Durante más de una década la agroindustria cubana se llamó Ceballos. No es que no hubiese otras empresas estatales y un puñado de rústicas y muy antihigiénicas minindustrias privadas convirtiendo frutas y vegetales en extractos, encurtidos, jugos, compotas, purés o pastas concentradas, pero por volumen de producción, calidad y variedad, Ceballos era con mucha diferencia el referente del mercado cubano y un ejemplo exitoso de inserción internacional.
Comparada con las demás empresas estatales, Ceballos funcionaba bastante bien. Además de comercialmente diversificada, controlaba desde laboratorios de semilla hasta puntos de venta y almacenes de distribución física y online. Abultadas reservas monetarias permitían que en 2019 estuviese en plena expansión, inaugurando la exportación de mangos e instalando dos nuevas líneas de producción: una destinada al procesamiento de piña en rodajas, segmentos, jugos y concentrado, y otra que permitiría envasar en bolsas doypack parte de la producción de su combinado citrícola.
Por su importancia, Ceballos estaba entre las poquísimas empresas del Ministerio de la Agricultura que tenía licencia para exportar y, por supuesto, destacaba entre las oportunidades de negocio que la agricultura cubana promocionaba en la cartera anualmente publicada para atraer inversión extranjera.
Pero aun con ese pedigrí, y siendo proveedor vital y archiconocido para las familias cubanas —al menos las que podían costear sus elevados precios— y un exportador clave del país, el castrismo decidió asfixiar a Ceballos.
Por su solidificada estructura, sorprende que en 2020 ya no pudiese cumplir sus compromisos y planes de exportación, y en 2021 contabilizase los primeros números rojos de su historia, algo que se repetiría en 2022 con pérdidas superiores a 70 millones, más otros 75 millones que ese año se evaporaron, literalmente, sin que esté claro que pasó. No fue hasta el primer trimestre de 2024 que se volvió a cumplir el plan de exportaciones, logrando colocar en el mercado internacional mercancías por un sorprendente valor de… 10.000 dólares.
Ni el Covid-19, ni el bloqueo, ni los efectos meteorológicos de El Niño provocaron tal desastre. Según publica Cubadebate en una autocrítica sin precedentes, "la Tarea Ordenamiento (…) fue un golpe al mentón que dejó sobre la lona a la Empresa Agroindustrial Ceballos". Con mayor detalle, el nuevo director de la entidad explica que, "como la empresa no está incluida en el grupo de las que, en el nivel de país, pueden utilizar la tasa cambiaria de 1.00 USDx120.00 CUP, sino la de 1.00 USDx24.00 CUP, las cuentas siguen estando muy apretadas".
Y no se quedó ahí Cubadebate que, haciendo sangre en la herida, aireó la opinión del director de Ceballos, Exnier González, sobre esa decisión de la cúpula castrista, aduciendo que "resulta, cuando menos, contradictorio que (Agroindustrial Ceballos) siendo líder del polo exportador avileño, con capacidad de importación y exportación, no pueda beneficiarse del mercado cambiario aprobado para otras".
Y es cierto que no hay explicación económica alguna para haber dejado a Ceballos fuera de un mercado cambiario aprobado precisamente para ayudar a las empresas exportadoras, cuando esta exportaba más que nadie en el Ministerio de Agricultura, incluyendo el abasto al turismo —que cuenta como exportación— más el trasiego de la producción de carbón vegetal de casi todo el centro y oriente del país.
Que por cada dólar exportado Ceballos recibiera 24 y no 120 pesos, implicó quintuplicar de manera totalmente artificial sus costes de producción, poniéndola en desventaja competitiva. Significó, además, que sus trabajadores, cuyos ingresos estaban vinculados a resultados, cobraran mucho menos de lo que debían y, finalmente, significó que la empresa se descapitalizara a tal punto que tuvo que despedir a decenas de empleados y cerrar varias líneas de producción perfectamente rentables hasta el día anterior a la decisión de dejarlos fuera de la nueva tasa cambiaria.
¿A qué se debe esta autocrítica publicada en el medio oficial digital del Partido Comunista? Pues solo hay una explicación: le van a achacar esos "errores" al exministro de Economía Alejandro Gil.
