A dos años de la ola de protestas y represión en Nicaragua, persiste un estancamiento en la crisis, sin perspectivas de cambio. A juicio de activistas de ese país centroamericano, se requiere de un rol más activo de la comunidad internacional, con acciones que contribuyan a destrabar la situación.
"Nicaragua no va a salir sola de este embrollo", dijo a DIARIO DE CUBA María López Vigil, directora de la emblemática revista Envío, fundada en 1981 al calor de la revolución Sandinista.
López Vigil participó en un foro virtual dedicado al análisis de la coyuntura nicaragüense, organizado por la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina. En dicho espacio de discusión, la periodista enfatizó la necesidad de que haya un compromiso de la comunidad internacional para hacer frente a la deriva autoritaria que caracteriza a Nicaragua.
"Las sanciones de Estados Unidos no han funcionado. Las sanciones no han doblegado al régimen" de Daniel Ortega, dijo López Vigil.
Estados Unidos ha sancionado a 22 altos funcionarios, incluyendo a la esposa de Ortega y vicepresidenta, Rosario Murillo, y a dos hijos del gobernante.
Igualmente han sido sancionados los jefes del Ejército y de la Policía. Los uniformados han sido clave en el sostenimiento del régimen de Ortega, tras lo que fue un punto de inflexión en abril de 2019, con la ola de protestas y represión.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), 325 personas murieron y más de 2.000 resultaron heridas por participar en protestas, en su mayoría jóvenes alcanzados por impactos de bala. El Gobierno reconoce 198 fallecidos, mientras varias ONG de derechos humanos elevan la cifra hasta 545.
"Desde abril de 2018 no tenemos ninguna señal de rectificación del Gobierno. Lo que tenemos son señales de que se quedarán en el poder. No tienen límites ni escrúpulos", dijo la directora de Envío, una revista editada por la Universidad Centroamericana.
A la política de sanciones de Washington se unió la Unión Europea, que en mayo de este año aprobó sanciones contra seis altos cargos del Gobierno de Daniel Ortega, incluyendo a cuatro figuras clave en la cadena de mando de la Policía Nacional.
A juicio de López Vigil, el régimen de Managua está postergando cualquier decisión que pueda implicar un cambio interno, en espera de los resultados electorales de Estados Unidos. La administración de Donald Trump ha apuntado hasta ahora a la política de sanciones. Se requiere, a su juicio, un cambio de estrategia por parte de Washington, que históricamente ha jugado un papel clave en el país centroamericano.
En su opinión, la estrategia del régimen de Ortega en este tiempo se ha basado en atacar de forma selectiva a la prensa crítica y en debilitar a la Iglesia Católica, dado el papel protagónico que han tenido los prelados al cuestionar la represión y la violación masiva de derechos humanos.
"Las iglesias se han convertido en centros de ayuda, en hospitales; los sacerdotes han visitado a los presos. La jerarquía católica nicaragüense estuvo presente en todo momento junto al pueblo", aseguró López Vigil.
El Gobierno de Ortega ha respondido con ataques, violencia, profanaciones y robos. "El pueblo de Nicaragua es muy creyente, el régimen busca quebrar su fe", señaló la activista.
Un hecho representativo de estos ataques a la Iglesia tuvo lugar el pasado 31 de julio. Ese día, un sujeto no identificado ingresó a la Capilla de la Sangre de Cristo, de la Catedral Metropolitana de Managua, y arrojó una bomba que produjo un incendio. La bomba dejó graves daños en la capilla en la que se encuentra la venerada imagen de la Sangre de Cristo, de más de 300 años de antigüedad. La imagen de Jesús perdió el rostro.
Ha sido muy simbólico, según López Vigil, que se haya atacado justamente la imagen de la Sangre de Cristo, en la Catedral de Managua, el templo católico más importante del país.
"Pese a la bomba, la imagen no se cayó de la cruz. El rostro de Cristo cayó calcinado. Es el rostro de todas las víctimas de violaciones a los derechos humanos, de todos los exiliados", consideró la directora de Envío.
Las autoridades policiales y judiciales no han establecido responsabilidades en este caso. Tampoco en otros ataques contra templos católicos.
El mundo entero espera los resultados de las elecciones de noviembre. De un lado los chinos, el Putin con su dictadura disfrazada, Nicaragua, Venezuela y cuba: todas las fuerzas de la oscuridad, el terror y la esclavitud humana que se ven amenazadas como nunca, los castros colgados de un clavo caliente, y de ellos los maduros y los Ortega se aferran a sus piernas.
Del otro lado una luz y la libertad de la democracia, un mundo que pasa por alto esos beneficios de ser libres.
pero dice Gloria Estefan que los nicas deben resolver ese problema solos, que la libertad ''no les debe llegar de afuera''... y les dice tambien a los nicas Susana Perez que ''la solucion esta en sus manos''... asi, facilito...