Amnistía Internacional ha indicado este 4 de septiembre que encontró nueva evidencia para sostener que el capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo murió literalmente en la sala del Juzgado en junio de 2019, y no en un hospital como se había informado. Todo ello debido a las severas torturas a las que fue sometido en Venezuela.
"Contrario a lo que muestra la investigación penal por parte de la Justicia venezolana, Rafael Acosta Arévalo no falleció en un hospital. Fue desparecido, torturado y murió ante un juez. Sobre estos hechos no se ha hecho justicia", dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
Amnistía Internacional obtuvo 550 páginas del expediente penal contra dos funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) adscritos a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), acusados de participar en su muerte.
Acosta Arévalo fue víctima de desaparición forzada desde el 21 al 26 de junio de 2019. Tras cinco días, finalmente, el régimen de Nicolás Maduro reconoció su detención.
Hasta ahora prevalecía la tesis de que funcionarios de la DGCIM le habrían llevado a un hospital el 28 de junio, pero horas después fue presentado, mientras agonizaba, ante un tribunal militar para imputarle cargos a pesar de su condición de retiro de las Fuerzas Armadas.
La descripción de un hombre agonizante presentado ante el juez, finalmente tras largas sesiones de tortura, ya había escandalizado a las organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, que han tomado este caso como simbólico para desnudar el sistema de torturas que impera en Venezuela.
Ahora, sin embargo, el caso genera mayor estupor. Amnistía Internacional encontró que Acosta Arévalo falleció el 28 de junio de 2019 en la sala de justicia donde se llevaría a cabo la audiencia de presentación, sin recibir atención médica en los momentos previos a su muerte.
Esta evidencia contradice la versión oficial de las autoridades venezolanas, quienes difundieron que la víctima había muerto en el Hospital Militar Vicente Salias, después de haber recibido atención médica.
El capitán de corbeta venezolano Rafael Acosta Arévalo murió debido a las torturas que le infligieron presuntamente los agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) del régimen de Nicolás Maduro, confirmó el informe de su autopsia.
El expediente al que tuvo acceso la organización de derechos humanos apunta a que la muerte del capitán de corbeta fue por negligencia. No se hace mención explícita a la tortura que, evidentemente, padeció el militar retirado en los días que estuvo detenido.
Tal como lo reseñó DIARIO DE CUBA, el periodista venezolano Eligio Rojas publicó parte del informe de la autopsia que se le hizo al cuerpo de Acosta Arévalo: "La necropsia de ley practicada al cadáver (...) determinó como causa de muerte 'edema cerebral severo debido a insuficiencia respiratoria aguda, debido a rabdomiolisis por politraumatismo generalizado".
"Rabdomiólisis: síndrome de necrosis muscular que presentan las víctimas de terremotos, bombardeos, derrumbes de edificios. Es decir, que el capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo fue literalmente aplastado", aclaró por su parte la también periodista Lisseth Boon, en julio del año pasado.
"El caso de Rafael Acosta Arévalo ejemplifica la necesidad que los mecanismos internacionales asuman el liderazgo en la búsqueda de verdad, justicia y reparación de las víctimas de los crímenes de derecho internacional y violaciones de derechos humanos en Venezuela", sostuvo Guevara Rosas.
De acuerdo con el Programa Venezolano de Derechos Humanos (Provea), en 2019 se conocieron 574 casos de tortura, un aumento de más del 500% en comparación con 2018. El año pasado, 23 venezolanos (incluyendo a Acosta Arévalo) fallecieron víctimas de torturas por los cuerpos represivos en Venezuela.
Amnistía Internacional elevó el documento sobre el caso Acosta Arévalo a la oficina de la alta comisionada de derechos humanos de la ONU, la expresidenta chilena Michelle Bachelet.
Asimismo, Guevara Rosas recordó que la comunidad de derechos humanos debe darle apoyo y documentación a la Misión de Determinación de los Hechos, entidad que fue conformada el año pasado por decisión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, como parte de su evaluación de la masiva violación a derechos humanos en Venezuela.
Y asi despues de todo esto el traidor de capriles , se presta para hacerles el juego a la dictadura madurocastrista.Invadir a Venezuela .Iniciar una guerra civil , con la abierta ayuda de USA , BRASIL ,CHILE ,COLOMBIA ,asi como se hizo en Nicaragua y la contra anti sandinista.Venezuela es un caso perdido. JAMAS LOS TRASNOCHADOS COMUNISTAS MARXISTAS DEJARAN EL PODER A NO SER QUE SE TOMEN LAS MEDIDAS ANTES DICHAS. RENE LIBERTARIO.
En fuerte TIUNA existe una unidad de ''instructores cubanos torturadores'' .
No es el único, ni será el vltimo. Lo peor es que tienen a cubanos del minint torturando: tormenta perfecta. Para los torturadores son extranjeros, desconocidos que ni de lejos tienen que ver con familias, ni amigos ni vecinos. El mismo chiste del Che fusilando cubanos a la masamba en la cabaña. El mismo tema de los policias orientales en la Habana.
Lo primero que han de hacer los venezolanos es empezar a matar cubanos en Venezuela: uno por noche, por barrio, para que vean como al final, se va amedrentando y se recogen para Cuba.
No hay de otra. Yo, en el lugar de la familia de ese señor, empezaría hoy mismo.