En Venezuela la población está como se suele decir, con el corazón en la boca, esperando las elecciones presidenciales del 28 de julio. A menos de un mes de estos significativos comicios, el candidato de la alternativa democrática supera ampliamente a Nicolás Maduro, mientras que el resto de opciones, incluso las que impulsó tras bambalinas el chavismo, parecen haberse diluido.
El consultor Oswaldo Ramírez, al frente de uno de los más serios estudios de opinión dentro de Venezuela, ratificó a DIARIO DE CUBA las cifras que ha divulgado públicamente esta semana su firma ORC Consultores. La fotografía que muestra su última encuesta es el crecimiento de la popularidad del exembajador Edmundo González Urrutia, el empequeñecimiento de la candidatura de Maduro y la nulidad de una decena de candidaturas que se presentaban como alternativas a la oposición democrática, algunas de ellas claramente impulsadas desde el propio chavismo.
De acuerdo con ORC, González Urrutia, literalmente un desconocido para el público en Venezuela hasta hace tres meses, cuando se logró inscribir su candidatura, tiene una aprobación del 58,6%, mientras que Maduro cuenta con el 14,5% de respaldo. El gobernante venezolano, quien acumula ya 12 años en el poder, aspira a ser reelecto para prolongar su presidencia hasta 2030.
Además de la brecha, que según ORC creció sustantivamente en el mes de junio a favor de González Urrutia, otro dato relevante es el papel casi nulo de una decena de candidaturas que en teoría están compitiendo por la Presidencia. Según Ramírez, el conjunto de candidaturas de "alacranes" (como se les llama popularmente a la oposición leal al régimen) y una candidatura independiente que apoyan los comunistas en Venezuela, en su totalidad apenas representan el 4% de la intención de voto.
Para un observador ligado a una fundación política alemana, el chavismo en este caso cometió un error de cálculo, ya que preveía que "los alacranes" le restarían masa de apoyo al candidato unitario de oposición, pero tal cosa no ha ocurrido, según refleja el estudio de ORC.
Otro error para este observador de la dinámica política venezolana, estuvo en aceptar una figura desconocida como González Urrutia, bajo la creencia de que, siendo una campaña electoral corta, y no teniendo los opositores acceso a los medios masivos de radio y televisión, sería cuesta arriba que el septuagenario exembajador se diese a conocer.
"El mayor error de cálculo tal vez esté en no haber calibrado que el deseo de cambio late con mucha intensidad entre los venezolanos", apunta este analista alemán, consultado por DIARIO DE CUBA. Este deseo de cambio, canalizado incluso a través de unas elecciones no equitativas, colocan al chavismo ante una seria disyuntiva.
El jesuita Luis Ugalde, una voz preponderante en Venezuela, sostuvo este domingo en una entrevista con el portal Prodavinci, que para los venezolanos está claro que el chavismo sufrirá una derrota en las urnas; el asunto a dilucidar por quienes ocupan el poder es qué respuesta darán una vez que ocurran las votaciones. Según Ugalde, en este momento, no parecen dispuestos a ceder el poder.
Las elecciones se realizarán sin presencia de observadores de la Unión Europea (UE), un asunto que fue remarcado como una grave falla este 3 de julio, en Ginebra, en una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU dedicado a la crisis de derechos humanos en Venezuela.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), cooptado por el Gobierno de Maduro, retiró la invitación a la UE, un asunto que formaba parte de un acuerdo suscrito en Barbados entre el régimen venezolano y los factores de la oposición democrática, a fines de 2023.
El Centro Carter confirmó que enviará una misión de observación, pero esta tendrá un carácter limitado, según anunció este think tank, fundado por el expresidente estadounidense Jimmy Carter y especializado en temas electorales. Asimismo, habrá un panel de expertos de la ONU, pero sus observaciones y reportes no se harán públicos y solo estarán dirigidos al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
El analista Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis, no descarta que, ante un escenario adverso y teniendo control institucional, el Gobierno de Maduro opte por suspender las elecciones del 28 de julio. Esto, sin embargo, generaría una fuerte presión internacional, incluso de países aliados del chavismo, como Colombia y Brasil, que públicamente han abogado por la realización de elecciones.
"Si vamos a la elección y Nicolás Maduro logra esa magia de convertirse en mayoría sobre los votos, siendo minoría sobre las preferencias, yo creo que vamos a terminar en una presión internacional por negociar, pero también si gana la oposición, pasará lo mismo. Igual hay que ir a negociar porque todavía le quedarán seis meses a Maduro en el Gobierno, controlando las instituciones, los militares, las finanzas públicas, es decir el poder", comenta León a DIARIO DE CUBA.
Con la elección prevista para el 28 de julio, pero la toma de posesión del nuevo Gobierno planeada para el mes de enero, lo que plantea León —y en eso coinciden otros observadores— es que el segundo semestre del año será muy movido políticamente en Venezuela, dejando abierta la puerta a negociaciones y eventuales acuerdos, que son difíciles de prever antes de que ocurra el evento electoral.
El gobierno de Venezuela es ultra corrupto y su cupula, sus compinches politicos, militares de alto rango, incluso muchos "empresarios" no quieren que Maburro caiga y van hacer lo que sea para que siga en el poder. Si tienen que matar en las calles coyo ya lo hicieron antes lo van a hacer; y se van a pasar por el forro las opiniones de Colombia o Brasil o de los Estados Unidos, etc. Que les haran? sanciones economicas? declaraciones y condenas? Solo afectaran mas a la arruinada vida del venezolano y aunque Maburro lleve el pais a la indigencia total; el seguira siendo el Indigena en Jefe. Lamentablemente a ellos les importa un carajo la ruina del pais, el aislamiento internacional, las sanciones etc. al contrario, usan esas "herramientas" para victimizarse y afincarse mas al poder y la represion. A esta gente, hay que sacarlos del poder aplicandoles su misma medicina: Destruirles sus soportes economicos, pasandoles a otra vida a sus "dirigentes", familiares y amigotes, hasta el final.
Peca de ingenuo el que se crea que La Habana vaya a permitir que alguien que no sea Maduro gane las elecciones.
El único de estos gánsteres socialistas que se sometió a elecciones con algún grado de transparencia fue Daniel Ortega en 1989, pero después de ser derrotado, el y los otros bandidos aprendieron la lección.
Maduro saldrá electo nuevamente con el institucionalizado fraude digital y analógico, y después de algunas declaraciones huecas de naciones y organismos internacionales, EEUU volverá a sentarse a dialogar (complacer) a este poderoso cartel de narcotráfico y en unos meses nadie se acordará de la estafa.
Lo interesante no son las elecciones en sí, será el día después, cuando el fraude se haga evidente y el pueblo defraudado reaccione.
Con, o sin oportunidades para negociaciones, parece que para desplazar a Maduro con éxito, es fundamental mantener el cohesivo en la oposición por tiempo indefinido después de las elecciones.