Gobiernos de América Latina acordaron el lunes imponer sanciones a algunos miembros del régimen de Nicolás Maduro, como parte del esfuerzo para obligarlo a ceder el poder, pero expresaron reservas respecto al uso de la fuerza, reportó Reuters.
El canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, dijo que las medidas le permitirán a los gobiernos congelar bienes de funcionarios relacionados con Maduro en sus países, apuntando a quienes son sospechosos de actividades ilegales, corrupción y violaciones a los derechos humanos.
Si bien el líder opositor Juan Guaidó ha sido reconocido como el presidente de Venezuela por EEUU y buena parte de la comunidad internacional, Maduro conserva el reconocimiento de la Asamblea General de Naciones Unidas de 193 miembros.
Guaidó se declaró en enero presidente interino de Venezuela tras calificar de ilegítima la reelección de Maduro y amparado en la Constitución.
Perú, Chile y Costa Rica propusieron una enmienda al Tratado de Río, un acuerdo de defensa mutua invocado por miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) a principios de este mes en respuesta a la crisis política y económica de Venezuela, para descartar el uso de la fuerza.
Muchos países latinoamericanos no tienen mecanismos legales para implementar sanciones o prohibiciones de viaje a funcionarios venezolanos y el tratado podría proporcionarles uno, agregó el funcionario.
El Ministerio de Información de Venezuela no pudo ser contactado de inmediato para que comentara la situación.
Las sanciones recibieron 16 votos a favor de los firmantes del Tratado de Río. Uruguay votó en contra mientras que Trinidad y Tobago se abstuvo.
Nicolás Maduro anuncia que la bancada oficialista se reincorporará a la Asamblea Nacional
Maduro, que emprendió un viaje a Rusia la noche de este lunes para una visita oficial en la que será recibido por su homólogo ruso, Vladimir Putin, anunció que en las próximas horas la bancada oficialista se reincorporará a la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, en cumplimiento de un acuerdo realizado la semana pasada con un grupo de partidos opositores minoritarios.
El acercamiento fue polémico porque evidenció las rupturas existentes en la oposición y dejó al margen al líder opositor y autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó.
El martes "los diputados y diputadas de los partidos de la alianza revolucionaria bolivariana se reincorporan a la Asamblea Nacional en desacato", dijo Maduro en un acto de gobierno transmitido en cadena de radio y televisión, precisó un reporte de la agencia AP.
Los legisladores van a "reincorporarse para promover el dialogo en esa Asamblea Nacional", destacó el gobernante socialista. Maduro afirmó que busca determinar "si hay entendimiento en algunos sectores" opositores para levantar la medida de "desacato" impuesta por el Tribunal Supremo de Justicia, mediante el cual se despojó al Congreso de sus atribuciones constitucionales.
La bancada oficialista, compuesta por unos 54 diputados, se retiró en 2016 del Congreso porque argumentó que el Legislativo estaba en "desacato" por el incumplimiento de varias sentencias emitidas por el Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el régimen de Maduro.
El acuerdo, que desató nuevas tensiones en el país sudamericano, se produjo en un momento en el que cayó el nivel de vida de los venezolanos y las negociaciones promovidas por Noruega llegaron a un callejón sin salida después de que Maduro anunciara el retiro de su delegación en rechazo a las sanciones que impuso Washington para congelar los activos del gobierno de Venezuela en EEUU y prohibir a los estadounidenses hacer negocios con Caracas.