El Gobierno de Nicaragua, a través del Ministerio del Interior, aprobó este martes una normativa que le permitirá regular los eventos y espectáculos artísticos públicos, "a fin de garantizar la seguridad ciudadana, la del Estado y el orden interno en el territorio nacional", informó la agencia EFE.
La "Normativa para la Regulación de Productores, Promotores y Organizadores de Actividades, Eventos o Espectáculos Artísticos Públicos" fue aprobada por la ministra nicaragüense del Interior, María Amelia Coronel Kinloch, y entra en vigencia a partir de hoy.
Coronel Kinloch explicó que es facultad del Ministerio del Interior implementar, mantener y ejecutar las medidas necesarias para garantizar la seguridad ciudadana y humana, así como el orden interno en el territorio nacional.
"La Normativa para la Regulación de Productores, Promotores y Organizadores de Actividades, Eventos o Espectáculos Artísticos Públicos, es el marco regulatorio aplicable a las personas naturales o jurídicas nacionales o de otra nacionalidad que se dediquen a la realización de actividades, eventos o espectáculos artísticos públicos en territorio nacional", indicó.
Por su lado, la Policía Nacional mantiene prohibidas las manifestaciones en las calles desde septiembre de 2018 con el argumento de evitar disturbios, incluyendo las que se realizan en ocasión del Día Internacional de la Mujer o para conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos.
El Gobierno de Nicaragua, a través de la Policía Nacional, también ha prohibido a la Iglesia Católica sacar a los santos a las calles desde hace más de un año, cuando no les autorizó a celebrar las procesiones de viacrucis durante la Cuaresma de 2023 ni después en Semana Santa.
La orden policial fue adoptada después de que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en el poder desde 2007, tildara de "mafia" a sacerdotes, obispos, cardenales y al papa Francisco.
El régimen de Ortega y de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, envió este domingo al destierro al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez, quien era el preso político de mayor relevancia dentro de Nicaragua. El prelado, junto a otros 17 religiosos, fue enviado a Roma gracias a un acuerdo entre Managua y el Vaticano.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato y cuarto consecutivo, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio.
