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Política

Cuba y Corea del Sur: ¡por supuesto que es la economía!

La 'profundización' de la crisis es el motivo principal de La Habana para la reanudación de relaciones diplomáticas: un nuevo país al que pasarle el cepillo.

Madrid
Vista de Seúl.
Vista de Seúl. Getty Images

En 1988, el régimen de Fidel Castro boicoteó los Juegos Olímpicos de Seúl, junto a Albania, Etiopía y Corea del Norte. Fiel a la palabrería de Pyongyang, Corea del Sur era un demonio hecho país y la reunificación de estilo Kim, el único camino posible para la península.

La baja capacidad de rencor de los surcoreanos ha sido una "suerte" para Miguel Díaz-Canel. Y para que nadie se llame a engaño, firmó con una mano la paz Seúl-La Habana y con la otra acarició la mejilla del nietísimo. ¿El pretexto? Un nada relevante aniversario 82 del nacimiento de Kim Jong-Il.

"Recordamos su legado, con un afectuoso saludo al Partido, Gobierno y noble pueblo de la RPDC. Reafirmamos nuestra histórica relación de amistad, solidaridad y hermandad entre Cuba y RPDC", escribió Díaz-Canel en la red social X.

A casi todo —excepto a los urgentes cambios internos— parece dispuesto el gobernante designado para encontrar nuevas fuentes de tesorería y subsistencia.

"Lo más probable es que Corea del Sur haya hecho ofertas [a Cuba] de más inversión y comercio bilateral, además de ayuda humanitaria", considera Sung Yoon Lee, investigador asociado en el Korea Institute, de la Universidad de Harvard.

En declaraciones a DIARIO DE CUBA, el también experto del Wilson Center apunta a un motivo: "alejar a Cuba de Corea del Norte, el viejo amigo de La Habana en la región".

La prensa surcoreana observa el claro interés económico de La Habana. Hallar incautos o prestamistas, a quienes pasar el cepillo o el sombrero, es ley de vida para el castrismo.

"El hecho de que Cuba estableciera relaciones diplomáticas se debe a la profundización de la crisis económica. Cuba ha estado atenta al crecimiento económico de Corea y ha sopesado constantemente la normalización de las relaciones", opinó el influyente periódico Chosun.

Donga, el otro gran diario surcoreano, menciona sin complejos el corazón del problema: "Cuba, que sufre dificultades económicas, no puede evitar sentirse atraído por un país con un desarrollo notable, y no por uno con hambruna crónica".

Seúl donó a la Isla unos 500.000 dólares en los últimos años, tras la explosión de un tanque de combustible en Matanzas y las afectaciones por lluvias e inundaciones. No es mucho dinero, pero todo viene bien en un escenario de crisis humanitaria. Para convencer al régimen, es evidente que a los surcoreanos les ha funcionado la política de "echar maíz a la gallina" del Caribe.

Con Kim Jong-un sobran "abrazos", "lazos indestructibles" y otras memeces de la retórica comunista, pero no llega ni un solo dólar.

Pragmatismo y Trump a la vista

"Comenzamos a transitar un nuevo capítulo en la orientación externa cubana hacia la península coreana, caracterizado por una primacía del pragmatismo sobre la ideología. Y seguramente asistiremos a un incremento del flujo comercial e inversiones surcoreanas", dice Luciano Bolinaga, doctor en Relaciones Internacionales y director del Centro de Estudios de Asia, de la Universidad Austral de Argentina.

Voces asiáticas han reparado en que Seúl y La Habana reestablecieron vínculos oficiales justamente después de que Pyongyang definiera a Corea del Sur como su "principal enemigo".

Bolinaga dice a DIARIO DE CUBA que la decisión se debe a "un recambio generacional en la elite política cubana".

"Seguramente hubo alguna comunicación", pero "es muy pronto para conocer y determinar el contenido de ese diálogo y su impacto en la alianza bilateral", responde el experto argentino a la interrogante de si La Habana informó previamente a Pyongyang.

