En los dos primeros días de esta semana han tenido lugar en Haití una serie de protestas, que no llegaron a ser una huelga que paralizara al país caribeño, como prometían sus organizadores. Sin embargo, las manifestaciones efectuadas en varias ciudades evidenciarion una vez más el descontento con el presidente Jovenel Moise.
Gobierno y oposición discrepan sobre cuándo culmina el Gobierno de Moise. Este asegura que es el 7 de febrero de 2022, mientras que los opositores demandan que el mandatario entregue el poder el próximo domingo 7 de febrero.
En la capital, Puerto Príncipe, así como en las ciudades de Petit-Goave, Mirebalais, Verretes y en St-Marc los manifestantes levantaron barricadas y lanzaron piedras a lo largo de todo el recorrido, de acuerdo con el reporte de periodistas desde Haití.
Hace un año, tal como lo reseñó DIARIO DE CUBA, se profundizó la crisis política e institucional. No existía primer ministro desde marzo de 2019, y en enero de 2020 cesó el poder legislativo sin que pudieran realizarse elecciones parlamentarias. Luego, la llegada de la pandemia de Covid-19 extendió una situación de por sí irregular y Moise gobierna por decreto desde hace un año.
En enero de 2020 también se registró una ola de protestas en Haití que fueron duramente reprimidas. Las protestas de este 1 y 2 de febrero las han encabezado centenares de personas en las ciudades mencionadas.
Haití ha vivido, desde que comenzó este 2021, un debate sobre si debe declararse o no un estado de emergencia nacional por Covid-19. Algunos analistas creen que esa podría ser una decisión política de Moise para desactivar las protestas en su contra.
Una medida bastante criticada, incluso desde el sector empresarial, es que el país caribeño exigirá una prueba PCR negativa realizada con 72 horas de antelación a todos los viajeros que quieran ingresar a partir del próximo 9 de febrero. Haití era uno de los pocos países de todo el mundo que no había implementado medidas relacionadas con el Covid-19 para la entrada de personas.
De acuerdo con las cifras de la Universidad John Hopkins, Haití es de los países menos afectados por el virus. Hasta este 2 de febrero se habían contabilizado 11.533 contagios y 245 decesos por coronavirus. Debido a estos bajos niveles de contagio, en Haití se han abandonado las medidas de protección, tales como el uso de mascarillas o el distanciamiento físico.
Entretanto, Moise ha recalcado que no deja el poder este año. La oposición, que incluye a organizaciones de la sociedad civil, apela a un artículo constitucional que establece un adelanto del inicio del periodo presidencial en el caso de existir problemas con el recuento de votos en las elecciones, un aspecto que a su juicio ocurrió en los comicios de 2015, anulados por denuncias de fraude y repetidos en 2016.
Moise fue electo en esas elecciones de 2016 y tomó posesión en 2017, e insiste que su mandato es de cinco años, lo cual también está fijado en la Constitución. Dada la precaria situación institucional no existen contrapesos o poderes autónomos que puedan dirimir este asunto. Por la vía de los hechos se espera que Moise prosiga en el poder hasta 2022, dado que tampoco hay interés en la comunidad internacional por encontrar una solución a esta crisis que atraviesa Haití.
Por otra parte, este mes de enero de 2021 se han conmemorado los 11 años de un devastador terremoto que profundizó una crisis sistémica en este país. El 15% de los haitianos perdió sus viviendas, los edificios públicos se derrumbaron casi que por completo y la mayoría de las escuelas quedaron destruidas.
Se estima que este terremoto acabó con la vida de 300.000 haitianos y destruyó el 70% de la economía. El país nunca pudo volver a sus niveles de 2009, que ya de por sí eran precarios. Este telón de fondo social y económico ha sido usado por Moise, a quien dos años atrás se le acusaba de haberse enriquecido con la ayuda humanitaria enviada por la comunidad internacional.
