El uso de herramientas de Inteligencia Artificial (IA) en el campo de la medicina es uno de los elementos que, según los científicos, puede revolucionar el sector y prueba de ello son los avances para el diagnóstico precoz del cáncer. No obstante, la radióloga Raquel Pérez López dijo a la agencia EFE que "todavía hacen falta ensayos clínicos que validen las posibilidades que puede ofrecer esta tecnología basada en el análisis y combinación masiva de datos".
La investigadora del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), en Barcelona, y de la Fundación Cris contra el Cáncer estudia, particularmente, los usos de la IA en uno de los tumores de este tipo que son más frecuentes en la sociedad, el de pulmón.
Una de las líneas de investigación consiste en utilizar la IA para predecir si los pacientes responderán a los tratamientos de inmunoterapia, fármacos de nueva generación que han contribuido a mejorar la supervivencia en este tipo de tumores.
Se basa, según explicó Pérez López, en la información del paciente que aportan tres fuentes: la imagen del TAC, la de la resonancia magnética y la de la biopsia del tumor para conocer los biomarcadores que expresa. Datos que analiza la IA para conocer la probabilidad que cada paciente tiene de responder a estos fármacos.
"La IA nos permite hacer este tipo de análisis en una imagen médica. La información contenida en las imágenes de TAC no se ha explotado hasta ahora. La IA nos está posibilitando integrar este tipo de datos en relación al volumen de enfermedad, dónde está distribuida y qué patrón tiene ese tumor para entender mejor qué pacientes tienen más probabilidad de beneficiarse de inmunoterapia", indicó.
"Se intenta capturar las características de las células cancerosas y su microambiente, como células linfocitarias, vascularización, etc., factores que están implicados en la probabilidad de respuesta y que es posible capturar con imagen e interpretar a partir de modelos de IA", resaltó.
Entre los hándicaps del cáncer de pulmón, la especialista destacó el diagnóstico tardío, toda vez que sus síntomas pueden confundirse con otras patologías, y los falsos positivos o negativos que pueden arrojar las pruebas de imagen. "Precisamente es en el diagnóstico donde más se ha avanzado con IA, al permitir identificar y analizar las características de los nódulos del pulmón, descartando falsos positivos y falsos negativos", subrayó.
La doctora menciona la labor de investigación que se centra en utilizar la IA para predicción de riesgo y, por tanto, la prevención del cáncer de pulmón, no solo teniendo en cuenta variables que ya se manejan, como por ejemplo ser fumador, sino también el análisis de la información clínica del paciente, sus hábitos de vida o antecedentes familiares.
Otro de los elementos relativos al cáncer de pulmón en el que la IA está teniendo una incidencia positiva es en el evitar el sesgo de género en la investigación, que perjudica a la mujer.
"Existen diferencias de género en cáncer en general y también en cáncer de pulmón, diferencias en su predisposición o riesgo de padecerlo, en su pronóstico, en la tolerancia al tratamiento, las cuales son secundarias a la diferente biología, así como a aspectos socioculturales que deben ser investigadas a fondo", apuntó la Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón en Mujeres (ICAPEM).
En este sentido, la IA puede jugar también su papel al poder encontrar aspectos específicos de la mujer respecto al hombre, pero siempre y cuando, destacó Pérez López, se entrenen los modelos de IA para que tengan en cuenta esa diversidad, algo también necesario entre las diferentes etnias.
La IA se está saliendo de sus justos límites. No es aventurado pensar que un día el vicepresidente de un país sea un robot que asesore al presidente en decisiones importantes.