El Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia está a favor de un alto el fuego bilateral para allanar el camino a la reanudación de las conversaciones de paz, dijo el principal negociador del grupo guerrillero, Pablo Beltrán, durante una entrevista con Reuters el miércoles en La Habana.
Pablo Beltrán afirmó que él y otros delegados del grupo ilegal armado, radicados en La Habana desde que fracasaron las conversaciones en 2019, regresarán a casa en las próximas semanas con las debidas garantías de seguridad. El colombiano señaló que junto con camaradas activos en la selva, afinarán su estrategia antes de las próximas negociaciones.
Este guerrillero dijo que el alto al fuego bilateral de 2017 fue "positivo" y debería "repetirse". "En este momento no estamos a la ofensiva. La nuestra es una actitud positiva y constructiva, para indicarle al Gobierno que esperamos reanudar las conversaciones", declaró Beltrán a la agencia Reuters en un barrio a las afueras de La Habana.
"Cuando acordamos el último alto el fuego, el 100% de nuestros frentes cumplieron. Nadie puede decir que el ELN firmó una cosa y luego no cumplió", consideró.
El martes, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, acordó que su Gobierno serviría como garante en las negociaciones. Esto es un paso clave, dijo Beltrán, para permitir que los negociadores del ELN en Cuba se reúnan con otros líderes rebeldes que aún operan en Colombia y a lo largo de la frontera con Venezuela.
"Tenemos que estar de acuerdo una vez más en nuestro enfoque porque es la primera vez que estamos con un Gobierno progresista... no tiene precedentes. Se necesitan nuevas instrucciones", dijo Beltrán.
Los intentos anteriores de negociación con el ELN no habían avanzado, en parte por la disidencia entre sus filas. Esta guerrilla marxista cuenta con unos 2.400 combatientes y está acusado de financiarse a través del narcotráfico, la minería ilegal y el secuestro.
El ELN inició una negociación de paz en Ecuador con el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos que posteriormente se trasladó a Cuba. Pero su sucesor, Iván Duque, decidió no continuarlas debido a que la guerrilla no aceptó exigencias como la suspensión de las hostilidades, a lo que sumó un ataque con un carro bomba a una academia de policías que dejó 22 cadetes muertos.
Recientemente el Gobierno del presidente de colombiano Gustavo Petro dijo que eliminaría la orden de arresto que pesaba sobre los negociadores del ELN radicados en La Habana. Más tarde dejó en manos del grupo ilegal armado escoger la sede definitiva donde se desarrollarían las posibles negociaciones de paz.