No será algo nuevo para los ecuatorianos. Ya ocurrió en las elecciones presidenciales de 2021. Los resultados de las votaciones adelantadas para escoger un nuevo presidente en Ecuador ha terminado por arrojar dos resultados nítidos: será necesario un balotaje definitorio y en las semanas que están por venir el debate político se centrará de nuevo en Rafael Correa.
Las votaciones que tuvieron lugar este 20 de agosto, en medio de fuertes medidas seguridad en torno a los candidatos y candidatas tras el asesinato del periodista y candidato presidencial Fernando Villavicencio, tuvieron sin embargo una positiva respuesta ciudadana. Alrededor del 82% del padrón electoral de 12,8 millones de votantes, acudió a las urnas.
De acuerdo con las cifras del Consejo Nacional Electoral, una vez escrutados el 100% de los votos, la candidata Luisa González se hizo con el 33,4%, mientras que Daniel Noboa obtuvo el 23,5%. Ella fue escogida como opción presidencial con el visto bueno de Correa, quien gobernó entre 2007 y 2017, pero actualmente está prófugo de la Justicia ecuatoriana en Bélgica, tras sentencias en firme por casos de corrupción.
Noboa, sin embargo, ha terminado por ser la noticia de estas elecciones ecuatorianas signadas por la violencia generada por el narcotráfico. Con apenas 35 años no aparecía con posibilidades de triunfo en las encuestas previas. Se trata de un empresario conservador, hijo de quien en su momento fue el hombre más rico de Ecuador, Álvaro Noboa, pero quien es recordado porque falló en cinco ocasiones en su aspiración de ser presidente del país andino.
Un balotaje protagonizado por González, quien reivindica las políticas sociales y los planes desarrollados en su momento por Correa —una suerte de regreso al estatismo—, y Noboa, que ha dado un discurso fresco, pero aterrizado en valores de libre mercado, proyecta de nuevo un debate político polarizado como el que se vivió en su momento en las elecciones de 2021, cuando el banquero Guillermo Lasso terminó siendo electo en segunda vuelta al imponerse al candidato del correísmo, Andrés Arauz.
Analistas consideran que el correísmo, desde la Asamblea Legislativa, y en alianza con representes del movimiento indígena y otros factores de izquierda, jugaron a implosionar al Gobierno de Lasso, quien ante el escenario de ser enjuiciado políticamente, con lo cual habría sido destituido, optó por convocar elecciones adelantadas, un derecho que le da la Constitución a los jefes de Estado ante crisis graves en Ecuador.
El balotaje será el próximo 15 de octubre y la toma de posesión está prevista para el 30 de noviembre. El nuevo presidente o presidenta de Ecuador solo gobernará por año y medio para concluir el periodo presidencial de cuatro años de Lasso, quien declinó participar en estas elecciones de 2023. El país andino escogerá presidente nuevamente en 2025.
A diferencia de 2021, en este 2023 la llamada Revolución Ciudadana del expresidente Correa tiene actualmente un mejor momento político electoral, tras varios años de debacle y crisis. Esto quedó en evidencia, tal como reseñó en su momento DIARIO DE CUBA, con su victoria en las elecciones regionales y municipales de febrero pasado.
Entretanto, y de acuerdo con observadores, Noboa comenzó a diferenciarse del resto con su participación en el debate presidencial del fin de semana antes de las votaciones y días después del asesinato a tiros del candidato Villavicencio. Su tono sereno y su discurso de no confrontación con el resto de candidatos hizo destacar a Noboa, un joven que había pasado prácticamente desapercibido como aspirante a la Presidencia.
Desde ya se pronostica una campaña polarizada en torno al correísmo y el anticorreísmo. La figura del expresidente, quien hace uso intensivo de las redes sociales para seguir presente en el debate político cotidiano de su país, es inevitable en cualquier debate político de los últimos años en Ecuador.
De cara al balotaje, finalmente, serán determinantes las decisiones que tomen los partidos y candidatos derrotados el pasado domingo. En el caso de González no se visualizan apoyos de peso entre las candidaturas derrotadas, cosa que parece ser diferente en el caso de Noboa.
Christian Zurita, el sustituto de Villavicencio, obtuvo 16,4%, mientras que Jan Topic, el llamado Nayib Bukele ecuatoriano, tuvo un 14,6%, y Otto Sonnenholzner, exvicepresidente del Gobierno de Lenín Moreno, quedó con un 7% de los votos. Ninguno de estos candidatos parecería aliado del correísmo y podrían inclinarse hacia Noboa para formar un frente todos contra la delfín de Correa.
La misma noche que reconocía su derrota, Topic quien se había se había convertido en protagonista de la campaña con su discurso de mano dura frente a la inseguridad al estilo del presidente salvadoreño, dijo que apoyará a Noboa en la segunda vuelta.
Las elecciones presidenciales se realizaron en medio del estado de excepción decretado tras el asesinato de Villavicencio. Pese a cierto aire de tensión en algunos lugares, la jornada electoral en realidad transcurrió sin incidentes, aunque los candidatos tuvieron que acudir a votar rodeados de fuertes medidas de seguridad.
En fin ciertamente el populismo de izquierda y la ignorancia masiva es lo que mantiene estancada a America Latina, mientras Asia avanza con paso firme.
Si gana Correa, otro país, a la ruina. Él es tan HP como Maduro, Ortega, Raúl Castro...