Brasil no enviará observadores electorales a Venezuela, en respuesta a descalificaciones de Maduro

El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil anunció este miércoles la decisión de no enviar observadores a las elecciones presidenciales de Venezuela, que tendrán lugar el próximo 28 de julio y en las que las encuestas señalan como ganador al opositor Edmundo González Urrutia. La decisión llegó en respuesta a declaraciones del mandatario y aspirante a un tercer mandato consecutivo, Nicolás Maduro, quien cuestionó el sistema electoral de la nación sudamericana.

"Ante las falsas declaraciones contra las máquinas de votación electrónica brasileñas, que, contrario a lo que afirman las autoridades venezolanas, son auditables y seguras, el Tribunal Superior Electoral no enviará técnicos para responder a una invitación hecha por la Comisión Electoral Nacional de ese país para monitorear los comicios", expresó la entidad brasileña en un comunicado.

"El Tribunal Electoral de Brasil no admite que, interna o externamente, por declaraciones o actos irrespetuosos con la equidad del proceso electoral brasileño, se descalifique con mentiras la seriedad e integridad de las elecciones y las urnas electrónicas en Brasil", concluye el texto difundido en el penúltimo día de la campaña electoral en Venezuela, que arrancó el 4 de julio y termina este día 25.

Un día antes, durante un mitin de la campaña en el estado de Aragua, Maduro había asegurado que Venezuela tiene "el mejor sistema electoral del mundo" y que Brasil, Estados Unidos y Colombia no se auditaba "ni un acta", sin ofrecer evidencias de sus afirmaciones.

"Tenemos el mejor sistema electoral del mundo, tiene 16 auditorias y se hace una auditoria en caliente del 54% de las mesas", sostuvo el gobernante chavista.

"¿En qué otra parte del mundo hacen eso? ¿En Estados Unidos? Es inauditable el sistema electoral. ¿En Brasil? No auditan ni un acta. ¿En Colombia? No auditan ni un acta", afirmó.

Las descalificaciones de Maduro al sistema electoral brasileño y a los otros dos países llegaron luego de que el presidente de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva, criticara sus amenazas de que habría un baño de sangre en Venezuela si no ganaba las elecciones y lo llamara a respetar los resultados.

"Me asusté con esa declaración", afirmó Lula en entrevista con la prensa extranjera este lunes y reveló que sostuvo dos conversaciones con el líder chavista para advertirle que "si quiere contribuir a resolver el problema de crecimiento de Venezuela y la vuelta de los que se fueron, tiene que respetar el proceso democrático".

El presidente brasileño añadió que en democracia el que pierde se lleva un baño de votos, no un baño de sangre, y que "Maduro tiene que aprender que cuando uno gana se queda, y cuando pierde se va y se prepara para otras elecciones".

Lula también anunció entonces su decisión de que su excanciller y actual asesor de Asuntos Internacionales, Celso Amorim, viaje a Caracas y estuviera presente los comicios del próximo domingo.

El comunicado del TSE difundido este miércoles no menciona a Celso Amorín, por lo que se presume que volará a Venezuela.

González Urrutia, quien era un auténtico desconocido para el público venezolano antes de su nominación pero ha pasado a encarnar las esperanzas de un cambio democrático, agradeció a Lula por su llamado a que se respete el resultado electoral y por la decisión de enviar al excanciller.