Muy lejos parece estar el foco de atención de la comunidad internacional, incluyendo a periodistas y medios de prensa. Las noticias de protestas en Ecuador, Honduras y Chile estuvieron en el tapete en octubre. Sin embargo, en Haití se registran protestas continuas desde septiembre con un saldo alto de personas fallecidas, y esa crisis parece haber sido sencillamente olvidada.
Daniel Zovatto, director para América Latina del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA Internacional), advirtió este domingo que la región debe colocar su foco también en Haití. A juicio de Zovatto, Haití necesita en este momento el acompañamiento de la ONU, la OEA y la comunidad internacional en general.
Al contrario de las crisis de Ecuador o Chile, que generaron una alta repercusión mediática, política y diplomática, lo que sucede en Haití no es reseñado salvo en sitios web especializados en ese país caribeño, que según cifras del Banco Mundial tiene las tasas más altas de pobreza de la región: el 60% de los haitianos vive en la pobreza y otro 24% en la pobreza extrema.
El 1 de noviembre, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, a través de su portavoz, Marta Hurtado, hizo un enfático llamado de alerta sobre lo que viene ocurriendo en Haití.
En un nuevo capítulo en la ola de protestas que se han registrado a lo largo de este 2019, el ACNUDH confirmó que desde el 15 de septiembre, cuando se inició esta nueva etapa, y hasta el 31 de octubre, 42 haitianos habían fallecido en el marco de las protestas y otros 86 habían resultado heridos, en su gran mayoría por armas de fuego. Se estima que las fuerzas de seguridad tienen responsabilidad en 19 de las muertes ocurridas en las últimas seis semanas.
"Entre los asesinados había al menos un periodista. Otros nueve periodistas resultaron heridos y, según los informes, muchos han sido amenazados. Instamos a todos los actores a abstenerse de atacar a los periodistas y respetar la libertad de los medios de comunicación para informar sobre la situación", indicó Hurtado desde Ginebra.
Hasta este 3 de noviembre la Organización de Estados Americanos, de la cual Haití forma parte, no había emitido ningún tipo de declaración oficial.
Las protestas callejeras, que tienen lugar principalmente en Puerto Príncipe, la capital haitiana, se iniciaron el 7 de febrero de este año. Una ola de indignación se desató tras conocerse que funcionarios del actual Gobierno habrían desviado unos 2.000 millones de dólares de los fondos pertenecientes al acuerdo Petrocaribe, programa de ayuda energética auspiciado por Venezuela, y que le subsidia al país caribeño el 60% del combustible que recibe.
En estas protestas, que a lo largo del año han tenido varios picos de mayor conflictividad, se exige la renuncia del presidente Jovenel Moise, quien al asumir en 2017 prometió acabar con la corrupción, crear nuevos empleos y reactivar la alicaída economía de Haití.
Para el ACNUDH hay una situación de caos que afecta la vida de la población y el acceso a servicios básicos.
"Desde el comienzo del año escolar, en septiembre, la mayoría de los niños en Haití no han podido ir a la escuela", sostuvo Hurtado, asimismo precisó que los haitianos, particularmente en las regiones fuera de la capital, han tenido serias dificultades para acceder a alimentos, agua potable, medicinas y combustible.
"El sector de la salud se ha visto particularmente afectado, con escasez de electricidad, combustible, suministros y la incapacidad de muchos médicos para llegar a sus lugares de trabajo", indicó la vocera de la ONU.
República Dominicana, país que comparte frontera con Haití, reforzó la presencia militar ante la ola de protestas. El ministro de Defensa, teniente general Rubín Paulino Sem, informó 31 de octubre, que la frontera terrestre ha sido reforzada nuevamente con 600 soldados adicionales, para alcanzar un total de 9.100 efectivos dominicanos.
Este viernes 1 de noviembre se registraron nuevamente masivas protestas en las calles de Puerto Príncipe.
iré a Santiago