El buque petroquímico de bandera liberiana Ocean Mariner llegó a Cuba esta semana con un presunto cargamento de combustible procedente de México que confirma que, en silencio, la dependencia del régimen de la Isla de su vecino norteamericano se incrementa.
De acuerdo con sitios de rastreo de buques, el navío procedente de la terminal portuaria mexicana de Pajaritos, de donde salió el día 22 de agosto, llegó a La Habana este viernes 25, y de allí proseguirá viaje hacia Santiago de Cuba.
Como reportara Reuters días atrás, México sustituyó a Rusia como el segundo principal suministrador de combustible a la Isla, solo por detrás de Venezuela. La estatal Petróleos Mexicanos (PEMEX) suministró solo en los últimos cuatro meses alrededor de 13 millones de barriles de crudo ligero Olmeca, una variedad que se adapta mejor a las antiguas refinerías cubanas que el petróleo pesado venezolano.
Los envíos de Venezuela cayeron hasta julio último a 55 millones de barriles diarios (bpd) desde los casi 80 millones de 2020, mientras que Rusia suministró a Cuba alrededor de 12.000.000 bpd de petróleo crudo entre febrero y julio.
La Habana ha comenzado a utilizar sus sus propios barcos petroleros, pertenecientes al conglomerado empresarial de los militares GAESA, para aumentar las importaciones de petróleo crudo desde el país vecino.
A partir de julio, el buque Vilma ha hecho dos viajes desde la terminal mexicana de Pajaritos a refinerías cubanas de Cienfuegos y La Habana, mientras que el Delsa también entregó crudo mexicano de Pajaritos a Cienfuegos en junio y luego navegó a Venezuela, donde cargó petróleo, según los datos. Ambos buques están entre los pocos petroleros cubanos no sancionados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
Otros buques de la Isla han sido reparados o inspeccionados en los últimos años en un astillero en Veracruz, incluido el Esperanza, ese sí incluido en la lista negra de Estados Unidos, que actualmente se encuentra en ese puerto mexicano.
Un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo a Reuters en abril que Washington estaba "consciente de que Cuba compra petróleo de varios países, tanto sancionados como no sancionados".
Mientras ello ocurre, la escasez de combustible sigue sintiéndose en las gasolineras de la Isla, que no han levantado el racionamiento a la venta, impuesto a partir de abril pasado.
Además, la falta de fuel oil se ha hecho sentir en la producción de energía eléctrica, puesto que la semana pasada las autoridades reconocieron escasez de ese combustible para operar sus grupos electrógenos y al menos una de las cinco patanas rentadas a Turquía operativas en Cuba y que sirven de respaldo a la producción de energía del país.
Las exportaciones de México a Cuba ya se reflejan en la balanza comercial, que en junio marcaron un récord anual, tras cerrar en 36.294.000 dólares, una subida en comparación con los 32.489.000 de mayo pasado, según cifras del Banco de México.
Como en esa cifra no están las exportaciones de petróleo mexicano a la Isla y tampoco existen declaraciones oficiales al respecto, analistas y expertos consideran que estos envíos podrían funcionar como pago por el creciente número de profesionales cubanos exportados al vecino país, dados los acuerdos entre el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y su aliado Miguel Díaz-Canel.
En México trabajan ya más de 700 médicos cubanos y la pasada semana llegaron además 100 docentes de Medicina para ejercer en universidades del Gobierno. La Habana no cesa de buscar benefactores que le permitan acceder a recursos para mantener a flote al grupo en el poder, aunque ello suponga sacrificar aliados.
Mexizuela.
Ya encontraron otra teta donde chupar!
El Gobierno cubano sosteniendo de forma camuflada política y militarmente gobiernos; a cambio de chuparle la sangre después que éstos se posicionan en sus respectivos países. Despreciable e indignante profesión la de este Gobierno!!!
Es admirable la imbecilidad nata de tantas personas y gobiernos en el mundo ante la supervivencia de la dictadura castrista durante décadas, y así mismo, envidiable las habilidades con las que los países y gobiernos "amigos de USA" violan o permiten que se violen las "fuertes" regulaciones del embargo.