El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, y la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) llegaron a un acuerdo para finalizar el paro nacional que sacudió al país durante 18 días y que dejó seis muertos y centenares de heridos.
"Vamos a hacer del campo y la ruralidad prioridad nacional. Le pondremos fin al abandono que ha sufrido por parte del Estado desde hace más de 40 años. Hemos escuchado y sabemos los desafíos que tenemos por delante", dijo el mandatario, citado por EFE.
El entendimiento es sin embargo precario. El Gobierno tiene 90 días para materializar lo pactado. "Cumplir acuerdo entre el Gobierno y la CONAIE representa una ardua tarea", indicó el diario El Universo, de Guayaquil.
Por lo pronto, el Gobierno, que asumió en mayo de 2021, ganó tiempo para alejar el fantasma de un estallido social como el de 2019. La llave de este nuevo entendimiento fue una reducción del precio del combustible en 15 centavos de dólar, cinco más de los que habían ofrecido las autoridades, si bien la CONAIE reclamaba una rebaja de 40 centavos debido a los efectos de la carestía en los sectores sociales más desfavorecidos.
Las negociaciones ente las partes se reanudaron el miércoles, con la Conferencia Episcopal Ecuatoriana como intermediaria, después de que el diálogo previo se viera afectado por un pico de tensión en las calles.
Lasso se comprometió además a derogar el estado de excepción y los decretos relacionados con la producción de hidrocarburos y explotaciones mineras que el movimiento indígena impugnó por sus efectos ambientales.
La Conferencia Episcopal señaló que se instalarán mesas de seguimiento de los acuerdos.
Según la consultora Gabriella Guerrero, el Gobierno no se ha debilitado tras el conflicto. Tiene ahora una "nueva oportunidad" para "tomar conciencia de que las cosas no van bien" y llevar a cabo "un nuevo plan de acción".
En su editorial del viernes, el diario quiteño El Comercio consideró que el país "puede alegrarse" con el fin de las protestas. No obstante, recordó que, más allá del "alivio", la fractura de la sociedad se ha profundizado. "El compromiso de tener un país que se encamine a un futuro más justo, equitativo, solidario es un deber de todos. Fracturados, el fracaso es el destino".
En un mensaje a la nación el jueves, Lasso aseguró que es el momento de reconstruir el país y recuperar el tiempo perdido, y resaltó la importancia de "curar heridas y superar la división entre ecuatorianos" para poder alcanzar el objetivo de reconstruir Ecuador.
"Siempre dijimos que la política debe servir para sacar lo mejor de cada uno, ahora es el momento de hacerlo", subrayó.
Representantes del sector empresarial, turismo y exportación reaccionaron luego de la firma del acta de paz, asegurando que este generó grandes pérdidas económicas al país y que ahora hay que trabajar en la recuperaciones de los diferentes sectores.
Miguel Ángel González, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE) aseguró que el comercio fue el más golpeado y advirtió que la recuperación no será fácil. Además, invitó al Gobierno a implementar políticas que promuevan la reactivación, como la reducción del impuesto a la salida de divisas y la eliminación de aranceles.
“Los empresarios somos resilientes e intentaremos cubrir las pérdidas económicas del paro nacional en el menor tiempo posible. Lo primero en agenda es regresar a la normalidad la movilidad de la mercadería” expresó González.
"Lo importante es que se consiguió la paz, una paz costosa, una paz bien dolorosa, pero tenemos paz. De aquí en adelante lo que hay que buscar son mecanismos de recaudación productiva, alguien tiene que asumir este costo", declaró Felipe Rivadeneira, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (FEDEXPORT).