El exjuez español Garzón ahora es defensor de testaferro de Maduro

Han pasado dos décadas desde que el entonces juez de la Audiencia Nacional de España, Baltasar Garzón, se ganase la simpatía del movimiento de derechos humanos de América Latina por su intento de apresar al exdictador chileno Augusto Pinochet y por sus causas contra la dictadura argentina de la década del 70.

En 2012, Garzón fue expulsado de la carrera judicial por un delito de prevaricación y posteriormente, en su ejercicio libre de la abogacía, ha sido director de la defensa de Julian Assange, fundador de Wikileaks, y trabajó en Argentina para el Ministerio de Justicia bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.

Ahora, Garzón ha terminado siendo contratado como abogado de un oscuro empresario colombiano, denunciado como testaferro de Nicolás Maduro, perseguido por la justicia de EEUU y de Colombia y quien está detenido de forma preventiva en Cabo Verde. De esta manera, Garzón ha terminado siendo el as bajo la manga que ha sacado el chavismo, que se ha empleado a fondo para evitar una posible extradición de Álex Saab a EEUU.

El nombre de Saab como testaferro de Maduro y metido en diversos negocios turbios del régimen venezolano fue develado por el portal de investigación periodística Armando.Info, lo cual le valió el exilio a los cuatro periodistas y editores involucrados con las notas que desnudaron el rol principal de este hombre en la trama de corrupción venezolana con ramificaciones en varios países.

Originalmente la investigación periodística develó el papel de Saab en la importación de alimentos de baja calidad que en Venezuela resultaban reempacados por los estatales Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).

Según las autoridades judiciales de Colombia y Venezuela, Saab manejó cientos de millones de dólares producto del manejo irregular de las llamadas cajas CLAP, y trató de comprar propiedades en esos países o hacer inversiones.

Un funcionario del Gobierno estadounidense indicó en julio de 2019 que con los CLAP, que se entregan a los más pobres, el empresario colombiano y tres hijastros de Maduro se lucraron con "cientos de millones de dólares".

Las autoridades de Washington también presentaron cargos en julio pasado contra Saab y su mano derecha, Álvaro Enrique Pulido, a quienes acusan de blanquear hasta 350 millones de dólares que supuestamente defraudaron a través del sistema de control cambiario en Venezuela.

Según EEUU, entre noviembre de 2011 y septiembre de 2015, Saab y Pulido se confabularon con otros para lavar sus ganancias ilícitas y transferirlas desde Venezuela a cuentas bancarias estadounidenses, motivo por el que Washington tiene jurisdicción en el caso.

El empresario colombiano, a quien el chavismo de forma secreta le otorgó la nacionalidad (un asunto que solo trascendió tras su detención), fue apresado en Cabo Verde el pasado 12 de junio. EEUU pide su extradición y Venezuela ha movido diversos recursos políticos y judiciales para impedirlo.

Todo apuntaba, sin embargo, hasta este 15 de julio, a que las autoridades de Cabo Verde enviarían a Saab a EEUU. Esa era el camino esperado hasta que apareció Baltazar Garzón para encabezar la defensa del oscuro personaje, de quien no existían imágenes públicas antes de la investigación de Armando.Info. Hace dos años un juez dictaminó que los periodistas de este portal investigativo no podían ni siquiera mencionar el nombre de Alex Saab.

"Saab en manos de la justicia de EEUU, dada la vinculación que tiene con el círculo íntimo del poder y con el propio Maduro, sería sin duda un asunto muy delicado para Caracas", explicó a DIARIO DE CUBA un veterano diplomático sudamericano afincado en la capital venezolana.

Para este diplomático, Saab no es cualquier figura. "Ha tenido un rol central en varios esquemas de corrupción, si es llevado a EEUU y decide colaborar con la justicia se abriría una caja de Pandora", recalcó.

Saab fue detenido en Cabo Verde cuando su avión hizo escala para repostar combustible en el Aeropuerto Internacional Amilcar Cabral. Ahora, al asumir la defensa, Garzón se plantea pedir al estado isleño una indemnización de entre cinco y 12 millones de dólares por daños causados a la imagen pública y reputación de Saab.

Al parecer, según ha admitido el propio régimen de Nicolás Maduro, Saab hizo el rol de intermediario para el envío de gasolina de Irán a Venezuela el pasado mes de mayo. Y su escala en Cabo Verde habría sido justamente parte de un viaje entre Caracas y Teherán para tales diligencias.