Ya Milei es el presidente argentino y confirma ajuste económico severo con estanflación

Javier Milei asumió la Presidencia de Argentina este 10 de diciembre, en un acto protocolar junto a sus adversarios, los salientes presidente Alberto Fernández y vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y luego —en su primer discurso como mandatario— confirmó que implementará un severo programa de ajuste económico que de entrada generará estanflación.

"No hay solución alternativa al ajuste (…) todos los programas gradualistas terminaron mal", argumentó Milei al defender lo que será el enfoque de sus decisiones en materia económica: habrá una política de shock. Sin dar detalles de las medidas, dijo que el peso del ajuste recaerá en el Estado y no en las empresas privadas, que se necesitan activas para la productividad nacional.

"Serán duras las decisiones que habrá que tomar en las próximas horas. En el corto plazo la situación empeorará, pero luego veremos frutos de nuestros esfuerzos", sostuvo el mandatario desde las escaleras del Congreso nacional, en una puesta en escena que hizo recordar las tomas de posesión de EEUU. Luego del acto protocolar, que sí transcurrió dentro del edificio legislativo, y de su discurso ante miles de argentinos, Milei hizo un recorrido por las calles del centro de Buenos Aires en un vehículo descapotado.

El presidente, que fue electo con un discurso ultraliberal y anuncios de que implementaría una dolarización, omitió este tema y enfatizó que el énfasis en las primeras de cambio será el ajuste del gasto público. Prometió un "ajuste ordenado", pero reconoció que "sabemos que será duro".

Uno de los problemas más graves, según el presidente, es la deuda que hereda su Gobierno. Según sus palabras, debido a la generación de dinero inorgánico durante los cuatro años de Gobierno de Fernández (2019-2023), se sumaron otros 100.000 millones de dólares para sumar un total de 420.000 millones de dólares de deuda interna y externa. Calificó de "bomba de tiempo" esta situación, pero recalcó que el Estado argentino responderá a sus compromisos.

"Habrá estanflación", anunció Milei, como reacción inmediata al ajuste. La estanflación se caracteriza por un estancamiento económico, a la vez que persiste el alza de los precios y el aumento del desempleo. Según el presidente, entre enero y febrero de 2024 la inflación podría estar entre 30% y 40% al mes.

Muchos medios de prensa y observadores aplaudieron el traspaso constitucional en el Congreso, pese a la agria campaña electoral. Milei juró ante Fernández de Kirchner, ahora exvicepresidenta y en funciones presidenta saliente del Senado, y luego Milei recibió del exmandatario Alberto Fernández la banda presidencial.

Durante su campaña, y luego en su discurso ante la sociedad argentina, Milei fustigó precisamente a Fernández de Kirchner, quien fue dos veces presidenta (2007-2015), y al saliente Alberto Fernández. Enfatizó que la herencia tan complicada en lo económico que recibe su Gobierno, se debe al populismo peronista que no tomó medidas en la dirección correcta. Básicamente cuestionó el tamaño del Estado y las prebendas de altos funcionarios públicos.

Milei admitió que el programa de ajustes generará más desempleo y pobreza, pero recalcó que esto será un efecto pasajero que luego se revertirá en la medida que el programa de schock tenga éxito, esto según sus proyecciones. No lo dijo tácitamente, pero se espera que el plan económico muestre sus primeros frutos luego del primer semestre.

Fuera de lo estrictamente económico, Milei resaltó que pondrá énfasis en seguridad ciudadana, educación y salud. En lo primero destacó que apenas el 3% de los delitos terminan en condena. En esta materia, el presidente contará con la conservadora Patricia Bullrich como ministra de Seguridad. Bullrich fue candidata presidencial por la coalición Juntos por el Cambio, que encabeza el expresidente Mauricio Macri (2015-2019), quien se esperaba tuviese un papel más relevante en el nuevo Gobierno, pero ha estado distanciado por diferencias con Milei.

En educación, dijo que hay que tener nuevas respuestas, distintas a las políticas del peronismo para hacer frente a esta realidad. "Solo 16%  de los chicos argentinos se reciben (concluyen) en tiempo la escuela", afirmó. También anunció que refundará el sistema de salud pública. En general su tesis, en materia social, es que "la única forma de salir de pobreza es con más libertad".

Una primera decisión, que muestra la era de cambios que comienza en Argentina con el ascenso al poder de Milei, está en la reducción del Gabinete de Gobierno. De los 20 ministerios que tuvo la gestión de Alberto Fernández, quedó reducido a solo 9. Medios de prensa han calificado de heterodoxo al primer equipo de gobierno de Milei, al contrario de lo que se temía cuando fue electo de que tuviese colaboradores ultraliberales, tal como había sido su discurso de campaña.

"Para carteras decisivas, como Economía y Seguridad, Milei ha optado por ministros que también formaron parte de la gestión pública durante Macri: el financista Luis Caputo y la excandidata presidencial Patricia Bullrich", comentó la edición argentina de El País.

En el Gabinete están incluidos dos colaboradores, veteranos de la vida política, que le ayudarán a Milei a tender puentes con el peronismo no kirchnerista. Se trata de los ministros del Interior, Guillermo Francos, y de Infraestructura, Guillermo Ferraro.

En tanto, el jefe de Gabinete, una posición estratégica, tendrá a Nicolás Posse, muy cercano a Milei. Posse procede de la empresa privada y carece de experiencia política previa.

Durante este acto de asunción resaltó el protagonismo de Karina Milei, hermana del nuevo presidente, quien pese a no tener un cargo formal es claramente una figura de poder en la nueva Argentina, mientras que, en los actos, por otro lado, la vicepresidenta Victoria Villarruel quedó claramente como una figura secundaria para el nuevo mandatario.