El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, volvió a acusar este martes a la "derecha española" de respaldar actos contra su Gobierno. En esta ocasión, el mandatario denunció el apoyo de la derecha al líder opositor venezolano Leopoldo López y a sus supuestos "planes terroristas" para impedir el establecimiento formal del nuevo parlamento, informó ABC.
Según Maduro, López estaba al frente de la organización de actos terroristas que ya fueron desmantelados por los órganos de inteligencia venezolanos.
"Desde Madrid, España, se protege a Leopoldo López en sus planes para poner bombas, para matar, para asesinar, para llenas de violencia Venezuela", declaró Maduro en un discurso frente a los gobernadores del país. Poco antes le pidió públicamente al canciller venezolano, Jorge Arreaza, que se comunicara con Arancha González Laya, la canciller española, para informarle de los planes de López.
Antes de sumar a España al cónclave conspirativo en su contra, Maduro había presentado una prueba que, según él, indicaba la relación de Leopoldo López con el presidente Iván Duque en la planificación de actos terroristas. La prueba fue el testimonio de un joven, a quienes el Ministerio del Interior venezolano reconoce como Ronald Flores, que dijo haber sostenido una reunión en Colombia con disidentes venezolanos y funcionarios de la inteligencia de ese país.
En el video divulgado, Flores confiesa que en la reunión se acordó un "ataque" al Complejo Refinador de Amauy, a la principal central hidroeléctrica de Venezuela, el asesinato de un gobernador y un atentado al fiscal general venezolano, Tarek Saab. Según Flores, el plan fue ideado primeramente por Leopoldo López, Iván Duque y el expresidente colombiano Álvaro Uribe. Ellos tres habrían pensado, continúa la confesión, introducir 20 drones explosivos y 10 drones de ametralladoras para atacar objetivos económicos, políticos, militares y civiles de Venezuela.
Maduro aseguró que el jefe de la operación era Yerson Rojas Rojas, acusado de terrorismo y por quien la policía venezolana ofrece una recompensa de 500.000 dólares (542.885.500.000 bolívares). El régimen de Maduro también ha dado la orden de búsqueda y captura a "varios ciudadanos", entre los que se encuentra un supuesto terrorista informático perteneciente al grupo ciberactivista Anonymus.
