Brasil reúne las condiciones para ser ahora el principal motivo de alarma por la crisis de Covid-19. El presidente Jair Bolsonaro enfatiza la idea de relajar las medidas preventivas, el país tiene un sistema sanitario precario y en este momento la mitad de los contagiados de América Latina son brasileños.
El número de contagiados por coronavirus en América Latina sobrepasa el medio millón. Y hasta este 18 de mayo, Brasil tenía 257.000 contagiados con una tasa de crecimiento que se ha acelerado en la medida en que transcurre el mes de mayo.
En un nada prometedor ranking, este 18 de mayo Brasil superó en el número total de casos a países europeos en los que se había cebado el coronavirus como Reino Unido, España e Italia. Ahora el gigante sudamericano es el tercer país de todo el globo con el mayor número de infectados, solo superado por EEUU (1,5 millones) y Rusia (300.000 casos).
Tal circunstancia, a la que se suman más de 16.000 fallecidos (el sexto país con el mayor número de decesos), no ha generado un viraje importante del Gobierno de Bolsonaro. Tal como lo reseñó DIARIO DE CUBA, la crisis del coronavirus, además, se cobró como víctimas políticas a dos ministros de Salud en Brasil en menos de un mes.
El diario O Globo, desde Río de Janeiro, asegura que la falta de designación de un nuevo ministro de Salud, una decisión que Bolsonaro ha postergado, obedecería a una estrategia oficial para introducir una polémica decisión sanitaria.
Con la partida de Nelson Teich, antes de cumplir un mes como ministro, el discurso gubernamental justifica la permanencia del general Eduardo Pazuello, como ministro interino, mientras que el presidente Bolsonaro pueda elegir cómodamente a un sustituto sin tener demasiada presión encima.
Sin embargo, apunta O Globo, detrás de escena lo que estaría por suceder es que Bolsonaro aprovecharía la presencia de Pazuello, como ministro interino, para que se firme un cambio en el protocolo y uso de la cloroquina, como quiere el jefe de Estado. De acuerdo con el diario carioca, el Gobierno ha sido advertido de que ningún médico de renombre estará de acuerdo con la idea.
La cloroquina y la hidroxicloroquina son fármacos usados en el combate a la malaria, sin que hasta ahora se haya demostrado su eficacia para prevenir el Covid-19. Este último fármaco saltó de nuevo a la palestra pública una vez que el presidente de EEUU, Donald Trump, confirmó este 19 de mayo que cada día lo toma desde hace una semana.
Entretanto, este mes de mayo ha sido tierra fértil para la expansión del coronavirus en Brasil. De los 4.500 casos que se registraron por ejemplo el 3 de mayo, se ha saltado a cifras por encima de 13.000 contagios este 18 de mayo.
En los últimos días, entretanto, los muertos han sido superiores a los 700 por cada jornada.
En el extenso territorio brasileño, las poblaciones más afectadas por el número de casos son Tabatinga, Manacapuru, Tefé, Autazes e Iranduba, todas en la Amazonía.
Recientemente, el alcalde de Manaos, la puerta al Amazonas denunció que están viviendo "una película de terror", con más 4.000 contagios y 620 muertos, lo que ha causado el colapso del sistema de salud de la principal ciudad amazónica brasileña.
"No queremos milagros. Lo que necesitamos es un avión lleno de escáneres, ventiladores, medicamentos y equipos de protección", le aseveró el alcalde, Arthur Virgilio Neto, a un enviado de la BBC.
Varios expertos en infectología aseguran que controlar la situación en Brasil será cuesta arriba dado el carácter federal que tiene la nación, a lo que se le suman los cacicazgos locales. En general se observa que el confinamiento se ha cumplido de forma irregular, ya que cada estado (provincia) ha tomado decisiones particulares e incluso dentro de cada estado ha habido políticas diferentes por los Gobiernos municipales en las ciudades.
De trasfondo, la crisis deja en evidencia también la existencia de un empobrecido sistema de salud pública en Brasil, por lo que la expansión del virus fuera de las grandes ciudades posiblemente no tengan resistencia dada la frágil red sanitaria.