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Venezuela

Petro trata de erigirse en mediador entre EEUU y Venezuela

Se trata de una suerte de jugada de billar a tres bandas, porque Colombia también espera sacar provecho de todo esto.

Caracas
Gustavo Petro y Nicolás Maduro, noviembre de 2022.
Gustavo Petro y Nicolás Maduro, noviembre de 2022. Presidencia de Venezuela

Justamente cuando su propuesta de paz total, para Colombia, parece estar en el atolladero, el presidente colombiano Gustavo Petro ha lanzado una ambiciosa iniciativa para abordar la crisis venezolana, con una conferencia internacional de países europeos y americanos, teniendo como objetivo convertirse en una suerte de mediador entre Washington y Caracas.

La reunión, organizada con pinzas y mucho tacto diplomático de la Cancillería de Bogotá, se celebrará en la capital colombiana después de los días de la Semana Santa. Este nuevo espacio apunta a dejar atrás, definitivamente, a iniciativas como el Grupo de Lima (de países latinoamericanos más Canadá) o el grupo de contacto que impulsó sin mucho éxito la Unión Europea junto a países de la región como Uruguay y Costa Rica.

Analistas consideraron que ambas iniciativas, una más crítica del chavismo y otra más dialogante con el régimen de Nicolás Maduro, naufragaron por la incapacidad de convocar a los gobiernos de Venezuela y principalmente EEUU.

Todo esto ocurrió antes de la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca y también de forma previa al recambio político que se ha registrado en América Latina en los últimos dos años, con el ascenso de figuras de izquierda que no le endosan un cheque en blanco al chavismo.

Lo novedoso de la reunión promovida con Colombia, si logra concretarse con éxito, sería la posibilidad de que sea un espacio de diálogo y negociación entre Caracas y Washington. La Casa Blanca y el Palacio de Miraflores (sede del Ejecutivo venezolano) han tenido comunicación directa por largos meses, pero sin mucho éxito salvo el intercambio de prisioneros o una flexibilización de las sanciones para facilitar una producción limitada de la petrolera estadounidense Chevron, en territorio venezolano.

Petro viajó a Caracas el pasado 23 de marzo para terminar de convencer a Maduro, en persona. Ya contaba con el beneplácito de EEUU. El Gobierno de Biden, al contrario de lo que fue la Administración de Donald Trump, en relación con Venezuela, defiende una salida negociada a la crisis política e institucional que atraviesa largamente a este país.

De acuerdo con fuentes de la Cancillería colombiana consultadas por DIARIO DE CUBA, Petro viene trabajando silenciosamente desde fines del año pasado en tender puentes para que la comunidad internacional se involucre. En noviembre, por ejemplo, Petro se reunió en París con los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y de Argentina, Alberto Fernández, exclusivamente para dialogar sobre el devenir de Venezuela.

Cerca de tres millones de migrantes venezolanos están en Colombia, y sin una resolución de fondo a la crisis venezolana el flujo migratorio se incrementa cada día.

Mariano de Alba, abogado venezolano experto en Derecho Internacional y analista senior de Crisis Group, saludó la convocatoria de Petro como una vía para reactivar la discusión sobre Venezuela: "El mecanismo de negociación en México está estancado, luego de la firma del acuerdo social en noviembre, básicamente porque el Gobierno de Nicolás Maduro dice que no va a regresar a la mesa hasta que el gobierno de EEUU no transfiera los fondos para ejecutar el acuerdo social".

Consultado por DIARIO DE CUBA, De Alba duda de que esta conferencia en Bogotá pueda sustituir a la negociación entre el Gobierno de Maduro y representantes de la opositora Plataforma Democrática, que de forma intermitente ha venido sucediendo en México en los últimos tres años.

Dado de que no se ejecutó la erogación de 3.000 millones de dólares, refrendada en México en noviembre pasado y que debían destinarse a programas sociales, el chavismo planteó hace tres semanas una opción del todo o nada: o EEUU levantaba de forma unilateral todas las sanciones o ellos no regresarán al diálogo de México.

A juicio del analista de Crisis Group, la reunión convocada por Colombia es un esfuerzo lateral que quiere hacer el Gobierno de Petro: "Al acercar posiciones entre EEUU y el Gobierno de Nicolás Maduro, el presidente Petro trata de erigirse en mediador entre Washington y Caracas y si lo lograse, que eso destranque la negociación en México, para que eventualmente ese espacio se reanude".

Se trata de una suerte de jugada de billar a tres bandas, porque Colombia también espera sacar provecho de todo esto. Bogotá necesita el visto bueno de EEUU, con licencias a las sanciones o el levantamiento de restricciones, para poder reestablecer el tráfico aéreo comercial entre Venezuela y Colombia, un asunto en el cual saldrían ganando las empresas colombianas, tal como ocurrió con la reapertura plena de la frontera terrestre.

El Gobierno de Petro también quiere hacerse de la empresa estatal venezolana Monómeros, de fertilizantes, que opera en territorio colombiano pero que es una filial del sancionado sector petrolero y petroquímico de Venezuela.

"Petro quiere hacer negocios como la compra de Monómeros, pero tal negocio no es factible si no ocurre una flexibilización pactada de sanciones, entre Venezuela y EEUU", sostiene el abogado.

A juicio de Mariano de Alba, esta conferencia internacional de Colombia dedicada a Venezuela se medirá en términos de éxito si Petro logra convencer a EEUU de que se flexibilice las sanciones y que permita más ingresos por ventas petroleras al Gobierno de Venezuela. Al mismo tiempo, deberá lograr del Gobierno de Maduro el levantamiento de la inhabilitaciones a los candidatos presidenciales de oposición, mejores condiciones electorales y eventualmente la liberación de presos políticos.

EEUU ha dejado en claro que un asunto central en su estrategia para Venezuela es lograr que las elecciones presidenciales de 2024, en las que Maduro ya está confirmado como candidato en busca de la reelección, se logren condiciones de competitividad y transparencia en favor de los actores políticos de oposición.

Finalmente, un tema crucial es que se defina con antelación el cronograma electoral, para fijar la fecha de los comicios presidenciales, ante las amenazas de adelanto que hacen voceros de peso en el chavismo como Diosdado Cabello; así como que se complete el directorio del Consejo Nacional Electoral, el ente encargado de organizar las votaciones.

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2 comentarios

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Ah, Petro. Y eso que yo antes respetaba bastante a los colombianos, pero ya no.

Los demás colombianos no son terroristas como Petro. Petro es presidente debido a un pucherazo. Los colombianos no votaron por ese tipejo, pero él ya tenía su capillita en el tribunal electoral.