La CIA destituyó a su más alto funcionario en Viena, Austria, acusado de no haberse tomado en serio casos del misterioso "síndrome de La Habana" en su equipo y dentro de la embajada, publicó The Washington Post.
El máximo responsable de la CIA en el considerado uno de los centros del espionaje mundial fue señalado por no dar curso a las denuncias de funcionarios, diplomáticos y familiares afectados. Fuentes internas de la CIA citadas por el medio estadounidense hablaron de "insensibilidad" del alto representante.
La retirada tiene como objetivo enfatizar la importancia que las autoridades estadounidenses le dan a abordar los problemas de salud inexplicables que han acosado a cientos de diplomáticos y otros funcionarios desde 2016, añadió el periódico, citando a funcionarios anónimos.
Recientemente se han habían reportado en Viena decenas de casos del denominado "síndrome de la Habana", tanto entre empleados de la CIA como entre diplomáticos y sus familias.
Esta semana la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este martes, por unanimidad, un proyecto de ley que autoriza a proporcionar apoyo adicional a los funcionarios norteamericanos que resultaron dañados en una serie de episodios misteriosos que causaron lesiones cerebrales a los afectados, publica el New York Times.
El Senado aprobó la legislación, impulsada por la senadora republicana de Maine Susan Collins, el 7 de junio. El proyecto de ley será trasladado ahora al presidente Joe Biden para que lo firme.
La aprobación llega mientras el número de incidentes continúa en aumento. Un oficial de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que viajó a la India junto al director de la Agencia, William J. Burns, sufrió daños a inicios de este mes. Sus síntomas eran consistentes con los del llamado "Síndrome de La Habana", por el cual decenas de diplomáticos norteamericanos y canadienses comenzaron a padecer una misteriosa enfermedad cerebral, en 2016.
Los afectados entonces se quejaron de síntomas que van desde mareos, pérdida del equilibrio, pérdida de audición y ansiedad hasta algo que describieron como "niebla cognitiva".
Los incidentes podrían tratarse de ataques perpetrados por servicios de Inteligencia enemigos, pero el Gobierno de Estados Unidos aún no ha arribado a una conclusión sobre la causa exacta y los responsables de los incidentes.
Los funcionarios norteamericanos creen que más de 200 personas han sido dañadas en estos incidentes. Aunque las microondas u otros equipos de radiación dirigida han sido señalados como posible causa de los incidentes, la administración y los funcionarios del Congreso no han determinado el origen de estas lesiones, que se observaron primero en La Habana.
Desde entonces, diplomáticos norteamericanos y oficiales de la CIA han sufrido ese tipo de daños en China, países de Asia Central y de Europa, incluyendo a Viena.
Este mes un informe oficial cubano dijo que la narrativa del "Síndrome de La Habana" no es "científicamente aceptable". Los especialistas de la Academia de Ciencias de Cuba afirmaron que en el asunto se suelen tomar como verdades algunas cuestiones que no han sido verificadas.
En septiembre de 2017 el Gobierno de EEUU decidió retirar de su Embajada en Cuba a todo el personal no esencial y sus familias debido a que varios diplomáticos experimentaron síntomas como mareos, vértigo, confusión mental, sordera parcial y lagunas de vocabulario básico, supuestamente provocados por la exposición a sonidos persistentes de origen desconocido en sus casas o habitaciones de hotel.
La hipótesis del ataque cobró fuerza tras la difusión de una grabación de audio, realizada por personal diplomático estadounidense en La Habana y publicada por Associated Press (AP), en la que se escuchaba un molesto zumbido agudo semejante al de un grillo.
Las autoridades cubanas aseguraron en 2017 que las pesquisas demostraron "la inexistencia de evidencias que indiquen la ocurrencia de los alegados ataques acústicos".
A finales de 2018, un artículo publicado por la revista estadounidense The New Yorker vinculó a Alejandro Castro Espín, hijo de Raúl Castro y hasta entonces jefe de la Comisión de Defensa y Seguridad Nacional, que asesoraba a su padre, con los presuntos ataques acústicos que afectaron a dos decenas de diplomáticos estadounidenses y canadienses en La Habana.
El reportaje, titulado "The Mystery of the Havana Syndrome", señala que el departamento del Ministerio del Interior cubano que dirigía Castro Espín habría sido desmantelado en fecha cercana a marzo, justo cuando su no inclusión entre los nominados a sustituir a su padre al frente del Gobierno cubano levantó especulaciones.
Cuba no queda NADA bien parada ... suponiendo que el Tuerto no estuviese involucrado, las víctimas son diplomáticos extranjeros en su territorio y todos sabemos que los diplomáticos en Cuba tienen un MocoPegao 24/7 ...
Esta claro que en Cuba hay muchos rusófilos que quieren volver a la "Fraternal Rusia" y temen al acercamiento con el "Imperio Yankee". Ellos saben que no importan cuan miserable esté el pueblo, lo mas importante es mantener el poder. Por ahí anda la cosa.
Así, toda la cantaleta contra Cuba tiene que repetirse ahora contra Austria, que tienen una Bundesamt für Verfassungsschutz und Terrorismusbekämpfung (BVT), o sea: Oficina Federal para la Protección de la Constitución y la Lucha contra el Terrorismo. Por lo demás, Alejandro Castro no dirigía ningún departamento del MININT.
Los Castros no tienen que dirigir nada, son dueños de todo ... allí se hace lo que dice Mulet ...
La CIA debe auto destituirse ... se ha dedicado en los últimos años en hacer carrera política a favor de los demoRATS, en vez de dedicarse a las funciones para las que fue creada ... El FBI es otro que baila la misma música, por eso los Esta'os Juntos van en franca decadencia ...