición venezolana incluso antes de las elecciones de EEUU con canales de comunicación con María Corina Machado.
El exsenador Marco Rubio al frente del Departamento de Estado y el ex boina verde Michael Waltz como consejero de Seguridad Nacional proyectan posiciones contundentes en política exterior ante países como China e Irán, y sus aliados regionales, los autoritarismos de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Como lo señaló un análisis en DIARIO DE CUBA se prevé una oleada de sanciones después de que Trump regrese a la Casa Blanca.
Las sanciones anunciadas por la Administración Biden este 27 de noviembre apuntan a personas que en algunos casos recién asumieron sus puestos en órganos de seguridad, pero se trata de entidades largamente denunciadas en los documentados informes de la Misión de Verificación de los Hechos de la ONU, como son el SEBIN y el DGCIM.
Diosdado Cabello logró poner fin a la permanencia en cargos directivos, en ambas entidades, de figuras militares que no le eran afines. Es tal el control que ha logrado ahora el número dos en esta nueva etapa del madurismo, que logró colocar a un primo suyo al frente del SEBIN, el mayor general Alexis Rodríguez Cabello, recién sancionado por EEUU.
El otro cargo renovado bajo el ala de Cabello es de vital importancia para Maduro, porque no solamente dirigirá la DGCIM, sino también la Guardia de Honor Presidencial, que garantiza directamente la seguridad del mandatario. El elegido para sustituir tras una década al otrora todopoderoso Iván Hernández Dala, es el mayor general Javier Marcano Tábata, igualmente sancionado por Washington este miércoles.
Hace falta que se lo hagan a unos cuantos hijos de papá cubanitos acá en USA.....