La variante ómicron ha golpeado al personal de las grandes aerolíneas y provocado la cancelación de más de 5.000 vuelos en todo el mundo durante los días de Nochebuena y Navidad, cuando millones de personas viajan para reunirse con sus familias, informa EFE.
A las 16:00 hora local de la costa este de EEUU ya se habían suspendido 5.048 vuelos en Nochebuena y Navidad, mientras que 17.954 habían sufrido retrasos de última hora, de acuerdo con la empresa estadounidense Flight Aware, especializada en proporcionar datos en tiempo real sobre el tráfico aéreo.
Más de una cuarta parte de los vuelos cancelados durante Nochebuena y Navidad tenían como destino o punto de partida EEUU, donde los casos de Covid-19 han crecido un 50% en la última semana tras el arrollador avance de la variante ómicron.
Nochebuena, uno de los días con más tráfico aéreo del año, ya empezó con la suspensión de centenares de itinerarios; pero la situación empeoró a medida que avanzaba la jornada y, en Navidad, grandes aerolíneas estadounidenses, como Delta y United, anunciaron más cancelaciones.
En un comunicado, Delta dijo que estaba "agotando todas las opciones y todos los recursos", incluidos cambios de ruta, la sustitución de aviones y el cambio de tripulaciones, para cubrir las operaciones que tenía programadas.
Sin embargo, en Nochebuena, Delta tuvo que suspender 173 o el 8% de sus rutas y, a las 16.00 hora local del día de Navidad, los viajeros de 308 vuelos (el 15%) ya se habían quedado en tierra.
Por su parte, United canceló 201 (el 10%) de los trayectos que tenía previstos para Nochebuena y este sábado de Navidad la cifra ya alcanza 240 (el 12%).
Una portavoz de United, Maddie King, dijo a EFE que el aumento de contagios por ómicron en Estados Unidos está teniendo un "impacto directo" en las tripulaciones de vuelo y el resto del personal de la compañía, que tiene que quedarse en casa para recuperarse de la enfermedad y no contagiar a otros.
Por su parte, Delta ha atribuido las cancelaciones a ómicron, pero también a las condiciones meteorológicas con tormentas de nieve que amenazan al oeste de EEUU, desde el estado de Washington hasta el sur de California.
Sin embargo, otras aerolíneas estadounidenses como American y Southwest han asegurado que sus operaciones se están desarrollando con normalidad y apenas han experimentado cancelaciones.
Esas dos aerolíneas, sin embargo, sí tuvieron que suspender cientos de trayectos a finales de octubre.
Por su parte, la alemana Lufthansa informó el viernes de la cancelación de varias rutas transatlánticas durante las vacaciones navideñas debido a un "aumento masivo" de las bajas de enfermedad entre sus pilotos, según medios locales.
Otras aerolíneas internacionales como China Eastern y Air China, así como la aerolínea de bajo coste indonesia Lion Air y la estatal Air India, también dejaron a miles de pasajeros en tierra durante Nochebuena y Navidad, según Flight Aware.
En EEUU, detrás de las cancelaciones, se esconde un pulso entre los directivos de las grandes aerolíneas y los sindicatos.
Anticipando los posibles problemas, el grupo de presión Airlines for America, que representa a Delta, United y American, envió una carta a la directora de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), Rochelle Walensky, para pedirle que flexibilice las directrices de esa institución sobre el periodo de aislamiento que deben cumplir quienes hayan estado expuestos al virus.
Actualmente, los CDC aconsejan un aislamiento de 10 días, pero Airlines for America quiere que sea un máximo de cinco.
En respuesta, el sindicato de los auxiliares de vuelo, conocido como AFA, pidió a Walensky en otra carta que se mantengan los diez días de aislamiento y consideró que cualquier cambio en los protocolos debe estar basado en la ciencia, no en los problemas de personal.
Precisamente, los problemas de personal no son nuevos. Durante la pandemia, las grandes aerolíneas estadounidenses recibieron una ayuda pública de 54.000 millones de dólares con la condición de que no podían despedir a nadie.
Sin embargo, lo que hicieron para ahorrar costes fue reducir el personal con bajas voluntarias o prejubilaciones, de manera que cuando la demanda de vuelos se recuperó este año se encontraron con que no había suficientes empleados para cubrir todas las rutas.
Mientras las aerolíneas tienen problemas para mantener sus planes de vuelo, la mayoría de los viajeros de EEUU han seguido con sus planes para viajar estas fiestas por otras vías, según reflejan los datos de la Administración de Seguridad del Transporte de EEUU.
En concreto, unos 2,2 millones de personas transitaron por los aeropuertos estadounidenses el jueves, justo antes de Nochebuena, lo que supone casi los mismos que en 2019 y tres veces más que el año pasado.
La variante ómicron ha provocado un aumento de contagios en todo el mundo y ha hecho que algunos países europeos, como Alemania, Portugal y Finlandia, vuelvan a imponer restricciones en los sectores del ocio y la hostelería.