El exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, debió ser trasladado el lunes a un hospital en Guayaquil, luego de sufrir una presunta descompensación en su celda en la prisión de Guayas, que varias fuentes asociaron a un intento de suicidio.
El Servicio Penitenciario ecuatoriano confirmó lo ocurrido, e informó que Glas "sufrió una posible descompensación por su negativa a consumir los alimentos provistos durante las últimas 24 horas".
"El estado de salud de la persona privada de la libertad Jorge G. es estable, y permanecerá en observación durante las próximas horas, previo retorno al Centro de Privación de Libertad. Instamos a los medios de comunicación y ciudadanía en general a informarse por los canales oficiales de nuestra institución, donde se brindarán las actualizaciones respectivas", indicó la nota, citada por el medio argentino Infobae.
Pero posteriormente se divulgó que la indisposición se debió a una sobredosis de medicamentos.
Glas fue sacado de la Embajada de México en Quito el viernes en la noche, luego de pedir protección consular, en un operativo policial que provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países y una oleada de condenas internacionales.
Desde Bruselas, el expresidente Rafael Correa, aliado de Glas y crítico del Gobierno de Daniel Noboa, trasladó un mensaje de "fuerza" a Glas.
"Era lo que temía. Los canallas saltarán de alegría. ¡Fuerza, Jorge!", afirmó Correa en su cuenta oficial en la red social X, tras hacerse público que Glas habría intentado suicidarse.
Medios locales ecuatorianos señalaron que el exvicepresidente y aliado del expresidente Correa (2007-2017) fue estabilizado en la unidad médica a la que fue trasladado, reportó EFE.
De momento, ninguna autoridad ecuatoriana ha confirmado ni negado la información, pese a los múltiples pedidos de la prensa de una versión oficial sobre el supuesto intento de suicidio.
Tras estas informaciones, Correa difundió en sus redes sociales una convocatoria de manifestación ante la Embajada de Ecuador en Bélgica el próximo miércoles, para rechazar "esta injusticia y exigir el respeto a los derechos humanos y diplomáticos".
Jorge Glas fue condenado a seis años de cárcel por el caso Odebrecht, de los cuales cumplió cinco, tiempo durante el cual volvió a ser juzgado en la causa que también se siguió contra Correa por el denominado Caso Sobornos. Ambos recibieron ocho años de condena por liderar una estructura criminal que recibía dinero de los contratistas privados a cambio de adjudicaciones públicas.
Finalmente, salió en libertad en 2022 y volvió a la política, impulsando a los correístas, que finalmente perdieron las elecciones frente a Daniel Noboa. Más recientemente, las acusaciones de la Fiscalía por el denominado Caso Metástasis, que vincula a Glas con grupos del narcotráfico, provocaron una orden de captura en su contra y la revocación de su libertad condicional.
Glas decidió huir y se refugió en la Embajada de México, primero como huésped y, el viernes pasado, como asilado, pese a la queja del Gobierno ecuatoriano, que lo consideró un "acto ilícito".