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Agricultura

Pronóstico cumplido: la cosecha de tabaco en Sancti Spíritus no llega al plan por cuarto año consecutivo

La provincia, segunda mayor productora de la hoja en Cuba, cierra con la peor recogida de su historia en la modalidad de sol en palo.

Sancti Spíritus
Tabaqueros en Sancti Spíritus.
Tabaqueros en Sancti Spíritus. Escambray

La cosecha de tabaco 2023-2024 en Sancti Spíritus, segundo mayor productor de Cuba, podría cerrar al 87% del plan total, lo cual supone que ese territorio incumple lo planificado por cuarto año consecutivo, con recogidas que clasifican entre las peores de la historia.

De acuerdo con el medio oficial Escambray, si bien todavía el acopio de tabaco tapado está en marcha, la modalidad de sol en palo queda muy por debajo de lo esperado.

Isidro Hernández Toledo, director agrícola de la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco en Sancti Spíritus, declaró al periódico que aunque su entidad estima el aporte total de unas 666 toneladas de tabaco, ello representa una caída del 20% en comparación con la cosecha del año pasado.

En cuanto al tabaco de sol en palo, que se destina a la producción de cigarros, el funcionario comentó que la recogida cerró en 202.987 cujes, el 65% por ciento de lo planificado. 

"Estamos calculando unas 351 toneladas, la producción más baja en la historia de Sancti Spíritus", reconoció Hernández Toledo.

Mejores números logra el cultivo de tabaco tapado. "El tapado cumple con el plan de recolección de 658.500 cujes, y desde el estimado se avizora una producción ascendente a 315 toneladas de la hoja", aseguró el funcionario. 

"En materia de calidad, cerramos con 104 toneladas de capas de exportación y un índice de más de 400 manojos por hectárea, superior a los 315 que programa como indicador el Grupo Tabacuba", añadió.

Según Hernández Toledo, la caída productiva obedece a la siembra tardía en los tres primeros meses del año de 146 hectáreas de la variedad de sol en palo.

"También afectaron al desarrollo vegetativo las lluvias de enero y febrero; hubo atrasos en la cosecha por falta de cortadores; daños por enfermedades, como la pata prieta, que impactó en el rendimiento. Además, las aéreas que se dejaron para capadura presentaron afectaciones por enfermedad, sobre todo a raíz del impacto del ozono atmosférico, que provoca manchas en la hoja y poco desarrollo", precisó.

Pero hay una razón mayor: de los 1.180 tabaqueros que contrataron su cosecha con el Estado, apenas 480 plantaron. De ellos, menos de la mitad consiguieron capadura, o segundo corte. 

Hernández Toledo reveló a Escambray otras razones del fracaso: "El tabaco tapado se cumple porque tiene mayores incentivos para producir, como la estimulación en divisa que se le pone al productor en la tarjeta. Sobre el aseguramiento, este año no hubo diferencia".

"En estos momentos estamos preparando el proceso de contratación para la siguiente campaña y a la espera de la aprobación final de un sistema de estimulación en MLC para el tabaco de sol en palo, para buscar que se revierta la situación y se siembre más", anticipó.

El panorama actual ya había sido anticipado por el propio Escambray, que en marzo pasado reportó que los vegueros locales habían sembrado menos de la mitad del área prevista debido a que el pago de su producción por parte del monopolio estatal Tabacuba no es rentable para ellos.

En Sancti Spíritus, de un plan de 1.600 hectáreas a sembrar, hasta febrero se plantaron apenas 776. De ellas 290 hectáreas eran de tabaco tapado, 30 más que las previstas; pero en la modalidad de tabaco de sol en palo, de 1.340 hectáreas inscritas se sembraron solo 486.

Hernández Toledo admitió entonces que ello "va a repercutir negativamente en los resultados finales de la campaña". El declive ya se produjo en la cosecha del año anterior, y obedeció a "los mismos motivos", reconoció Escambray.

La situación de Sancti Spíritus se asemeja a la que experimenta Pinar del Río, principal productor de la hoja en Cuba. La prensa oficial reconoció que apenas 7.700 de las 12.905 hectáreas de tabaco planificadas para la actual cosecha allí habían sido sembradas a la altura de febrero último, por los que las autoridades provinciales decidieron reajustar a la baja su pronóstico de producción.

La razón principal del ajuste en ese territorio, según la versión oficial, es la carencia de suficientes casas de cura (o secado) para la hoja. Tabacuba indicó que, de esas estructuras dañadas por el huracán Ian en septiembre de 2022, apenas se había recuperado una fracción insuficiente para el cultivo esperado.

Tabacuba reconoció que la recuperación de la infraestructura tabacalera demorará al menos dos años, por lo que para la cosecha 2024-2025 el pronóstico es llegar a las 14.000 hectáreas, todavía por debajo de lo que se sembraba previo al paso de Ian.

Pese a las aspiraciones oficiales, estimados realizados en 2023 indicaron que los daños causados por Ian en Pinar del Río supondrían "entre ocho y diez años" de recuperación para que la provincia, que produce el 65% del tabaco del país, vuelva a su estado habitual.

Según cifras oficiales, el monopolio estatal Habanos S.A. reportó en 2022, antes del azote de Ian, ingresos de 545 millones de dólares, un incremento de apenas el 2% con respecto al año anterior y evidencia de la caída de la producción del tradicional cultivo, algo que están aprovechando países vecinos, como República Dominicana. En 2023, esa cifra llegó a los 721 millones.

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