Aunque es difícil comprender qué llevó al castrismo a minar la viabilidad de Ceballos, a la cual también —oh, casualidad— se le trabaron más de 100 contenedores de carbón vegetal en el puerto Mariel, esto se entiende mejor cuando se tiene en cuenta que el ocaso de esa empresa facilitó el esplendoroso comienzo de Agroindustrial Media Luna SRL, un emprendimiento "privado" nacido como "Proyecto de Desarrollo Local" que, en cuanto la ley estuvo lista, se convirtió en la primera mediana empresa privada —hasta 100 trabajadores directamente contratados— nacida en el centro del país.
Así, mientras torpedeada desde La Habana la empresa estatal Ceballos languidecía, a pocos kilómetros de ella Agroindustrial Media Luna se convertía, según la adulona prensa estatal, en "insigne entidad privada" con un "multilaureado colectivo".
Durante años, a ninguna autoridad le interesó saber de dónde su propietario, Fernando Albán Torres, sacó los millones de dólares y los permisos expeditos para construir y equipar su emporio con lo último en tecnología, pero no había pasado un mes del descenso de Gil a los infiernos de la "contrarrevolución" cuando fue detenido también Albán, probablemente como pieza del caso-teatro que contra el exministro están montando.
Si en algo se parece el affaire Gil al de Ochoa es en que, lejos de investigar nada —porque ya lo saben todo—, los aparatos de represión castristas se dedican a armar una narrativa para el público, en la cual lo crucial es exculpar al verdadero poder, concentrando todo pecado en el minion que van a sacrificar.
Ni Albán, ni Gil o su posteriormente detenida esposa están confesando nada, pues nada tienen que confesar. Es imposible un esquema de corrupción dentro del castrismo a ese nivel —destruir una empresa estatal para darle paso a una privada— sin permiso y complicidad de la cúpula.
Todo parece indicar que a Gil lo van a empapelar por cargos de corrupción relacionados con Albán y "su" empresa, haciendo pasar como desviación planificada y ejecutada por Gil lo que, si vemos el patrón de los últimos años, es el modus operandi habitual del castrismo que, entrampado por la miseria que inevitablemente genera el socialismo, está desmontando la parte asistencialista de ese sistema, lanzando a la gente a un sálvese quien pueda, pero sin liberar las fuerzas del mercado para que surja una verdadera economía capitalista, sino creando un sector "privado" muy bien controlado mediante empresas como Agroindustrial Media Luna y testaferros como Albán.
Es muy posible, eso sí, que de entre las muchas tropelías encargadas por el castrismo a su exmatón en el Ministerio de Economía, la destrucción de la importantísima empresa Ceballos sea una de las peores y, por lo tanto, podría ser una de las "cartas" que Gil tuviese guardada para defenderse, de ahí que el muñeco propagandístico que están armando la Fiscalía y demás miembros del aparato represivo sobre la supuesta corrupción de Gil pueda girar sobre este tema, para así neutralizar cualquier versión alternativa.
No hay que descartar, por supuesto, que Gil tuviese intereses particulares asociados a Agroindustrial Media Luna y a Albán, que serán ahora usados para ponerle el sambenito de corrupto, traidor y contrarrevolucionario. Por supuesto que Gil ha hecho de su estadía en el Gobierno un negocio muy lucrativo, pero en esencia eso es el socialismo, un método para convertir a poblaciones enteras en mano de obra semiesclava del grupo de ultracapitalistas multimillonarios que componen el buró político de todo partido comunista.
Que el castrismo juzgue a uno de los suyos por corrupción, es como si Alí Babá juzgara a uno de su banda por ser ladrón.
Por qué decidieron cortarle la cabeza a Gil es algo que aún desconocemos, pero al menos este episodio nos permite ver cómo para aupar a sus testaferros el castrismo es capaz de destruir hasta a empresas vitales que, al ser estatales, no dan las facilidades que las nuevas empresas "privadas" permiten, como acceder al mercado norteamericano o cobrarle al pueblo —más bien a quienes envían remesas— cualquier precio que estime conveniente como monopolio que es pues, al fin y al cabo, son empresas privadas.
¿No es acaso esto mismo lo que hicieron cuando descapitalizaron las tiendas estatales en MLC para favorecer a empresas "privadas" como Katapulk o Supermarket 23? ¿Apresarán a Hugo Cancio y otros que desde Miami se enriquecen, y enriquecen al castrismo, aprovechándose del hambre y la falta de libertad en la Isla?
