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Panamá

Martinelli se asila y agita una campaña electoral en la que busca reelección

Hasta la semana pasada el expresidente Ricardo Martinelli aseguraba que participaría en la carrera presidencial, pese a que sistemáticamente la Justicia de Panamá no lo considerara inocente.

Brasilia
Ricardo Martinelli.
Ricardo Martinelli. AFP

La campaña electoral, que recién se ha iniciado oficialmente en Panamá, está en medio de una agitación inédita: el expresidente Ricardo Martinelli, gran favorito para volver al poder según las encuestas, ha recibido asilo en la Embajada de Nicaragua. El exmandatario ha agotado todos los recursos legales para evitar una condena de 11 años de cárcel por lavado de dinero.

Las elecciones generales están previstas en Panamá para el 5 de mayo y hasta la semana pasada Martinelli aseguraba que participaría en la carrera presidencial, pese a que sistemáticamente el sistema de justicia en Panamá no lo considerara inocente. El viernes 2 de febrero se conoció el último fallo judicial y ese día anunció que sí inscribiría su candidatura.

En una suerte de vuelco rocambolesco, Martinelli se refugió sorpresivamente en la Embajada de Nicaragua en Panamá este 7 de febrero, y desde allí denunció una conspiración en su contra, en la que incluyó a EEUU, así como a "poderosos intereses privados panameños".

Dado que el expresidente, quien gobernó entre 2009 y 2014, encabeza las encuestas a la fecha, su deserción cambiará de forma radical el tablero electoral. Ya analistas preveían, cuando tuvo lugar una extendida protesta a fines del año pasado, que la mesa parecía servida para la irrupción de un outsider, que de forma sorpresiva encuentre respaldo en medio de la campaña para la presidencia.

Un reciente sondeo del diario La Prensa mostró como un 70% de los panameños entre 18 y 35 años de edad no tienen vinculación con los partidos políticos y en general tienen una opinión desfavorable hacia la clase política tradicional.

En el caso de Martinelli, pese a las diversas acusaciones de corrupción y blanqueo de capitales que pesan en su contra, tanto en Panamá como en EEUU, una parte de la sociedad —especialmente los adultos mayores— conservan una opinión favorable de su gestión, que se caracterizó por grandes obras públicas.

El expresidente Martinelli "solicitó asilo en la Embajada de la República de Nicaragua en Panamá, por considerarse perseguido por razones políticas y encontrarse en riesgo", dice una nota enviada por la Cancillería de Managua a Panamá este miércoles 7 de febrero. El régimen de Daniel Ortega y de su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo decidió concederle protección, permitiendo que permanezca en la sede diplomática nicaragüense.

Desde Managua, la vicepresidenta Murillo pidió a las autoridades panameñas "brindar las seguridades para la pronta salida y traslado humanitario del asilado Ricardo Alberto Martinelli Berrocal hacia el territorio de la República de Nicaragua".

El régimen sandinista ha concedido asilo a otros expresidentes y altos funcionarios centroamericanos que enfrentan problemas con la Justicia en sus países.

Martinelli, de posiciones conservadoras cuando ejerció el poder, estará en Managua junto a los exmandatarios izquierdistas salvadoreños Mauricio Funes (2009-2014) y Salvador Sánchez Cerén (2014-2019), ambos militantes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y acusados de corrupción en sus respectivas gestiones de gobierno.

Martinelli, de 71 años, fue condenado en julio pasado a 128 meses de prisión y a pagar una multa de 19 millones de dólares por blanqueo de capitales. Esta decisión ya había sido ratificada en octubre por un tribunal de apelaciones y ahora se le rechazó un recurso de casación.

El Tribunal Electoral había evitado pronunciarse en vista de que el expresidente podía revertir el proceso, pero tal cosa no ocurrió. Con su condena es inminente que el órgano electoral panameño decida que Martinelli está impedido de participar en la contienda por la Presidencia.

El expresidente espera que sus simpatizantes voten ahora por José Raúl Mulino, quien ocupó el cargo de ministro de Seguridad entre 2009 y 2014. "De todas maneras vamos a estar juntos. Los dos juntos vamos a ganar la Presidencia en el 2024", expresó Martinelli.

Analistas como José Stoute ven difícil que la alta popularidad de Martinelli se pueda traspasar de forma automática a Mulino, a quien se le considera como poco carismático. Martinelli es líder del partido Realizando Metas (RM, las iniciales de su nombre), y a pesar de todos los líos judiciales que le acompañan sigue teniendo una alta popularidad entre los panameños.

Para las elecciones de mayo, otros postulantes son el exmandatario Martín Torrijos (2004-2009) y el actual vicepresidente José Gabriel Carrizo, ambos socialdemócratas.

Martinelli fue juzgado por comprar en 2010, mientras era presidente, la mayoría de las acciones de Editora Panamá América con dinero proveniente del cobro de comisiones en obras de infraestructura.

Este caso, conocido como "New Business" por el nombre de una de las sociedades utilizadas en la trama, ya tiene sentencia en firme. Además, el expresidente enfrentará otro juicio en julio por el supuesto blanqueo de sobornos pagados por la constructora brasileña Odebrecht.

Dos hijos del exmandatario, Ricardo y Luis Enrique Martinelli, cumplieron dos años y medio de prisión en EEUU por el cobro de comisiones a Odebrecht.
 

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