Los comunistas venezolanos emplazan al PCC tras zarpazo judicial del chavismo

Se ha tratado de la crónica de una intervención anunciada. El Partido Comunista de Venezuela (PCV) finalmente ha sido descabezado, según una decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que nombró una nueva directiva, totalmente externa, en una decisión que había sido esbozada públicamente por el número dos del chavismo, Diosdado Cabello.

A lo largo de los últimos tres meses tuvo lugar una serie de pronunciamientos políticos y acciones judiciales que se consideraban la antesala de lo que finalmente ha decidido este 11 de agosto el TSJ, controlado sin discusión por el régimen de Nicolás Maduro. Los magistrados argumentaron que los comunistas venezolanos no habían implementado procesos democráticos dentro del octogenario partido.

La Sala Constitucional del TSJ, que es una suerte de suprapoder dado que sus decisiones son inapelables, dictó un amparo constitucional en favor de Henry Parra, quien hace un mes acudió a este tribunal para denunciar exclusión de las bases y corrupción en la cúpula comunista venezolana.

El TSJ no solamente acogió la demanda, sino que nombró al demandante al frente de una junta interventora del PCV, la cual tendrá la responsabilidad de "organizar los procesos democráticos internos que garanticen los derechos de participación política de los asociados" del partido vinculado históricamente al Partido Comunista Cubano (PCC) y aliado de Hugo Chávez, cuando este llegó al poder hace más de dos décadas.

Oscar Figuera, diputado y secretario general del PCV, dijo que su partido desconoce la decisión y que se enfocará en la solidaridad internacional para denunciar lo que catalogó como un zarpazo judicial.

Figuera, en una entrevista periodística, aclaró que no tienen acusaciones contra el PCC, ni lo responsabilizan de dicha "agresión".

Llamativamente, para varios periodistas políticos en Caracas, Diosdado Cabello encabezó públicamente la campaña en contra del PCV y la decisión sobre este partido se tomó, finalmente, en la misma semana en que el número dos del chavismo hizo una inusual visita a La Habana, donde fue recibido con alfombra roja por el PCC.

Figuera aseveró que en el seno del PCV "acordamos dirigirnos a ellos (al PCC) para solicitarle su opinión formalmente frente a este acontecimiento que violenta los derechos políticos de un partido comunista que ha sido históricamente consecuente con la revolución cubana sin pedir nada a cambio y poniendo vidas".

Tal como lo reseñó DIARIO DE CUBA, los representantes del PCV denunciaron al Gobierno de Maduro en La Habana en el XXII Encuentro de Partidos Comunistas y Obreros que tuvo lugar en el Palacio de Convenciones de la capital cubana, a fines de 2022. Según El País, aquello tomó por sorpresa al PCC.

Entretanto, en febrero pasado, un total de 45 formaciones comunistas de todos los continentes, entre las cuales no figuró el PCC cubano ni el PCCh chileno, condenaron lo que catalogaron como un plan gubernamental para "asaltar e intervenir el Partido Comunista de Venezuela (PCV)".

Figuera anunció que los comunistas venezolanos desconocerán la decisión del TSJ y convocó a la Conferencia Nacional del Partido: "Esta gente cree que nos va a desmontar, esta gente está loca. El PCV no depende para existir de posiciones burocráticas en el Gobierno de Nicolás Maduro ni en el Estado capitalista actual".

Aunque el PCV no tiene un caudal significativo de votos, sigue siendo una estructura organizada con presencia en varios estados (provincias) de Venezuela. Además, al ser un referente tradicional de izquierda, tiene un peso simbólico que sea justamente este partido el que acuse al Gobierno de Maduro de "neoliberal".

El PCV respaldó a Hugo Chávez desde que este anunciara su intención de competir en las elecciones de 1998. La política del PCV fue de apoyo, pero manteniendo su independencia, siglas y mecanismos internos propios.

Cuando Chávez llamó a que todo el universo variopinto que le venía apoyando se unificara, en 2007, en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), los comunistas decidieron no unirse. Recibieron entonces una reprimenda pública.

En diversos momentos electorales, fue usual la queja del PCV, de ser una suerte de convidado de piedra en las plataformas electorales y gubernamentales del chavismo. Apoyaba al chavismo, pero este no le tomaba en cuenta para estructurar equipos políticos o de Gobierno.

El pasado 1 de mayo, con motivo del Día Internacional del Trabajador, se consumó la ruptura política entre los comunistas venezolanos y el régimen de Maduro.

"El Gobierno de las elites mafiosas, parasitarias y corruptas que encabeza Nicolás Maduro está jugando con fuego al negarle al pueblo trabajador la justa demanda de aumento de salarios y pensiones indexados a la canasta básica, tal como lo ordena el Artículo 91 de la Constitución", cuestionó el propio Figuera en aquel momento.

Recientemente el PCV volvió a manifestar sus discrepancias públicas, al pedir que fuese investigado por la Fiscalía el gobernador del estado Trujillo, Gerardo Márquez, quien llamó a "sacar a coñazos" de esa provincia a la dirigente política conservadora María Corina Machado, quien encabeza las encuestas electorales para escoger un candidato unitario de oposición en octubre próximo, y se encuentra recorriendo el país.

Tal como ha ocurrido con otros partidos críticos del chavismo, que igualmente fueron intervenidos judicialmente, analistas estiman que la tarjeta electoral tradicional del PCV, con el gallo rojo, termine siendo usada para beneficiar al chavismo en las elecciones de 2024.