Coincido con la autora,pero Gil no solo se embarrado con eso, sino que asesinó el chavito o CUC sumiendo al país en la hiper inflación actual.No hablemos del robo a mano armada por las tasas cambiarías a CUP a los que tenían cuentas en divisas,sin contar la negativa a conversión en divisas convertibles para su extracción de sedes bancarias nacionales.Sus "amigos" los militares en tanto robaban mediante los depósitos electrónicos de Western Unión depositando la monera dura en sus paraísos fiscales .En tanto le daban Divisa electrónica mediante tarjetas MLC para que compraran en sus tiendas productos a 3 veces el precio. Nadie se pregunta de dónde salió el capital para crear el grupo empresarial de las FAR ,pues el ejército no generaba divisas,más bien la gastaba,pero esa es otra historia y sería bueno que la autora no las explicará con su profesionalidad en otro reportaje.El Gil es solo un chivo expiatorio de los verdeolivos ladrones....
Excelente análisis. Rafaela como siempre brillando. Me hubiera gustado que abundara un poco en cómo la dictadura va.conectar directamente al “Gil” con el fracaso de Ceballos. Era el “Gil” quien decidía que empresas tenían acceso al tipo de cambio 1/120?
Entiendo mejor, la empresa Estatal que tenga cierto nivel de éxito, termina en las mandíbulas de una clase emprendedora protegida por el poder. Sin embargo, estos emprendedores fieles- con mucha liquidez en los bolsillos- también pueden ser víctimas de la mano que los alimenta . Contra el poder de Raúl Castro no hay nada, ni nadie, con la excepción del peso; que si se desboca, hasta Raúl Castro pedirá su dólar al vecino del norte.
Rafaela, como siempre, disparando con armas pesadas imposibles de neutralizar.
La pregunta a responder por los estudiosos del futuro es si el socialismo en general, el cubano en este caso, fué diseñado para planificar conscientemente la pobreza de los pueblos.
Parece que, después de todo, eso es lo que se pretende con ese Nuevo Orden Mundial que intenta, con socialismo y estatización, retrasar ese colapso civilizatorio que el capitalismo, hiperproductivo y contaminante, está acelerando.
Una Agenda 2030 que tiene en Cuba y su pobreza, perfectamente SOSTENIBLE, un alumno aventajado.
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El castrismo no es mas que el ropaje de la ideologica fascista y comunista de un cartel de narcotrafico al frente de un estado con representacion diplomatica. Cualquier otra consideracion socio politica o academica para definir a estos hampones es solo una distorcion de la verdadera y unica naturaleza de esa mafia.
El sueno de Pablo Escobar hecho realidad.
No me da pena la suerte que ha corrido este esbirro en desgracia, ahora... Gil lleva varias semanas arrestado, todavía no ha sido presentado ante un juez ni la misma prensa caracoquista donde fue defenestrado le ha dando chance a un abogado defensor a limpiar su honra, Cuba es una plantación y las leyes emanan del mayoralato de Biran. Aquí como bien señala Rafaela, existe la misma patente del caso Ochoa, es imposible un esquema de corrupción a tal nivel sin que los mayorales de Biran se enteren. Lo que no le perdono a la banda terrorista del MININT es no haber arrestado también a la payasa de hermana, la tal Vicky.
Muy edificante está historia, lo obvio es que defenestrar a Gil formó parte de una conspiración fabulada, con las conocidísimas explicaciones, sobre traición, corrupción y todo lo que le han aplicado al capitoste, para utilizarlo como trapo rojo y desvirtuar la tensión que existía en la Isla, pero que dicha tensión explotó donde menos esperaban por Santiago de Cuba. A partir de ese momento el caso de Gil perdió visibilidad y se desapareció de la palestra pública. Por otro lado es magistral el análisis de Rafaela, sobre problema de la empresa socialista medianamente exitosa, las empresas no se hacen para que no sean exitosas, se constituyen para que funcionen dentro de los limites de lo posible, que produzca y reproduzca el capital y proporcione ganancias, o desaparece. En el caso de Ceballos siendo medianamente exitosa, la hicieron fracasar para que un privado se apropiara de ella. Hay que ver qué papel tiene "Candy la salá " en todo ello.
Están creando grupos selectos de emprendedores fieles a los intereses de la junta militar. Parece que Gil estaba estableciendo su patrimonio en su turno como ministro.