La palabra radicidio se acuñó en Venezuela en 2009. La noche del 31 de julio de aquel año el hoy número dos del chavismo, Diosdado Cabello, ordenó el cierre simultáneo e inmediato de 34 estaciones en distintos puntos del país. La política de silenciar voces independientes o críticas se ha recrudecido en este 2022: a la fecha han sido cerradas 100 emisoras, según gremios de prensa.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) ha contabilizado estos cierres. Entre el 1 de enero y el 3 de noviembre de este 2002 un total 100 emisoras de radio, por lo general locales y de propiedad privada, han sido cerradas por instrucciones de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), un ente en teoría de carácter técnico, pero en la práctica abiertamente controlado por el chavismo en el poder.
De acuerdo con el SNTP, los meses más negativos han sido septiembre y octubre. Conatel, por lo general, realiza llamadas telefónicas sin emitir una orden por escrito, dado que un documento de este tipo podría ser la base para una apelación. Tras hechos en los que intervinieron militares para cerrar emisoras en 2020-2021, por lo general en este 2022 no han ocurrido hechos de violencia física.
Dado el clima de intimidación en Venezuela, muchos de los afectados optan por no hacer ruido público o tratan de encontrar una vía de comunicación con las autoridades. "Hace un mes nos cerraron la emisora. No hemos tenido oportunidad de que en Conatel nos atiendan, ni siquiera usando mensajeros que simpatizan con el Gobierno", comenta a DIARIO DE CUBA un radiodifusor de la zona andina, fronteriza con Colombia.
"Tras lo que fue el cierre masivo de periódicos impresos de años atrás, y la más reciente política de bloqueos de portales en internet, podríamos estar en presencia de un aplanamiento de los medios radiales de cara al tema electoral que cobrará mucha fuerza en 2023", apunta un consejero político de una embajada europea al ser consultado por DIARIO DE CUBA.
Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público, advierte sobre el efecto que está dejando este cierre masivo de medios en los otros, en los que siguen al aire. Hay un clima de temor en el sector radial en Venezuela, según este experto en libertad de expresión e información.
Cabello, el número dos del régimen, y en muchos casos vocero oficioso del chavismo, justificó la actuación de Conatel, mientras este órgano no ha emitido ningún pronunciamiento público. Según Cabello, este cierre de emisoras ha sido obra de los propios radiodifusores para victimizarse.
Las propias emisoras apagaron sus transmisores, según el dirigente chavista. "Conatel revisó cada caso y se aprovechó para actualizar documentos a mucha gente", aseveró.
Cabello luego insistió en que el dueño del espectro radioeléctrico y quien lo administra es el Estado. También recordó que las concesiones son "personalísimas" y solo pueden operar una emisora radial quienes directamente fueron autorizados por Conatel, norma que aseguró, no se cumplía en la mayoría de los casos.
"La libertad de expresión no es de los medios de comunicación, de las radios, de los periódicos, es del ciudadano y hoy día el venezolano tiene más voz que nunca, puede decir lo que quiera y cuando quiera", sostuvo Cabello.
Por su parte, el periodista Marco Ruiz, secretario del SNTP, sostuvo ante DIARIO DE CUBA que la exigencia del gremio periodístico es que "cese la persecución contra las radios, son el medio de comunicación con más penetración", y también recalca que "pedimos procesos justos".
La forma en la que actúa Conatel impide siquiera que pueda activarse un proceso según establecen las leyes venezolanas. Al no existir un acta escrita por parte del ente, y operar bajo la modalidad de llamadas telefónicas o instrucciones orales, prácticamente desaparece el asidero legal para los radiodifusores.
Una empresaria del sector indicó a DIARIO DE CUBA que su emisora de radio, aún al aire, tiene varios años en una suerte de limbo. Conatel le cobra los impuestos respectivos, pero sencillamente ha obviado todos los recursos legales que ella ha introducido en aras de lograr le sea renovado su permiso. Ella, dada la falta de respuesta oficial, está en una situación ilegal.
Un estudio realizado por la ONG venezolana Espacio Público y el estadounidense Comité de Protección de Periodistas (CPJ) documentó 180 cierres de estaciones radiales entre 2009 y 2019.
En la historia de cierre de medios en Venezuela, este 2022 será el peor para el mundo radial venezolano. Antes del centenar de este año, el peor año había sido 2017 con 57, según Espacio Público. Ese mismo año, el país fue escenario de una ola de protestas duramente reprimidas.
Otra ola de 27 cierres ocurrió en 2019, cuando el entonces presidente de la Asamblea Nacional y líder opositor Juan Guaidó encabezó un infructuoso alzamiento contra Nicolás Maduro, en lo que se conoció como Operación Libertad.
Para instaurar una dictadura es esencial controlar el poder mediático.
Llamar "pueblo" a los simpatizantes y mercenarios a los disidentes es la gran matiz de opinión salida desde los círculos de poder.
"La libertad de expresión es de la ciudadanía y no de los medios de comunicación".... es una torcida cantinflada demagogica de Cabello que demuestra lo siniestro y pro dictatorial del gobierno venezolano.