Nada de modernizar la política cambiaria; ninguna corrección al desbalance en inversiones; ni medio paso hacia la sustitución de la planificación centralizada; en la próxima zafra apenas molerán 15 centrales; cada vez más viviendas sin agua y menos con electricidad; salarios y pensiones testimoniales en medio del hambre real, y así, mientras cualquier esperanza de mejor futuro queda espachurrada por los escombros del socialismo, va el Gobierno e inaugura algo tan épicamente inútil como un Instituto Nacional de Actores Económicos No Estatales.
El mero nombre de esta institución compuesta por presidencia, vicepresidencia y cinco direcciones —en realidad un nuevo ministerio— muestra que el castrismo a estas alturas sigue sin digerir la propiedad privada, admitiéndola dentro de su sistema solo a regañadientes para, en cuanto pueda, vomitar su ira contenida sobre los indigestos "no estatales".
La misión del nuevo organismo que, por supuesto, requiere locales, climatización, autos, combustible, viajes, burócratas y un buen pellizco del deficitario presupuesto nacional, se basa en la "premisa de controlar el cumplimiento de las disposiciones normativas que implementa la política estatal, en aras de fomentar e insertar a los actores no estatales en el desarrollo económico y social del país, con un rol fundamental en la estrategia de desarrollo territorial".
Traduciendo, significa que habrá un nuevo cuerpo de inspectores carcomiendo como tiñosas al sector privado, obligándolo a entrar en la planificación estatal (no falta mucho para que les exijan planes de producción) mientras una banda de burócratas tan gordos como arrogantes, decidirán si lo que quiere hacer un privado se ajusta e inserta o no, a la "estrategia estatal de desarrollo", en fin, una vuelta más de tuerca al control y la centralización —¡justo lo que tan buen resultado ha dado en Cuba!— ahora en el único sector que estaba creciendo porque algo de libertad había… Libertad, otro concepto que al castrismo le da urticaria.
Y como ni privado ni libertad se disuelven en castrismo, mientras el presupuesto para educación y salud pública se redujo desde 2008 hasta 2020 como porcentaje del PIB, el gasto en administración pública y defensa, en ese mismo periodo se quintuplicó y ahora van y le suman este organismo que no aportará electricidad, comida ni progreso, pero sí tranquilidad a quienes quieren mantenernos controlados.
Que Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel duerman relajaditos es tan importante que, en administración pública y defensa —la defensa del castrismo— se gastó el Gobierno entre enero y junio de 2023 —últimos datos conocidos— 1.480 millones de pesos, bastante más de lo que invirtió en agricultura, el doble de lo que dedicó a construcción y, casi lo mismo que gastó en salud, educación, asistencia social, cultura y deporte combinados.
En vez de priorizar la limpieza de basureros, la producción de medicamentos, de azúcar, de sal o de cualquier cosa, dirigen esfuerzos a estatalizar y burocratizar el sector privado, perdón, el sector no estatal, lo único en este país que, gracias a no estar tan burocratizado y estatalizado, estaba funcionando medianamente bien.
Entre ministerios, institutos, centros de investigación y sindicatos hay literalmente cientos de organismos atendiendo al sector estatal y ¿cómo le va?… Ah claro, es culpa del "bloqueo" que obliga a menos gasto social pero más gasto para controlar, menos maestros pero más inspectores, menos insulina pero más tonfas, y le llaman economía de guerra. De guerra contra el pueblo, obviamente.
Hace apenas un mes eliminaron el Instituto Nacional de Seguridad Social, pues ya sobran empleados para lo poco "social" que le queda a este régimen, y ahora crean este instituto de control al sector privado porque para eso sí hay cuanto recursos hagan falta. ¿Quedan claras las prioridades del castrismo?
Pero para que no se les note la maldad, en la Mesa Redonda en que dieron a conocer este nuevo seudoministerio, se aseguró en varias ocasiones que era resultado de que el propio sector no estatal había solicitado representación y, por ello, habían ideado este instituto para "acompañar al sector".
Amén que ese "acompañar" se parece al del oficial que te conduce cuando como disidente te secuestran en Villa Marista, es de sumo cinismo afirmar que este centro, con las obvias funciones estatales de control, imposición y fiscalización, es fruto del deseo de los propios empresarios cubanos a quienes, por supuesto, les niegan el derecho de agruparse en una asociación verdaderamente independiente. ¿Sociedad civil en Cuba? Cuando se seque el Malecón.
En definitiva, el castrismo, aun después del gigantesco fracaso de su modelo económico, lejos de abandonarlo como hicieron chinos y vietnamitas, se aferra a este, aligerándolo de cargas sociales mientras, donde por necesidad cede permitiendo el sector "no estatal", en vez de ayudar con financiación, bajos impuestos, acceso a locales y al comercio exterior, acceso diferenciado a informatización, bonificaciones y en general una política de fomento, lo que crea es un cuasi ministerio para ponerle palos a la única rueda que en Cuba, a duras penas y más mal que bien, estaba girando. Vivimos en una ratonera, la única opción es escapar… o luchar.
Ellos lo resuelven todo con organismos,controles y al final todo es para peor.!
¿ Se imaginan la burocracia de la Famiglia Castro sin "bloqueo" y créditos blandos ... ?
No por gusto está Cuba como está. Sigue Papá Estado decidiéndolo todo mientras padece de Alzheimer.
No creo que sea Alzheimer, yo diría que es putrefacción.
Hasta a los chinos les dan náuseas, y eso que no es que ellos sean muy delicados para estas cosas.
Ahí es donde terminan las veleidades mypimescas del Castrofascismo en un engendro de control más para alimentar la burocracia estatal.
Un paso más en dirección a la implosión del sistema.
No aprenden o mejor dicho no quieren o no les conviene aprender.
Es que los cinco "trabajadores por cuenta propia" que aparecen en la foto que ilustra el artículo "necesitan orientación" para resolver qué hacer con las siete cajas de cerveza
El comunismo es una maquinaria de control absoluto en donde a los amos lo único que les interesa, más allá de enriquecerse, es mantener atenazada a la claque.
Este nuevo engendro llamado Instituto Nacional de Actores Económicos No Estatales, al igual que el de precios y decenas más en una isla de unos 111, 000 km2 y cuya división, más política que administrativa, tiene 14 provincias y 168 municipios para sostener el látigo totalitario a través de delegaciones (sicariatos) del PCC, UJC, CDRs, sectores policiales y cientos de oficinas que los comunistas denominan "los factores".
La única función de estas legiones de vagos es mantener a la gente vigilada y a los burócratas (esbirros) disfrutando de la pequeña y vil cuota de poder que les hace sentirse superiores al pordiosero que flagelan.