Sin esperar los resultados oficiales de la votación, este 4 de febrero el presidente de El Salvador Nayib Bukele se ha autoproclamado ganador de las elecciones. Este anuncio, que se saltó los procesos institucionales del país centroamericano, simboliza el cambio de época en la que analistas comienzan a acuñar la tesis de que ocurrió un golpe, pero desde dentro del Estado.
En septiembre de 2022 Bukele anunció oficialmente su intención de permanecer en el poder, apostando a una reelección inmediata, pese a que la Constitución vigente lo prohíbe expresamente. Cuando Bukele complete su segundo periodo habrá gobernado durante una década, un asunto inédito desde la instauración de la democracia en los 80.
Bukele, quien cumplirá 43 años en julio venidero, originalmente fue electo en 2019 para un periodo de cinco años que debería concluir en 2024. Hace algo más una década, precisamente, irrumpió en la palestra pública salvadoreña al resultar elegido alcalde de Nuevo Cuscatlán, y tres años después resultó electo como alcalde de San Salvador, la capital.
En ambas elecciones, Bukele concurrió como abanderado del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), la agrupación que nació del grupo guerrillero homónimo y que optó por dejar las armas gracias al proceso de paz de los 80.
Tras distanciarse del FMLN y no tener vínculo con el conservador Arena, el otro gran partido que dominó la escena política por tres décadas, Bukele llegó a la Presidencia apalancado en su asertivo uso de las redes sociales, con un discurso anticorrupción y la promesa de transformaciones profundas para beneficiar a la sociedad salvadoreña.
El año pasado, al ser consultada por DIARIO DE CUBA, la activista venezolana Carolina Jiménez sostuvo que "con Bukele presenciamos la crónica de un autoritarismo anunciado". Jiménez, quien preside la Oficina en Washington para América Latina (WOLA, por sus siglas en inglés), señala que además de obtener por voto popular una sólida mayoría legislativa, Bukele procedió a desmantelar el Poder Judicial y además actúa contra periodistas y ONG, dado que pretende silenciar a estos poderes sociales (prensa independiente, sociedad civil), con su rol de contrapeso en los sistemas democráticos.
En DIARIO DE CUBA presentamos una cronología sucinta de los principales hitos que han marcado la presidencia de Bukele, en lo que ya diversos organismos de derechos humanos catalogan de deriva autoritaria.
Febrero de 2020: Un domingo, cuando la Asamblea Legislativa (Parlamento) estaba sin sesiones, Bukele irrumpió en la sede, arropado por oficiales de la Policía y militares, se sentó en la silla del presidente parlamentario y ordenó el inicio de la sesión, amparado, dijo, por un derecho divino.
Abril de 2020: Tras aplicar medidas forzosas de confinamiento, haciendo uso de militares y policías, en el contexto de la pandemia de Covid-19, Bukele anunció que desconocía las decisiones de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, la máxima instancia judicial del país. Los magistrados dictaminaron que el Gobierno violaba derechos básicos.
Septiembre de 2020: el medio digital El Faro reveló que altos funcionarios del Gobierno de Bukele habían sostenido por más de un año negociaciones con cabecillas de la Mara Salvatrucha, uno de los grupos de delincuentes responsables de la ola de violencia en Centroamérica en los últimos años.
Marzo de 2021: El partido de Bukele, Nuevas Ideas, obtuvo mayoría calificada en la Asamblea Legislativa, el parlamento unicameral de El Salvador. Por primera vez en las tres décadas de historia en democracia, en El Salvador, un solo partido obtenía tal cúmulo de poder.
Mayo de 2021: En su sesión de instalación, Nuevas Ideas y partidos minoritarios aprobaron la destitución de los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional, sustituidos por jueces afines al presidente Bukele, saltándose el procedimiento constitucional. En esa misma sesión, el Congreso salvadoreño destituyó al fiscal general Raúl Melara y lo sustituyó por el exfiscal de crimen organizado, Rodolfo Delgado, también simpatizante de Bukele.
Agosto de 2021: El último día de agosto, los diputados de Nuevas Ideas, el partido de Bukele, dueño de una amplia mayoría, y sus aliados minoritarios —Gana, Partido Demócrata Cristiano y Partido de Concertación Nacional—, todos de orientación conservadora, aprobaron una reforma legislativa que de forma automática expulsó al menos a un tercio de los 690 jueces de todo El Salvador, así como a decenas de fiscales.
Septiembre de 2021: La Asamblea Legislativa, dominada por adláteres de Bukele, dictó una sentencia reñida con la Constitución vigente. La decisión, según opinan analistas y defensores de derechos humanos, fue una suerte de maroma, ya que tomaron una demanda en la cual el meollo del asunto no era aprobar la reelección presidencial en El Salvador, y sencillamente dejaron la puerta abierta para que Bukele pudiera optar por la reelección.
Enero de 2022: Reporteros Sin Fronteras condenó el espionaje llevado a cabo en El Salvador contra dos decenas de periodistas del medio digital El Faro, cuyo periodismo crítico está en el centro de los señalamientos del presidente Nayib Bukele.
Marzo de 2022: Al dictar un estado de excepción, que se ha extendido en el tiempo, el Poder Legislativo salvadoreño prohibió de facto a la prensa del país centroamericano brindar información sobre las pandillas, grupos delincuenciales que han actuado tanto en El Salvador como entre migrantes salvadoreños en EEUU.
Septiembre de 2022: El presidente Bukele anuncia que buscará una relección inmediata pese a que contradice la Constitución vigente en su país.
Febrero de 2023: Bukele presenta la "cárcel más grande del continente" mientras crecen denuncias por detenciones masivas en el país centroamericano.
Abril de 2023: El medio digital El Faro anuncia que cierra operaciones en El Salvador, donde fue fundado en 1998, y muda su sede a Costa Rica al denunciar ser víctimas de acoso judicial y espionaje por parte del gobierno de Nayib Bukele.
Julio de 2023: Nayib Bukele oficializa su candidatura a la reelección, pese a que la Constitución lo prohíbe. A mediados del año pasado, los niveles de aceptación del mandatario estaban por encima del 80%, según sondeos, entre otras razones por la aplicación del estado de excepción para combatir a las pandillas (maras).
Agosto de 2023: El Gobierno de Bukele aprueba los juicios colectivos. De acuerdo con un documento de la ONU, "a los defensores públicos se les ha dado de tres a cuatro minutos para presentar los casos de 400 a 500 detenidos a la vez".
Octubre de 2023: Nayib Bukele se inscribe como candidato presidencial para buscar la relección y anuncia que se separa temporalmente del cargo de jefe de Estado.
4 de febrero de 2024: Bukele se proclama ganador de las elecciones, sin esperar un pronunciamiento del Tribunal Supremo Electoral, y dice haber obtenido el 85% de los votos.