Los tiempos, definitivamente han cambiado. El Gobierno de Joe Biden ha sellado su opción de abordar la crisis venezolana junto a países aliados, una aproximación multilateral como le definiera el secretario de Estado Antony Blinken. Esto, que en sí es una gran novedad, ha ido junto a una demanda específica a los opositores prodemocracia de unidad y amplitud.
Convocada por EEUU, una reunión realizada este 15 de febrero abordó la deriva autoritaria en Venezuela junto a la Unión Europea (UE) y otros 19 países, tan disímiles como Ecuador, Japón, Reino Unido y Australia, entre otros. Se conforma así un espacio multilateral como método de trabajo y se plantea un horizonte de mediano plazo. No hay salidas inmediatas.
El comunicado posterior a esta reunión ratifica el giro de Washington. Prevalece la tesis de una salida electoral, que sea negociada, y en varios momentos se señala de forma explícita las elecciones presidenciales de 2024. Atrás quedó el tiempo en que la Casa Blanca mostraba a un altisonante Gobierno de Donald Trump con su política de "máxima presión" sobre el chavismo.
Lo más llamativo del comunicado, sin embargo, a ojos de diplomáticos consultados por DIARIO DE CUBA, es que elude darle un apoyo explicito al líder opositor Juan Guaidó. Aunque muchos de los países involucrados en esta iniciativa de EEUU reconocieron a Guaidó como "presidente interino" en 2019, en el comunicado del Departamento de Estado se evita tal reconocimiento y ni si siquiera se le menciona explícitamente como referente opositor.
El cambio es notable. Aunque confirman los asistentes que respaldan a la oposición democrática de Venezuela, y que seguirán haciéndolo, describen la necesidad de que sea "democrática, inclusiva, diversa y unificada".
Un análisis realizado por El Estímulo adelanta que este giro, junto al llamado de que Gobierno y oposición regresen a la mesa de negociación en México, abre la puerta para que otros referentes opositores pasen a tener un espacio en la delegación.
En el segundo semestre del año pasado se realizaron dos rondas de conversaciones entre opositores y representantes del chavismo en México. El diálogo tenía la mediación de Noruega, mientras que Rusia y los Países Bajos actuaban como garantes de buena fe.
El espacio quedó en suspenso cuando el Gobierno de Nicolás Maduro puso como condición para seguir conversando que se aceptara como parte de la delegación al empresario colombiano Alex Saab, quien entonces fue llevado ante la justicia de EEUU tras un largo proceso de extradición que se efectuó en Cabo Verde.
Saab ha sido señalado por lavado de dinero proveniente de la corrupción en Venezuela. Tiene causas pendientes con la Justicia también en Ecuador y Colombia. En la actualidad está detenido en una prisión estadounidense mientras se inicia oficialmente su juicio, posiblemente en octubre próximo.
De acuerdo con la periodista Maru Morales, la difusión del comunicado por parte de EEUU coincidió con una jornada en la cual quedó en claro la falta de unidad entre los opositores que siguen diversidad de estrategias sin que se evidencie un consenso entre ellos.
Morales hace esta síntesis: por un lado, Juan Guaidó y el partido Voluntad Popular lanzan el movimiento "Salvemos a Venezuela" con el fin de reactivar la protesta de calle; Acción Democrática propone iniciar la organización de unas primarias para elegir al candidato presidencial opositor; Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo se enfocan en sus procesos de renovación de autoridades internas; y Avanzada Progresista (partido fundado por un ex gobernador que militó en el chavismo) pide, sin éxito hasta ahora, una modificación de la delegación opositora en México que incluya a otros partidos.
"Es la primera vez que un comunicado internacional referido a Venezuela traza una línea clara para la oposición prodemocracia. Me temo que el tiempo de Guaidó como gran referente ha caducado ya para gran parte de la comunidad internacional, con lo cual se abre un compás para una recomposición, que permita prepararse para unas elecciones presidenciales de 2024, cuya realización pasa a ser una exigencia de los firmantes del comunicado", explica a DIARIO DE CUBA un veterano diplomático sudamericano radicado en Caracas.
"La declaración se produce casualmente cuando los diversos sectores de la oposición parecen impulsar iniciativas que, si bien podrían ser complementarias, sus protagonistas parecen más atraídos por liderar que por unificar", sostiene la periodista Maru Morales.
En el comunicado de cuatro párrafos se menciona en dos ocasiones a las elecciones de 2024 como el objetivo al que debe apuntarse, y en dos oportunidades se insiste en que el método es la negociación en México.
En días recientes, Juan González, director de Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, dejó en claro el nuevo papel que se adjudica EEUU en Venezuela. "Las respuestas a la crisis venezolana no están en Washington, deben encontrarse entre venezolanos", dijo al ser interrogado al respecto en una entrevista de prensa.
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