Una caída en las importaciones de carne de pollo de los compradores de Cuba en EEUU durante julio podría significar una modificación de las preferencias de compra de las MIPYMES de la Isla tras la imposición del tope de precios a ese y otros productos de primera necesidad por parte del Gobierno.
De acuerdo con cifras publicadas por el Departamento de Agricultura de la nación del norte, en los primeros siete meses de 2024 EEUU exportó 146.000 toneladas de carne de pollo a Cuba, "el equivalente aproximado de 5.840 contenedores", apuntó el economista Pedro Monreal.
Pero, apunta el experto en un hilo en X, "en términos mensuales, las toneladas exportadas decrecieron 7,5% en julio de 2024", tendencia que, de mantenerse, podría deberse al impacto de las medidas de control aplicadas por La Habana, y que ya los cubanos aprecian ante la escasez del alimento en los mercados de oferta y demanda del país.
Según Monreal, las adquisiciones entre enero y julio son también menores en comparación con igual periodo de 2023, lo cual, según él, "indica una situación de inseguridad alimentaria en un contexto de crisis agropecuaria que el Gobierno no es capaz de resolver".
El economista precisó que "las cifras del Departamento de Agricultura de EEUU incluyen todas las exportaciones de carne de pollo hacia Cuba contratadas para ser comercializadas por todos los tipos de entidades (estatales, cooperativas y MIPYMES)".
La carne de pollo es, por mucho, el producto en el que más dinero invierten los compradores de la Isla en EEUU desde hace varios años.
A fines de agosto pasado, DIARIO DE CUBA comprobó que en los mercados de Holguín, tras la puesta en vigor el 8 de julio del tope de precios, el producto que mayor impacto negativo ha sufrido es el pollo.
"Teníamos un contenedor reservado y lo aguantamos un poco a ver qué pasaba, porque evidentemente íbamos a tener dificultades para comercializarlo. Pero nos amenazaron con decomisarlo si no lo vendíamos y tuvimos que hacerlo diferente, con lentitud e inventando", dijo Yendry, socio de una MIPYME holguinera.
"Por ejemplo, un contenedor de pollo nosotros lo sacábamos en una semana con el esquema de distribución y venta que ya nos funcionaba muy bien. Los principales compradores, por decenas de cajas, eran los revendedores, que son MIPYMES más pequeñas o trabajadores por cuenta propia (TPC) de diferentes municipios. Eso se diseminaba por toda la provincia y enseguida llegaba a la gente, se vendía rápido", explicó.
"Ahora, al precio topado tenemos que vender directo al consumidor, y nos hemos metido 20 días para terminar. Ya los intermediarios no pueden hacer su trabajo. Hemos tenido que reinventarnos para no tener pérdidas, como alquilar camiones y llevar el pollo por los municipios nosotros mismos. Evidentemente, no vamos a comprar más pollo hasta que no arreglen esa locura", anticipó.
En Cuba la carne de pollo importado sustituyó a la carne de cerdo, de producción nacional, como la más consumida por el pueblo, desde que, bajo el Gobierno de Díaz-Canel, el deterioro de la economía se ha agudizado y la producción porcina cayó a niveles inéditamente bajos. Y por lo visto, gracias al intervencionismo populista, también al pollo habrá que renunciar.
"El pollo estaba a patadas en todos los puntos de venta particulares y ahora se desapareció", dijo Rolando, un trabajador del sector de la construcción.
"A veces llega un camión y vende, pero si no te enteras a tiempo se va para otro lado y no puedes comprar. Es algo incierto, inseguro, y hasta hace poquito estaba donde quiera, muy fácil de conseguir", aseguró.
"Es verdad que, igual que todo lo demás en este país, es caro para el salario. Pero realmente, en comparación con la carne de puerco, que está ahora mismo a más del doble, el pollo estaba baratísimo. No es lo mismo comprar a 350 pesos (la libra) de pollo que pagar 700 u 800 por el cerdo. Ahora, por fijar el precio unos pesitos menos, a 318, perdimos el pollo. Solo nos queda el cerdo a 800. ¡Tremenda ayuda nos dio el Gobierno!", lamentó.
La situación se repite en toda la Isla. Donde único parece haber pollo en abundancia es en los mercados online, exclusivos para hacer compras desde el extranjero, que tienen sus almacenes en la Isla abarrotados de productos importados para su venta en divisas que solo los emigrados pueden pagar.