El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó hoy una ley que permitirá a las autoridades confiscar dinero, objetos valiosos y otros bienes a los condenados por difundir "información intencionadamente falsa" sobre el Ejército del país, reportó la agencia AP.
La ley se aprobó con facilidad en las dos cámaras del Parlamento ruso, con un apoyo unánime en la Cámara Alta la semana pasada.
El vocero de la Duma (Cámara Baja), Vyacheslav Volodin, dijo que la medida endurecerá el castigo a los "traidores que arrojan lodo contra nuestro país y nuestras tropas", y despojará "a esos canallas de títulos honoríficos, confiscará sus bienes, su dinero y otros objetos de valor".
Las autoridades rusas han empleado la ley contra el "descrédito" al Ejército ruso, que incluye delitos como la "justificación del terrorismo" y la propagación de "noticias falsas" acerca de las Fuerzas Armadas, para silenciar a los críticos de Putin.
Muchos activistas, blogueros y ciudadanos de a pie han sido sentenciados por estos motivos a largas penas de cárcel en Rusia.
La nueva ley de confiscación se aplicará a quienes sean condenados por incitar públicamente a "actividades extremistas", por pedir medidas que atenten contra la seguridad del Estado, o por "desacreditar" a las Fuerzas Armadas. Esto último es ya un delito penal en base a una ley adoptada dentro de la amplia represión gubernamental a la disidencia que se desató tras el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022.
La agencia de prensa oficial Tass publicó que si alguien es condenado según la nueva ley, solo podrán confiscarse dinero, activos y propiedades "obtenidas por medios criminales" o utilizadas para actividades contra la seguridad nacional rusa.
Esta medida represiva se asemeja a una dura legislación de la era soviética que autorizaba a expropiar viviendas por varios delitos penales.
Mejorando la mordida, como el Aligator, pero en este caso el Putindrilo poco a poco re-impone leyes de la dictadura comunista en su afán de revivir una ex-URSS imposible en estos tiempos, con la salvedad de que la plutocracia rusa y los generales están a punto de reaccionar antes de ser invitados a un té saborizado con Polonio 210 ó les organize una operación especial de aterrizaje como la de Prigodzhin.