El consejo de transición de Haití nombró el martes a Garry Conille como nuevo primer ministro, quien tendrá la misión de liderar a la nación caribeña golpeada por la violencia, anunciaron miembros de la junta.
El nombramiento se produjo mientras Haití aguarda desesperadamente la llegada de una fuerza internacional liderada por Kenia que buscará retomar el control del país, en manos de las poderosas y violentas pandillas que operan en la capital, Puerto Príncipe, reportó AFP.
Conille, médico de 58 años que ya ejerció como primer ministro de Haití durante seis meses entre 2011 y 2012, fue nombrado tras la renuncia en marzo de Ariel Henry, en medio de un aumento de la violencia de las pandillas en el país.
Este miércoles, Conille dijo que se sentía "muy privilegiado" de haber sido elegido para el puesto, en su primer comunicado, citado por AP. El funcionario dio las gracias a los grupos de la sociedad civil, partidos políticos y miembros de la diáspora haitiana que le propusieron como candidato.
"Juntos, trabajaremos por un mañana mejor para todos los niños de nuestra nación", escribió en la red social X.
Conille presentó su renuncia el martes como director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, un puesto que ostentaba desde enero de 2023. Estudió Medicina y salud pública y colaboró en el desarrollo de la red de atención sanitaria en comunidades empobrecidas de Haití, donde ayudó a coordinar los esfuerzos de reconstrucción tras el devastador terremoto de 2010. También trabajó como especialista de desarrollo de la ONU antes de convertirse en director regional de UNICEF.
El funcionario sucederá al primer ministro interino, Michel Patrick Boisvert.
A finales de abril, una coalición de cuatro consejeros hizo el anuncio inesperado de que habían elegido al exministro de Deportes Fritz Bélizaire como primer ministro. El anuncio amenazó con fracturar el consejo, y los miembros discrepantes insistieron en que se siguiera el protocolo apropiado.
Como resultado, el consejo anunció que aceptaría nominaciones a primer ministro y recibió docenas de nombres. Sin embargo, ninguno de ellos se hizo público y la junta ha sido criticada por su falta de transparencia.
El grupo también está encargado de elegir un nuevo Gobierno y nombrar una comisión electoral provisional, un requisito decisivo antes de que puedan celebrarse elecciones. El mandato no renovable del consejo expira el 7 de febrero de 2026, cuando está previsto que asuma el cargo un nuevo presidente.
Creado en abril, el consejo presidencial de transición se halla en medio de luchas de poder, al tiempo que trata de abordar los problemas que aquejan al país. Su decisión de nombrar a un primer ministro interino se esperaba hace tiempo.
A finales de febrero, bandas armadas atacaron de manera coordinada sitios estratégicos en Puerto Príncipe para provocar la salida de Henry. Se calcula que hoy el 80% de Puerto Príncipe está bajo el control de bandas criminales, acusadas de asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros.
La población también afronta una grave crisis humanitaria por la dura escasez de alimentos, medicinas y otros bienes básicos.
UNICEF advirtió la semana pasada que el sistema de salud está "al borde del colapso" por una "combinación de violencia, desplazamientos masivos, epidemias peligrosas y la creciente desnutrición".
Haití aguarda el despliegue de un primer contingente de la fuerza multinacional liderada por Kenia, cuya llegada se pospuso la semana pasada.
El llamado a un despliegue inmediato cobró más fuerza luego de que el viernes último se produjera el asesinato de tres personas, entre ellas una pareja de misioneros estadounidenses.
"La situación de seguridad en Haití no puede esperar", alertó la semana pasada un portavoz del Gobierno estadounidense.
Durante una audiencia parlamentaria, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se refirió a Haití como un país "al borde de convertirse en un Estado fallido", y subrayó la necesidad de enviar una fuerza multinacional.
La misión, apoyada por la ONU y con la que Estados Unidos colabora a nivel logístico, sin enviar personal, tiene como fin ayudar a la Policía haitiana en su lucha contra las pandillas.