'La guerra no se va de vacaciones', dice el consejero del ministro de Defensa de Ucrania

Yuriy Sak, portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano y consejero del ministro de Defensa, habla con DIARIO DE CUBA sobre la situación de un país que lleva más de tres meses en guerra. "Los rusos continúan empleando todo tipo de armas, continúan destruyendo infraestructura civil pacífica, áreas residenciales. El Ejército ucraniano sigue defendiendo eficientemente nuestras ciudades, aun cuando tenemos una dramática necesidad de armamento nuevo", advierte Sak. 

¿Cuál es la situación actual de Ucrania?

La situación ha sido muy intensa durante las dos últimas semanas. El enemigo, la Federación Rusa, continúa intentando lograr sus objetivos. En este momento, están tratando de cercar a las fuerzas armadas ucranianas en el este de Ucrania. Se combate muy fuertemente en varios puntos de la ciudad de Severodonetsk. Los rusos (...) destruyeron un centro comercial en las afueras de Járkiv y esa ciudad ni siquiera está en el este del país. Las batallas más fuertes tienen lugar en el este, pero no hay ninguna ciudad, pueblo o lugar en Ucrania que no corra el riesgo de ser atacado con misiles. Hace días, hubo un ataque con misiles contra Kiev, la capital de Ucrania. Mientras continúan estos intensos combates, el ejército ucraniano sigue defendiendo eficientemente nuestras ciudades, pero estamos un poco preocupados por la velocidad con que llegan los armamentos y la cantidad que estamos recibiendo.

¿Qué más puede hacer la comunidad internacional para ayudar al pueblo ucraniano? 

La comunidad internacional es muy diversa y los diferentes socios de Ucrania han mostrado diferentes tipos de apoyo y diferentes niveles de eficiencia. Hay países que han sido muy eficientes al proporcionar apoyo a Ucrania, como EEUU, por su puesto, Reino Unido, Polonia, los países bálticos, Eslovaquia. Hay muchos países en Europa y fuera de Europa, Australia, por ejemplo, que realmente están ayudando a Ucrania a derrotar este mal. 

Hay otros países que parecen estar apoyando a Ucrania y dicen las palabras correctas, pero el apoyo real no está llegando ni tan rápido ni con la eficiencia que quisiéramos que llegara. Pero esperamos que esto sea temporal y que incluso en esos países en los que todavía existe un poco de lentitud, cojan el paso y se pongan al día, porque hoy, en el este de Ucrania, nos vemos superados en cuanto a artillería pesada, alrededor de 100 soldados ucranianos están muriendo (diariamente) en combate. 

Algunos de los soldados ucranianos que entraron en batalla antes del 24 de febrero eran especialistas en tecnologías de la información, eran músicos, eran, diseñadores, eran constructores, hombres de negocios. Ahora están defendiendo su país con las armas que tienen en sus manos y están muriendo 100 al día. Y más de 500 son heridos diariamente. Cuando un soldado es herido en acción, a veces, pierden las piernas, los brazos, puede ser muy serio.

Nuestra principal esperanza es que Europa y la comunidad internacional no se vaya de vacaciones, pensando que viene el verano. La guerra no se va de vacaciones, la guerra continúa matando personas cada día y tenemos que recordar esto. La sociedad civil juega un papel muy importante, tiene el poder de influir en sus parlamentos, tienen el poder de influir en sus políticos, tienen el poder de influir en sus gobiernos y esto tiene que ocurrir. 

No es momento de relajarse o de cansarse de la guerra, porque la guerra no se fue a ninguna parte, todavía está aquí y todavía está matando gente, todavía está matando niños. Otro riesgo es el de una crisis alimentaria a nivel global. Ucrania es uno de los mayores suministradores de productos agrícolas en el mundo. 

Nosotros suministramos trigo, granos, semillas y aceite de girasol a numerosos países en África del norte, en el Medio Oriente y otras partes del mundo. Ahora mismo, tenemos millones de toneladas de estos productos agrícolas que no podemos exportar porque los agresores rusos, estos criminales de guerra, están bloqueando el Mar Negro. Si tuviéramos que entregar estos productos por tierra, por ejemplo, en camiones, nos tomaría cinco años entregar solo lo que tenemos almacenado. 

La guerra afecta al mundo entero

La crisis alimentaria global puede matar a millones de personas y desatar una crisis migratoria a nivel mundial. Todos los migrantes vendrán de nuevo a Europa, ahora hay más de cinco millones de refugiados ucranianos. Para detener esta guerra ahora, necesitamos artillería pesada. No es momento de demoras ni largas discusiones. Todo el mundo lo comprende. Nuestras peticiones son siempre muy claras, les hemos dicho a todos los socios de nuestro país lo que necesitamos. Hagamos que se entregue, paremos la guerra, restablezcamos la paz en Europa. 

Con las condiciones actuales de armamento y municiones, ¿cuánto tiempo cree que puede durar esta guerra?

No soy capaz de predecir el futuro, pero puedo asegurarte que durará mucho menos si recibimos las armas pronto. Si no recibimos las armas, durará más y habrá más bajas en Ucrania e internacionalmente. En un escenario optimista, un escenario en el que Ucrania reciba todo lo que solicitamos en un mes, podremos comenzar a liberar nuestras ciudades, podremos comenzar nuestro contrataque este verano y quizás, para finales de este año podremos llegar a un punto en el que Rusia no tendrá otra opción que negociar un fin de esta guerra en nuestros términos. 

El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, que es un criminal de guerra, ha rechazado los diferentes escenarios de negociación. Tú eres el agresor, tú estás en nuestra tierra matando gente, vete. Ese es nuestro enfoque. No nos doblegaremos, no nos rendiremos, los vamos a sacar. La cuestión es cuál será el costo de nuestra victoria, pero ganaremos esta guerra. 

Yuriy Sak fue profesor de Derecho Internacional Público en la Universidad de Wolverhampton en Reino Unido, en donde hizo un doctorado de Estudios Jurídicos. También tiene un certificado en Derecho Internacional de la Universidad de Oxford, Reino Unido, y una maestría y una licenciatura en derecho internacional del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Taras Shevchenko de Kyiv.