El diario guatemalteco El Periódico ha anunciado su última edición para este lunes 15 de mayo. El cierre de este medio independiente, un suceso precedido de la detención hace diez meses de su director y fundador, José Rubén Zamora, deja en evidencia el clima restrictivo que se registra en el país centroamericano bajo el Gobierno de Alejandro Giammattei.
Zamora está acusado por la Fiscalía de lavado de dinero y chantaje. Él ha denunciado que estos cargos son una represalia por sus publicaciones periodísticas. Zamora, quien en 1996 fundó El Periódico, fue considerado en 2000 como uno de los 50 héroes de la libertad de expresión por el Instituto Internacional de la Prensa y hace dos años recibió el premio Rey de España de manos de Felipe VI, en Madrid.
A diez meses de la detención de Zamora, el diario dejará de circular. Una política de persecución contra los trabajadores, incluyendo la detención de varios de ellos, así como un cerco económico, incluso con presiones para los anunciantes, y varios periodistas del medio en el exilio, son parte de una situación que ha hecho inviable la sostenibilidad del diario.
"Aunque cuando comenzó todo este caso la Fiscalía sostuvo que a Zamora no se le estaba juzgando por su rol de periodista sino por su papel como empresario, en realidad luego vimos que todas las acciones judiciales estuvieron destinadas a que el medio no siguiera publicándose", comenta a DIARIO DE CUBA la periodista guatemalteca Marielos Monzón, fundadora de la Red Centroamericana de Periodistas.
A El Periódico le incautaron sus equipos, les congelaron sus cuentas bancarias, colocando al medio "en una situación extrema", describe Monzón. Pese a eso, el equipo de este diario siguió haciendo un esfuerzo por mantener en la calle la edición impresa.
El cese total de las operaciones, que entra en vigencia este 15 de mayo, estuvo precedido meses atrás por la desaparición de la edición impresa, el despido de decenas de trabajadores, así como cortes y ajustes de diversa índole.
Para Monzón, el cese de las operaciones de El Periódico constituye un grave precedente para la libertad de información de la sociedad guatemalteca. La periodista precisa que este medio se distinguió por investigar y denunciar casos de corrupción, así como graves violaciones a los derechos humanos.
"Estamos presenciando una estrategia que busca silenciar a Zamora, encarcelándolo, y silenciar al medio, forzando su cierre", denuncia Monzón quien forma parte del colectivo NoNosCallarán en el país centroamericano.
El 3 de mayo, cuando en el mundo se conmemoraba el Día para la Libertad de Prensa, Zamora estaba en la sesión formal del inicio del juicio y ese día denunció que es un preso político y que su sentencia ya está redactada.
Por su parte, el hijo del periodista detenido, también llamado José Zamora, narró las dificultades a las que hicieron frente, a las cuales se sumó el clima de intimidación y amenazas desde el Estado para evitar que las empresas privadas anunciaran en el medio, con el fin de terminar de asfixiarlo económicamente.
"Los anunciantes están muy asustados al ver que la persecución del Estado no solo continúa, sino que se intensifica… Entonces prefirieron no poner sus anuncios en el diario ni otorgar donaciones porque el Estado también los persigue", denunció Zamora.
Diversos observadores de la situación política en Guatemala creen que las acciones del fiscal anticorrupción Rafael Curruchiche obedecen a instrucciones del presidente Giammattei.
De acuerdo con el ranking elaborado por la ONG Reporteros Sin Fronteras, Guatemala bajo la administración de Giammattei ha descendido en la evaluación global que se realiza anualmente.
"Los periodistas y medios que investigan o critican actos de corrupción y violaciones a derechos humanos suelen padecer represalias, como campañas de acoso y persecución penal", sostiene la organización no gubernamental con sede en París.
El pasado 12 de mayo, en su comunicado para anunciar su cierre total, El Periódico precisó que además de Zamora las presiones se extendieron a todo el equipo: nueve de sus periodistas están siendo investigados, cuatro de sus abogados han sido detenidos y dos siguen en la cárcel.
Finalmente, desde Washington la Fundación para el Debido Proceso condenó "el cierre forzado" de El Periódico, un hecho que catalogó como "un signo alarmante para la libertad de prensa y la democracia en Guatemala".