Según el diario Donga, las relaciones con EEUU "también parecen haber actuado como variable".

"Una mayor probabilidad de que el expresidente Donald Trump regrese al poder (adoptó una política de línea dura al redesignar a Cuba como Estado patrocinador del terrorismo), también puede haber sido un factor que aceleró la decisión realista de Cuba", indicó el periódico.

Para el académico Sung Yoon Lee, La Habana estima que la normalización con un aliado de EEUU "ayudaría a persuadir a Washington de aliviar las sanciones y restricciones de viaje, deshacerse de la imagen de 'Estado paria' y ser retirado de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo".

El diario Chosun recuerda, en clave geopolítica, que Cuba mantiene relaciones diplomáticas con más de 190 naciones, "lo que lo convierte en uno de los países clave de América Central y del Sur", con "un papel muy importante en las operaciones de no alineación y en la diplomacia del Tercer Mundo".

La última frase parece calcada de la política de España y la Unión Europea hacia Cuba, basada en no molestar demasiado al castrismo, debido a su influencia en otros regímenes y a su supuesto papel de mediador regional.

¿Un gran negocio?

Corea del Sur es una de las potencias asiáticas que vencieron al subdesarrollo después de la Segunda Guerra Mundial, junto a Japón, Taiwán, Singapur y Hong Kong.

Actualmente sus exportaciones a América Latina se dirigen, sobre todo, hacia México, que es además el país de la región que más vende a los coreanos, según datos del Banco Santander.

El Banco Interamericano de Desarrollo asegura que Corea del Sur es uno de los socios económicos más importantes de América Latina y el Caribe, debido a la "prosperidad" generada por ambas partes cuando implementaron la "gran liberalización", a comienzos de la década de 1990.

Desde 2000, las empresas surcoreanas han invertido 26.000 millones de dólares en América Latina y el Caribe. En el éxito de la relación económica, no debe pasar inadvertido el concepto de "gran liberalización", una transformación que está lejos de producirse en Cuba.

El intercambio comercial entre Cuba y Corea del Sur es hoy ridículo. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Seúl (2022) cifra las exportaciones en 14 millones de dólares y las importaciones en siete millones. Puro menudo, calderilla.

Seúl pretende comprar níquel y cobalto para las baterías de sus vehículos eléctricos, pero la realidad minera cubana padece los mismos problemas que el país. El canal chavista Telesur informó recientemente que la producción de níquel en la Isla solo alcanzó las 40.000 toneladas en 2023. Y un estudio de la Universidad de Navarra (España) afirma que Cuba podría jugar un papel más significativo "si liberalizara más su economía para la atracción de inversiones mineras".

Por tanto, una vez más, el progreso depende de la voluntad política de quienes no pretenden cambiar nada. O cambiarlo todo, para que todo siga igual.

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3 comentarios

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Los gobiernos "pordioseados" son conscientes del descaro indigente cubano, por lo que, si le llegan a enviar alguna limosna, será lo mínimo posible para cumplir con el protocolo de la diplomacia internacional.
En otras palabras: "puro teatro".

El problema es que hay que ser bien sonso para no darse cuenta que Cuba esta completamente arruinada y anda buscando un tanque de oxigeno a como de lugar !!
No se preocupen ,,, Ya los coreanos tendran tiempo de arrepentirse y llorar por su necedad !!
Guerra avisada no mata soldado !!

Parece que el periodista Suarez leyo un comentario que publique hace algun tiempo en estas paginas
No cabe duda que Raul Castro informo a KimJong sobre esas relaciones y le explico ademas el caracter puramente economico y la intencion de extorsion de Cuba hacia ese titere yanqui ..Eso esta claro ..
Lo que no entiendo es la posicion de Corea del Sur ,
Solo se explica si tomamos un pensamiento einsteniano y lo aplicamos a La Republica de Corea y cito :
El que muere no sabe que esta muerto y no sufre , mas los que quedan si lo saben y sufren ,, Lo mismo pasa con los estupidos !!