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Brasil

Bolsonaro azuza el temor al comunismo entre los brasileños, a cuatro semanas de las elecciones

El mandatario apuesta por mostrarse junto a multitudes, mientras que Lula da Silva hace énfasis en las redes sociales.

Brasilia
Jair Bolsonaro y las multitudes en la celebración del bicentenario de la independencia de Brasil.
Jair Bolsonaro y las multitudes en la celebración del bicentenario de la independencia de Brasil. Reuters

Restan cuatro semanas para la elección presidencial en Brasil. De cara a estas votaciones, pautadas para el 2 de octubre, el ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva luce como claro favorito, pero sin el fuelle suficiente para evitar el balotaje ante el actual mandatario, Jair Bolsonaro, quien advierte en sus actos sobre la posibilidad de que se implante un modelo comunista, en caso de que él pierda el poder.

Bolsonaro se ha empleado a fondo en las últimas semanas en tratar de achicar la ventaja que le ha sacado Lula da Silva, quien fue presidente en dos periodos entre 2003 y 2010. La ola de corrupción que acompañó al izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), fundado por el ex presidente, también bajo la presidencia de Dilma Rousseff, fue el gran tema en 2018 para que un Bolsonaro poco conocido se catapultara a la Presidencia, en una campaña que hizo uso intensivo de las redes sociales.

De acuerdo con estudios de opinión pública, el tema de la corrupción no es un tópico con impacto en la opinión pública en este 2022, por lo que Bolsonaro echó mano incluso de programas sociales, al mejor estilo del PT, que tanto había cuestionado en el pasado. La dosis de populismo de Bolsonaro le hizo subir ligeramente en las encuestas, pero sin variar de forma significativa el escenario previsto de que saldrá derrotado ante Lula da Silva.

Así las cosas, este 7 de septiembre, en el acto central para conmemorar el bicentenario de la declaración de independencia de Brasil, que debía ser un acto solemne, el presidente y candidato en pos de la relección lo convirtió en un acto netamente electoral.

En Brasil se libra una "lucha del bien contra el mal", expresó Bolsonaro. La izquierda "quiere volver a la escena del crimen. No volverán", agregó, en referencia a los escándalos de corrupción que envolvieron a los gobiernos petistas de Lula da Silva y Rousseff. Lo que está en juego es nuestra libertad, enfatizó el mandatario.

"No importa si la celebración se trata del bicentenario de la Independencia de Brasil o si muchos otros brasileños son patriotas u orgullosos de esta fecha histórica; Bolsonaro optó por monopolizar el evento, usarlo como parte de su plataforma política, pese a ser un acto de Estado", opinó el profesor e investigador Anthony Pereira, adscrito a la Universidad Internacional de la Florida, en EEUU.

Medios de prensa locales han entrevistado a personas seguidoras del presidente en Río de Janeiro, donde tuvo lugar un segundo acto el 7 de septiembre, luego del tradicional en Brasilia. Entre estas personas ha calado la tesis de que el Gobierno de Bolsonaro "rescató a Brasil", logró "liberarnos" del socialismo y evitó que el gigantesco país siguiera la senda autocrática de Cuba, Nicaragua o Venezuela.

Bolsonaro se ha cuidado en sus discursos de mencionar a la tríada de dictaduras de izquierda en América Latina, pero sí enarbola un discurso anticomunista, especialmente en lugares como Río de Janeiro, que fue clave en su victoria de 2018, donde se concentra una población clase media y clase baja urbana que no simpatiza con el PT.

Mientras Bolsonaro apuesta por mostrarse junto a multitudes, en las antípodas y haciendo lo que hizo su rival en 2018, Lula da Silva ha puesto un peso determinante en las redes sociales. El Día de la Independencia, por ejemplo, estuvo dedicado a grabar videos breves para ser usados en las redes sociales, sin mostrarse en público.

Así como atiza el miedo al comunismo entre los brasileños, Bolsonaro también desacredita a las encuestadoras, especialmente a una de las más respetadas, Datafolha, que como otras le muestra en un segundo lugar con una brecha importante que le separa del favorito, Lula da Silva.

"Aquí no está la mentirosa Datafolha. Aquí está nuestro Datapueblo", dijo un exaltado Bolsonaro ante sus seguidores. Esta encuestadora difundió a inicios de septiembre su más reciente sondeo que le da a Lula da Silva un 45% de intenciones de voto, contra 32% del presidente que busca ser reelecto. Las cifras de esta empresa de opinión pública han sido prácticamente invariables en los últimos meses.

Hace un mes, una encuesta del Instituto FSB, que encargó la firma de inversión BTG Pactual, mostró un acortamiento de las distancias. Sin embargo, al cierre de agosto, según otras encuestadoras, se mantiene una ventaja sólida para Lula da Silva.

Según Datafolha, es de 13%, para XP/Ipespe es de 8%, y similar proporción le da PoderData. Sin embargo, periodistas brasileños recuerdan que los estudios previos de Datafolha han terminado siendo ratificados con los resultados electorales de Brasil en las últimas tres décadas.

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8 comentarios

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Plan Cóndor va a volver la historia siempre se repite gústeles a no a los letrinoamericanos de la envidiosa izquierda ya el tiempo dirá, Pinochet, y compañía vuelven con otros nombres si no an progresado en 500 años nunca lo harán seguirán siendo subdesarrollados y hazme reír de los otros.

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el temor al comunismo es real y no porque lo diga bolsonaro

Está recapacitando muy tarde. Son presidentes que llegan al poder por el disgusto en grande de la población con el anterior presidente y para el colmo lo eligen un grupo de electores que no reflejan lo que añoran el resto de los electores. Tienes un buen discurso en cuanto a los socialistas ladrones, pero tienes que atraer más pueblo que reconozca que él también puede usar el dinero del estado para ayudarlo.

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si no te gusta la derecha y no te gusta la izquierda entonces que quieres? un negron bien grande?

Es increíble como se sigue chapoleteando en la mierda en AL.

El hecho de que el claramente corrupto Lula se pueda postular a la presidencia dice mucho de Brasil, y lo que dice es bastante penoso y deprimente, aunque es algo eminentemente letrinamericano.

Ignacito la tiene cogida con Bolsonaro. Los gobalistas quieren a Lulita para implantar su agenda. Vamos a ver quien gana el pulso