Economista: 'Es inaceptable la confusa información oficial sobre la actual crisis del pan en Cuba'

Como "inaceptable" calificó el economista Pedro Monreal el relato del Gobierno sobre la actual crisis del pan que sufre Cuba y alertó de que, en un contexto de familias cubanas empobrecidas por la inflación, la contracción de las importaciones de trigo, a pesar de la caída de los precios en el mercado internacional, exacerba la inseguridad alimentaria en la Isla.

Funcionarios del Ministerio de la Industria Alimentaria anunciaron el sábado que existen "situaciones específicas con los embarques planificados que daban continuidad a la producción de harina de trigo en el país". Dijeron que no existe "suficiente disponibilidad del producto para garantizar el pan de la canasta familiar normada". Esta situación no cambiará hasta finales del mes de marzo, cuando arribarán dos barcos, uno con harina y otro con trigo, añadieron.

Como ya es costumbre en la propaganda gubernamental, Zaily Pérez Hernández, directora comercial de la Empresa Cubana de Molinería, culpó al embargo de EEUU del atraso en la llegada de suministros.

"Es inaceptable la confusa 'información' oficial sobre la crisis del pan de la canasta familiar normada y para consumo social justificándola con referencias indeterminadas a 'situaciones específicas' y con una vaga mención al 'bloqueo'", consideró Monreal en su cuenta en la red social X.

"No queda claro a qué se le llama 'embarques planificados', pero la estadística oficial refleja una reducción en los últimos diez años de las importaciones de trigo, segundo alimento importado en cuanto a toneladas y tercero en cuanto a valor", indicó.

"La crisis se agudizó en 2021, pero lejos de aliviarse en 2022, que se suponía que hubiese sido un año de recuperación, las importaciones cayeron un 28,8% en 2022, lo que parece indicar la combinación de mayores precios y déficit de divisas", añadió.

El economista criticó que "la contracción de casi el 30% de las importaciones físicas de trigo en apenas un año generó una crisis en la disponibilidad del tipo de pan de más amplio consumo en un contexto de hogares empobrecidos por la inflación, azuzando la inseguridad alimentaria".

Según Monreal, el incremento de precios en 2022 implicaba que para mantener el volumen de importaciones de 2021 (562.853 toneladas) se hubieran necesitado 37,1 millones de dólares adicionales al valor pagado en 2021, aproximadamente tres millones de dólares mensuales.

"Lo que en realidad ocurrió en 2022 es que el gasto en las importaciones de trigo cayó un 17%, reflejando una aguda crisis de disponibilidad de divisas", señaló.

A falta de datos de 2023, Monreal dijo que "es probable que la reducción de importaciones se hubiera acentuado el año pasado y primeros meses de 2024, a pesar de que ya a fines de 2023 el precio internacional había caído un 47% respecto al pico de 2022".

"La crisis de importación del trigo y de seguridad alimentaria que eso implica, se deriva de una crisis de disponibilidad de divisas que a su vez expresa una crisis del modelo de inserción internacional de Cuba, pero esa dimensión se evadió en la 'información' oficial", cuestionó.

En una respuesta a un seguidor, Monreal abundó: "El modelo de inserción internacional de Cuba no genera el nivel de exportaciones que se necesitaría para cubrir importaciones. No es un problema coyuntural. Requiere transformaciones para las que no se conoce un programa verosímil".

Las producciones de la Empresa Cubana del Pan, que vende este alimento de forma liberada a altos precios, al parecer escapan a la situación del producto subvencionado. Funcionarios dijeron que dependen de la "cooperación" con los "nuevos actores económicos" (entidades privadas). Por tanto, esas producciones de pan fluctuarán en dependencia de la disponibilidad de harina que tengan dichos particulares.