Back to top
Petróleo

Los envíos de petróleo de México a Cuba parecen tener sus días contados

'Es imperativo que EEUU busque una mayor claridad de sus contrapartes mexicanas sobre la naturaleza de esas transferencias', dice un experto del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington.

Madrid
Sede de Pemex en Ciudad de México.
Sede de Pemex en Ciudad de México. Reuters

La estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa de su tipo más endeudada del mundo, y que desde 2023 sostiene envíos millonarios de petróleo a Cuba, en virtud de la alianza entre los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Miguel Díaz-Canel, enfrenta un difícil 2024 debido a una deuda de alrededor de 8.000 millones de dólares con sus proveedores, el incremento de sus gastos operativos y la reducción de su margen de utilidades.

De acuerdo con un reporte de Reuters, que cita el informe de desempeño empresarial de la compañía a partir de datos oficiales, de octubre de 2023 a febrero de 2024 los pasivos o deudas de Pemex con los proveedores y contratistas registraron un aumento de casi el 44%, hasta los 139.115 millones de pesos mexicanos.

Según un reporte publicado el lunes, la empresa tiene obligaciones ya facturadas, que vienen de 2023, del orden de los 138.845 millones de pesos mexicanos, mientras que al cierre de febrero tenía pendientes de facturar cargamentos por 270 millones de pesos.

Aunque el Gobierno federal le ha inyectado a Pemex 1,6 billones de pesos en los últimos años, los resultados de la empresa siguen a la baja, enfatiza Reuters.

En 2023, las utilidades se desplomaron un 10% respecto a 2022, apenas dos puntos porcentuales por encima de 2020. También en los últimos 12 meses los gastos operativos de Petróleos Mexicanos se dispararon en un 35,7%, para alcanzar el récord de 228.220 millones de pesos, cifra equivalente al 13,3% de sus ventas.

En cuanto a su desempeño, registró una caída del 2% en la elaboración de petrolíferos, hasta los 896.546 barriles diarios, mientras que la extracción de crudo apenas se elevó un 5,1%.

El informe no incluye la deuda derivada de disputas o impuestos, ni la que involucra proyectos en procesos de conciliación con acreedores.

Durante meses, la endeudada compañía energética ha enfrentado serias dificultades para pagar a proveedores, contratistas y operadores petroleros, quienes han advertido que la falta de cumplimiento podría provocar caídas en la producción y amenazar a las empresas privadas.

Dos fuentes de Pemex dijeron a Reuters el mes pasado que la compañía usaría un reciente crédito fiscal de 6.400 millones de dólares del Gobierno para realizar pagos a esos acreedores.

Reuters informó recientemente que el gigante estatal, que también tiene una deuda financiera de más de 106.000 millones de dólares, ha favorecido el pago a las grandes empresas de servicios petroleros frente a los pequeños productores privados mexicanos, que venden su producción a Pemex.

Desde fines del primer trimestre de 2023, el Gobierno mexicano, a través de Pemex, suministró al menos 2,8 millones de barriles de petróleo a Cuba, en lo que la Administración de López Obrador describió como una donación humanitaria a "un pueblo que sufre un bloqueo inhumano e injusto". 

En el transcurso del pasado año, México transfirió combustible a la Isla por un valor estimado de 390 millones de dólares. Desde el primer trimestre de 2023, los petroleros cubanos Vilma y Delsa, utilizados anteriormente para transportar crudo desde Venezuela, fueron vistos haciendo escalas en terminales mexicanas. Ello convirtió a México en el segundo mayor suministrador de petróleo a Cuba, solo por detrás de su aliado político venezolano.

Previo a 2023, México solo había enviado cargamentos de petróleo a Cuba esporádicamente. Pese a ello, Pemex no ha revelado detalles financieros sobre la naturaleza exacta de sus transferencias a la Isla, lo cual podría indicar un intento por ocultar las violaciones de las sanciones de Estados Unidos contra La Habana.

En enero pasado, Ryan C. Berg, director del Programa de las Américas y jefe de la Iniciativa del Futuro de Venezuela en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) en Washington D.C., indicó que "Venezuela está lejos de ser el socio energético que alguna vez fue" para La Habana.

