Rechazos, sanciones, investigaciones. Vladimir Putin vive sus horas bajas tras su decisión de invadir Ucrania, una acción militar ampliamente cuestionada por la comunidad internacional. La única voz diferente, este 1 de marzo, fue la llamada de Nicolás Maduro quien le manifestó "fuerte respaldo" al presidente de Rusia. Venezuela ha apostado por alinearse de forma "irrestricta" con Moscú.
En una jornada en la cual hasta Cuba procuró matizar su respaldo a Putin, al poner La Habana sobre la mesa su respaldo a negociaciones entre Rusia y Ucrania, el presidente venezolano se jugó la carta de respaldar de forma abierta a Moscú, a contravía de lo que está ocurriendo en buena parte del mundo.
"Nicolás Maduro expresó su fuerte apoyo a las acciones clave de Rusia, condenando la actividad desestabilizadora de EEUU y la OTAN, y enfatizando la importancia de combatir la campaña de mentiras y desinformación lanzada por los países occidentales", informó la Presidencia rusa este 1 de marzo. La conversación telefónica entre Caracas y Moscú ocurrió por "iniciativa de la parte venezolana".
En un editorial titulado "Putin, más solo", el diario español El País sostiene que la resiliencia de Ucrania y en estos primeros día de la invasión es un primer revés para Vladímir Putin, que confiaba en una guerra relámpago capaz de neutralizar al Ejército ucraniano y echar al Gobierno de Volodímir Zelenski.
La falta de un resultado relámpago, según analistas, ha terminado por abrir cauce a una salida negociada como dejaron en claro este martes las cancillerías de China y hasta la cubana. "Cuba continuará abogando por una solución diplomática seria, constructiva y realista de la actual crisis en Europa, por medios pacíficos, que garantice la seguridad y soberanía de todos, así como la paz, la estabilidad y la seguridad regional e internacional", expresó este 1 de marzo el embajador del régimen castrista ante la ONU, Pedro Luis Pedroso Cuesta.
En cuanto a la reacción de China, el politólogo Piero Trepiccione sostiene que Beijing evalúa dos posibles cursos de acción: o aprovechar el conflicto y las sanciones sobre Rusia, para crecer aún más económicamente, o apostar por jugar un rol de superpotencia para equilibrar un nuevo orden mundial, ayudando a una rápida solución. Esto último apunta a una salida diplomática construida con la participación activa de China.
En este contexto, el propio Trepiccione cree que es contraproducente el mensaje de respaldo abierto dado por Maduro en favor de Putin y su decisión de invadir Ucrania.
"Maduro puede arrastrar a Venezuela al mar de los efectos de las sanciones contra Rusia y esto dificultaría la recuperación económica venezolana. Maduro se la juega con Putin porque este es un aliado indispensable para mantener el poder en Venezuela", explica a DIARIO DE CUBA Trepiccione, subdirector del Centro Gumilla de Análisis Sociopolítico.
En esa misma dirección apunta el politólogo venezolano Ricardo Ríos. "La arquitectura financiera rusa es la principal vía de evadir sanciones de EEUU que ha encontrado el régimen de Maduro", explica este analista para explicar el respaldo tan abierto que ha dado Caracas a Moscú.
Ríos cree que el clima de restricciones financieras y sanciones en general contra Rusia como respuesta principalmente de EEUU y la Unión Europea a la invasión de Ucrania traerá consecuencias para Venezuela. Él cree que la flexibilización que había demostrado Washington en los últimos meses podría llegar a su fin, como respuesta a este alineamiento irrestricto de Maduro con Putin.
Por su parte, el escritor Ibsen Martínez, furibundo crítico del régimen de Maduro y uno de los actores pro-democracia de Venezuela, cree que, si bien Putin pasará un mal rato, toda esta crisis internacional no afectará en mayor medida al régimen de Venezuela.
"La historia de las sanciones financieras es también la historia de cómo los tiranos se las han apañado para burlarlas indefinidamente. Y en esto, Irán y la Rusia de Putin han hallado en Nicolás Maduro un pupilo aventajado y dispuesto a emularlos en todo", sostuvo el analista político y escritor de ficción.
Venezuela, Cuba y Nicaragua constituyen los tres puntos de apoyo para Putin en América Latina, como lo evidenció la reciente visita del viceprimer ministro ruso, Yuri Borísov, quien en su gira por América Latina básicamente se dedicó a atender estadías en Caracas, La Habana y Managua.