Aún cuando restan dos años para las elecciones presidenciales de 2025, en Ecuador los resultados electorales municipales han terminado siendo un verdadero terremoto, el cual ha devuelto a la palestra pública al expresidente Rafael Correa y su movimiento Revolución Ciudadana (RC), que se proyecta desde ya como la primera fuerza política del país andino.
Los candidatos respaldados por Correa no solo se hicieron con las alcaldías de las dos ciudades más importantes de Ecuador, Quito y Guayaquil, sino que en su conjunto alcanzaron los gobiernos municipales y regionales de ocho puntos estratégicos del país y lograron un hito, que ni siquiera cuando el expresidente ejercía el poder se logró: derrotar al conservador Partido Social Cristiano en su feudo de la costa.
Este partido conservador tuvo el control de la ciudad de Guayaquil y de la provincia de Guayas por más de tres décadas consecutivas. En los años en que Correa fue presidente con su propuesta izquierdista (2007-2017) no logró derrotar a las fuerzas conservadoras allí. Es, sin duda, un terremoto por demás inesperado, ya que las encuestas previas no mostraban este escenario.
Otro triunfo sorpresivo del correísmo estuvo en Quito, pero de menor calado ya que seguidores del expresidente habían gobernado en otras ocasiones a la capital ecuatoriana.
Dado que Rafael Correa sigue estando inhabilitado, con una serie de juicios en su contra en Ecuador, las miradas se han puesto en quien podría ser su delfín en las elecciones presidenciales de 2025. Se trata del sociólogo Pabel Muñoz, quien ha obtenido el triunfo para la alcaldía de Quito. Las autoridades judiciales consideran a Correa como un prófugo de la Justicia, está actualmente bajo protección de Bélgica.
Muñoz, en su carrera política, ha desempeñado varias funciones durante el correísmo, entre ellas ha sido asambleísta, presidente de la Comisión de Régimen Económico y Tributario, subsecretario de Reforma Democrática del Estado, viceministro de Inclusión Económica y Social (Mies), así como secretario nacional de Planificación y Desarrollo.
Además de estas elecciones locales, se votó este 5 de febrero un referendo constitucional impulsado por el Gobierno del conservador Guillermo Lasso. El mandatario, quien tiene un nivel de rechazo en torno al 80% según estudios de opinión, ha sido también un gran perdedor en la jornada electoral.
No pudo mostrar victorias de candidatos apoyados por él, lo cual le limita aún más, dado que también tiene una presencia minoritaria en el Parlamento unicameral del país andino. Lasso, además de baja popularidad, acumula varios frentes de conflictividad que van desde los reiterados motines en las cárceles, un aumento del narcotráfico y el crimen organizado y paros con movilización de las organizaciones indígenas.
El alto rechazo que tiene el jefe de Estado terminó disparándose en su contra. En las ocho preguntas que presentó a consideración de la ciudadanía en el referendo, estaba triunfando el no, el rechazo a las propuestas de Lasso, en un lento escrutinio aún la noche (local) de este lunes 6 de febrero.
"En líneas generales, el proceso electoral ha sido muy correcto (...) Llama la atención la poca presencia de los delegados de partidos políticos (en el proceso)", comentó a DIARIO DE CUBA el politólogo argentino Leandro Querido, quien ha encabezado en Ecuador una misión de observación de Transparencia Electoral de América Latina.
El movimiento RC, de Correa, triunfó en siete provincias: Pichincha, cuya principal ciudad es la capital Quito, Azuay, Santo Domingo, Santa Elena, Manabí, Guayas y Guayaquil. Con los resultados de estas elecciones, que se consideran un sondeo de cara a las elecciones presidenciales de 2025, el correísmo se ha llevado un tercio de las 24 provincias del país. El tercio más importante por densidad de población.
Con un correísmo triunfante y siendo, además la primera fuerza en el Parlamento, y teniendo como adversarios a quienes al inicio de su Gobierno fueron aliados, el movimiento indígena, se proyectan dos años difíciles para Lasso.
De acuerdo con analistas, lo que fue principalmente una jugada para recuperar el control de la agenda pública, las preguntas para el referendo, terminaron por dejar en evidencia su notable debilidad política, más allá de la Presidencia, y el alto rechazo de la ciudadanía. El no en el referendo, en verdad, fue una suerte de voto castigo para Lasso, según observadores de la dinámica política ecuatoriana.
La jornada de este 5 de febrero comenzó manchada por el asesinado de Omar Menéndez, candidato a alcalde de Puerto López, en Manabí, el feudo político del correísmo. Menéndez pertenecía al partido de Correa y encabezaba las encuestas.
La participación de los electores fue del 80,74%, según informan autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE), estando convocados a votar 13,4 millones de personas. Los nivel de participación y de ausentismo se mantuvieron en el nivel histórico, aseguró la presidenta del CNE, Diana Atamaint.
Caballero, los letrinamericanos si no la cagan a la entrada la cagan a la salida, pero la cagan.
No les quepa duda que ese pueblo volvera a poner en la silla presidencial a otro corrupto comunista despues de hacerlo sacado, como paso en Nicaragua, Venezuela, Brasil y Argentina, pero esta vez preparense para disfrutar del socialismo en su version menos dulce.
Estos países suramericanos no tienen remedio…
Ya me lo advertía mi abuela: el comunismo es como la hierba mala.