El investigador de desinformación Wen-Ping Liu, del Ministerio de Justicia de Taiwán, destacó recientemente que Rusia, China y las grandes empresas tecnológicas utilizan mujeres falsas para obtener más interacción y así lograr que lleguen más lejos sus campañas para manipular a la opinión pública y, por ejemplo, influir en los resultados de unas elecciones, informó el periódico británico The Independent.
"Los perfiles falsos que decían ser mujeres obtuvieron más participación, más ojos y más influencia que las cuentas supuestamente masculinas. Fingir ser una mujer es la forma más fácil de ganar credibilidad", dijo Liu, quien notó esta particularidad al estudiar los esfuerzos de China para influir en las recientes elecciones de su país.
"Ya sean agencias de propaganda chinas o rusas, estafadores en línea o chatbots de Inteligencia Artificial, vale la pena ser mujer, lo que demuestra que, si bien la tecnología puede volverse cada vez más sofisticada, el cerebro humano sigue siendo sorprendentemente fácil de hackear gracias en parte a los antiguos estereotipos de género que han migrado del mundo real al virtual", subrayó el investigador.
"Quieres inyectar algo de emoción y calidez y una manera muy fácil de hacerlo es elegir el rostro y la voz de una mujer", dijo a The Associated Press la profesora de marketing e investigadora francesa Sylvie Borau, cuyos trabajos han llegado a las mismas conclusiones que los de Liu: los usuarios de internet prefieren bots femeninos y los perciben "más humanos" que las versiones masculinas.
"La gente tiende a ver a las mujeres como más cálidas, menos amenazantes y más agradables que los hombres", dijo Borau. "Mientras tanto, a menudo se percibe que los hombres son más propensos a ser amenazantes u hostiles. Debido a esto, muchas personas pueden estar, consciente o inconscientemente, más dispuestas a interactuar con una cuenta falsa que se hace pasar por femenina", resaltó.
Ambas investigaciones evidenciaron que las fotos de perfil femeninas, en particular aquellas que muestran mujeres con piel perfecta, labios exuberantes y ojos muy abiertos con atuendos reveladores, son un atractivo online para muchos hombres. Además, Borau indicó que, tal como sucede en la vida analógica, "los chatbots femeninos tienen muchas más probabilidades de recibir acoso sexual y amenazas que los bots masculinos".
Asimismo, la empresa tecnológica israelí especializada en la detección de bots Cyabra destacó que "crear una cuenta falsa y presentarla como una mujer ayudará a que la cuenta tenga más alcance que si se le presenta como un hombre". Luego de analizar más de 40.000 perfiles esta empresa detectó que las cuentas femeninas en las redes sociales reciben en promedio más de tres veces más visitas en comparación con las de los hombres.
Este fenómeno ha crecido en los últimos años, aunque reproduce comportamientos sociales y "técnicas" comerciales y de persuasión que llevan mucho tiempo impregnadas en las maneras de relacionarnos, solo que ahora se manifiestan a través de los avances tecnológicos, demostrando que estos tampoco escapan al sexismo. The Independent recalcó que "las campañas de influencia en línea montadas por naciones como China y Rusia han utilizado durante mucho tiempo a mujeres falsas para difundir propaganda y desinformación. Algunas parecen abuelas sabias y cariñosas que imparten sabiduría casera, mientras que otras imitan a mujeres jóvenes, convencionalmente atractivas, ansiosas por hablar de política con hombres mayores".
"Humanizar la IA podría deshumanizar a las mujeres", concluyó Borau, demostrando la urgencia de los debates éticos en torno al desarrollo vertiginoso de la Inteligencia Artificial y todos sus componentes asociados.
Estas investigaciones, además, llaman la atención sobre el crecimiento de las campañas en línea creadas a partir de tecnologías de IA generativa para manipular engañosamente la opinión pública en todo el mundo e influir en la geopolítica. En tal sentido, la empresa OpenAI, creadora de Chat GPT y una de las más importantes del sector a nivel mundial, informó en mayo que identificó e interrumpió cinco campañas ejecutadas por grupos de Rusia, Irán, China e Israel.
Según The New York Times, actores estatales y empresas privadas de estos países utilizaron sus herramientas para generar publicaciones en redes sociales, traducir y editar artículos, escribir titulares y depurar programas informáticos, generalmente para ganar apoyo para campañas políticas.
"El reciente auge de la IA generativa ha planteado dudas sobre cómo la tecnología podría contribuir a la desinformación en línea, especialmente en un año en el que se celebran elecciones importantes en todo el mundo", dijo la compañía.
En este contexto parece más correcto decir: mujeres virtuales.
En este contexto parece más correcto decir: mujeres virtuales.
¿Y para eso había que inventar las "mujeres falsas"?
Si hace ya una temporadita que se usa la gran Teoría del Marketing Social: "tiran más dos tetas que dos carretas".