El chavismo añade tensión al dejar sin efecto la observación electoral de la UE

Lo acordado el año pasado por el Gobierno de Nicolás Maduro, la oposición prodemocracia y el gobierno de EEUU, se va diluyendo. El acuerdo de Barbados, que preveía observación internacional de la elección presidencial, pautada para el 28 de julio en Venezuela, ha quedado en suspenso por la decisión del chavismo de revocar la presencia de una misión de la Unión Europea (UE).

El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, anunció este 28 de mayo, a dos meses exactamente de las votaciones, que le fue revocada la invitación a la UE para la observación electoral dentro de Venezuela en este 2024.

Amoroso aseveró que tal medida es en respuesta a las sanciones europeas contra el Gobierno de Nicolás Maduro, lo cual no es cierto en sentido estricto ya que Bruselas no ha aplicado medidas contra la Administración venezolana sino restricciones y sanciones individuales contra la jerarquía del chavismo.

La decisión anunciada ayer en Caracas era, sencillamente, una medida esperada. Hace dos semanas el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, un estrecho colaborador de Maduro y quien encabezó la delegación oficial en Barbados, le recomendó al CNE dejar sin efecto la presencia en Venezuela de una misión de la UE, a la que calificó de "colonialista".

La recomendación de Rodríguez fue seguida al pie de la letra por el presidente del CNE, en otra demostración de la dependencia que tienen los otros poderes públicos a los dictámenes de Maduro.

"Revocar la invitación como observador internacional ya extendida por el CNE a la UE, después que esta flexibilizara algunas sanciones individuales, no solo es infantilismo político internacional, sino una clara señal de la intención de un factor político de evitar que exista una contraloría electoral internacional ante unas elecciones altamente cuestionadas, y se genere como consecuencia de esto el escenario para preparar un fraude electoral", aseveró a DIARIO DE CUBA el politólogo Nicmer Evans.

En medio de concurridas manifestaciones de apoyo para el candidato opositor Edmundo González Urrutia, encabezadas por la líder conservadora María Corina Machado, y con encuestas confiables que arrojan una diferencia de hasta 30 puntos a favor de la opción opositora por encima de Maduro, evitar la presencia de la UE podría generar tensión y recelo, dada la demostrada dependencia que tiene el poder electoral del gobernante que busca permanecer en la Presidencia.

Durante todo el año pasado, en conversaciones a tres bandas entre representantes del régimen chavista, opositores prodemocracia y EEUU, había quedado claro que era necesaria la presencia de una veeduría internacional en las elecciones. Aunque no hay una confirmación definitiva, hasta ahora solo se desplegaría en el país una misión del Centro Carter y un panel de Naciones Unidas.

Dado que la observación internacional era una de las condiciones de Washington para aliviar las sanciones contra la industria petrolera y minera de Venezuela, es posible que la Casa Blanca anuncie algún tipo de nuevo endurecimiento.

Sin embargo, en medio de un escenario internacional complejo y estando en un año electoral en EEUU, la Administración Biden ha sido cautelosa a la hora de hacer presión sobre el chavismo, con sanciones, pero al mismo tiempo permitiendo las operaciones dentro del país de grandes corporaciones petroleras, incluyendo a la estadounidense Chevron.

En un escenario de limitada veeduría internacional como el que se proyecta para el 28 de julio, el otrora número dos del régimen, Diosdado Cabello, ha insistido en que la oposición declarará fraude el 28 de julio "para no aceptar el triunfo del compañero Nicolás Maduro".

Son señales que causan preocupación entre delegaciones democráticas en Caracas, aunque se guardan esperanzas de que los gobiernos aliados del chavismo, como son los de Gustavo Petro (Colombia) y Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), puedan tener un rol informal, pero de peso, en medio de lo que se proyectan como situaciones de tensión e incertidumbre una vez que tengan lugar las votaciones.

En medio de este clima, DIARIO DE CUBA pudo conocer de primera mano que tres organizaciones nacionales con experiencia en la veeduría electoral se preparan para el 28 de julio. Son estas el Observatorio Electoral Venezolano (OEV), Asamblea de Educación y Voto Joven.

Luis Lander, director de la OEV, confirmó a DIARIO DE CUBA que, si bien esperan una confirmación del CNE, de todas maneras el día de las elecciones se desplegarán como ciudadanos organizados, en caso de que no reciban una acreditación formal para hacer la veeduría.

A juicio de Evans, un escenario en que el chavismo intente cometer un fraude en la elección presidencial sería posible en caso de "no contar con contraloría ni defensa del voto por parte de la oposición".

En un comunicado firmado conjuntamente por Machado y González Urrutia, en respuesta a la decisión del CNE sobre la UE, el tándem opositor plantea que se activará "una observación electoral popular" por parte de los propios ciudadanos.

El dirigente opositor Daniel Antequera, desde Barquisimeto, confirmó a DIARIO DE CUBA que en sectores populares del oeste de esa ciudad del centro occidente venezolano, están realizando desde ya una minuciosa organización barrial para hacer presencia en los centros de votación y darle soporte con agua y alimentos a los testigos convocados oficialmente por el CNE para el 28 de julio.

De acuerdo con Antequera, es la primera vez que observa una dinámica de este tipo con tanta antelación, a dos meses de las elecciones, y le ha resultado llamativa la "autoorganización" de los activistas en zonas populares, de cara a promover y defender el voto.