"Las exportaciones de petróleo venezolano a Cuba promediaron casi 80.000 barriles por día (bpd) en 2020, en comparación con 55.000 en el transcurso de 2023, una disminución de más del 30%. (...) Los crecientes costos de oportunidad asociados con el suministro de petróleo con descuento a Cuba por parte de Venezuela han hecho que el régimen de Maduro, con problemas de liquidez, priorice las relaciones económicas con países capaces de pagar en divisas. Esto, a su vez, ha obligado a Cuba a forjar relaciones con nuevos socios para llenar los vacíos en la oferta, sobre todo México", indicó.

Asimismo, advirtió Berg, "el Gobierno de López Obrador ha profundizado su relación energética con Venezuela (...) con el objetivo de desarrollar proyectos conjuntos".

Acerca de cómo La Habana paga por los cargamentos de petróleo mexicanos, el experto señaló que "es poco probable que la Isla haya compensado a México por cerca del valor estimado de 200 millones de dólares en energía que le ha proporcionado, y es más probable que forme parte de un esquema de petróleo por servicios, como el acuerdo médico extendido en septiembre de 2023 por el Gobierno de López Obrador".

"Teniendo en cuenta que Pemex hace uso de préstamos del Banco de Exportación e Importación de Estados Unidos (EXIM) para financiar sus operaciones, es imperativo que Estados Unidos busque una mayor claridad de sus contrapartes mexicanas sobre la naturaleza de las transferencias de petróleo entre México y Cuba. Sin embargo, el liderazgo de Pemex bajo AMLO aún no ha revelado detalles financieros sobre la naturaleza exacta de las transferencias", agregó.

Berg recordó que la producción de petróleo crudo de México "disminuyó en casi un tercio entre 2004 y 2010, lo que llevó a una serie de reformas que introdujeron la competencia de las compañías petroleras privadas extranjeras y culminaron en una reforma constitucional en 2013. Esto puso fin al monopolio de Pemex y hundió a la empresa estatal en el endeudamiento. En 2023, la deuda de la empresa superó los 100.000 millones de dólares, equivalente al 8% del PIB de México". 

"A medida que se acerca el final de su mandato, López Obrador dejará a Pemex en una posición más precaria que cuando asumió el cargo en 2018. (...) Con una mentalidad congelada en el modelo de desarrollo estatista de los años ininterrumpidos de Gobierno del Partido Revolucionario Institucional, la responsabilidad de rescatar o reestructurar a Pemex recaerá inevitablemente en el sucesor de AMLO".

Berg recordó que, si bien las sanciones del embargo no impiden a Pemex enviar embarques a Cuba, esto no la exime de violar las normas de la denominada Ley Helms-Burton. "En 2022, en virtud de esta ley, un juez federal ordenó a cuatro líneas de cruceros pagar más de 400 millones de dólares en daños y perjuicios por atracar en puertos que antes pertenecían a Havana Docks Corporation, una empresa estadounidense expropiada por Fidel Castro. Aplicando una lógica similar, los petroleros mexicanos que descargan sus cargamentos de energía en puertos expropiados por el régimen, podrían enfrentar una exposición de riesgo similar".

"La falta de transparencia de la Administración de AMLO con respecto a la naturaleza exacta de sus transferencias a Cuba hace que sea complicado determinar si Pemex ha cometido violaciones técnicas de las sanciones de Estados Unidos. Sin embargo, el petróleo a Cuba en condiciones opacas podría interpretarse como una violación del 'espíritu de la ley' y, peor aún, como un desvío de dólares de los contribuyentes estadounidenses para apoyar indirectamente al régimen autoritario sancionado de Cuba", alertó.

Más información

1 comentario

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.
Profile picture for user JCAleman

Que transparencia puede haber en las relaciones gansteriles entre narco estados?

Al igual que en las misiones del personal de salud, los capos socialistas de esas naciones pagan a sus colegas antillanos con dinero del erario público y buena parte de las transacciones va a las cuentas personales de ambos.