La Asamblea Nacional Constituyente (ANC), el órgano encargado según el chavismo de redactar una nueva constitución, tiene más de 1.000 días en funciones sin que a la fecha se conozca al menos un artículo fruto de sus discusiones, pero ya cinco de sus miembros tienen Covid-19.
El número dos del régimen, Diosdado Cabello, confirmó el 9 de julio pasado que tenía coronavirus, en un gesto que causó los más diversos comentarios dado el hermetismo que rodea la vida privada de la cúpula chavista. Cabello, quien es presidente de la ANC, estuvo en varias sesiones junto a diversos constituyentes poco antes de confirmarse que estaba contagiado del virus.
Este 20 de julio, uno de los estrechos colaboradores de Nicolás Maduro y también miembro de la ANC, el veterano Darío Vivas, confirmó que había dado positivo en el test. Vivas había estado en diversas actividades públicas, incluso con un megáfono en mercados populares de Caracas advirtiendo de los riesgos del Covid-19.
La ANC fue lanzada en 2017 como una respuesta de Maduro ante la extendida protesta social que se vivió en aquel año entre abril y julio. La ANC, por otro lado, fue el punto de inflexión para el desconocimiento de la comunidad internacional hacia el chavismo. Gran parte de Occidente, la gran mayoría de países americanos y de Europa Occidental catalogaron de ilegítima a esta asamblea constituyente.
"Me dirijo al heroico pueblo de Caracas como responsable de dirigir y acompañar las políticas del Gobierno de Distrito Capital. Informo que he resultado positivo a la prueba del PCR para Covid-19. Les oriento (a) acatar los llamados del presidente Nicolás Maduro", escribió el político de 70 años en su cuenta de Twitter.
Junto con Cabello y Vivas, también han indicado que tienen coronavirus otros tres miembros de la ANC. Se trata de la subsecretaria Carolys Hernández y de los constituyentes Gerardo Márquez y Fidel Madroñero. Este último forma parte del círculo íntimo del hijo de Maduro, llamado también Nicolás Maduro y a quien el propio gobernante llama en público Nicolasito.
En términos generales, en Venezuela, la posibilidad de contraer Covid-19 es uno entre cada 3.000 venezolanos. Se trata de una cifra baja, si nos guiamos por la data oficial. Sin embargo, para una ANC de 503 miembros, contar con cinco casos confirmados resulta una tasa bastante alta.
A esta lista de quienes forman parte de la ANC, definida por el chavismo como un poder supraconstitucional, se suman alcaldes, gobernadores y diputados igualmente contagiados por el coronavirus en Venezuela.
Dada la opacidad oficial que persiste sobre los pruebas de Covid-19, junto al hecho de que los resultados sigan centralizados por el poder ejecutivo en Caracas, induce a mirar con desconfianza los datos gubernamentales que podrían tener un subregistro, también en el caso de políticos del régimen contagiados.
El virus incluso ha hecho quedar mal a algunos voceros oficiales. El gobernador del estado Zulia, Omar Prieto, se mostró en una sala situacional junto a sus colaboradores para salirle al paso a lo que ya decían medios de comunicación regionales de que estaría contagiado con el coronavirus. Horas después de esas imágenes terminó admitiendo que estaba contagiado y, lo que es peor, posiblemente puso en riesgo a su equipo de trabajo.
Un día después de que Cabello confirmara su contagio, el exvicepresidente y actual ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, también notificó que había sido alcanzado por el virus.
Más allá de informar sobre los resultados de las pruebas, ninguno de estos dirigentes del chavismo ha indicado si acudió a algún centro médico público, ni tampoco ha brindado detalles sobre los respectivos confinamientos que deben cumplir.
