Back to top
Opinión

¿Por qué Vietnam no es un modelo posible ni deseable para Cuba?

Vietnam es un ejemplo sobre la importancia de construir un país confiable, donde exista libertad económica. Pero un experimento similar del castrismo podría salir caro a los cubanos.

La Habana
Línea de montaje de automóviles Hyundai en Vietnam.
Línea de montaje de automóviles Hyundai en Vietnam. Vietnam Plus

En 1986 Vietnam era más pobre que lo que Haití o el Congo son hoy. Su PIB per cápita era apenas de 200 dólares anuales. Había transcurrido solo una década desde que los estadounidenses, más frustrados que agotados, abandonaban la contienda dejando tras sí una devastación sin parangón en la historia y, para colmo, tras una corta paz, los vietnamitas se involucraron en otro conflicto bélico, ahora con Camboya y China.

Pero en ese 1986, después de solo ocho años como parte del soviético Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), los dictadores vietnamitas comprendieron que el comunismo servía para mantener al país controlado, pero no para alimentarlo, así que decidieron iniciar un proceso de reformas orientadas hacia el mercado (Doi Moi) que ha sido un rotundo éxito en cuanto a crecimiento económico.

El PIB per cápita se ha multiplicado por más de 20; la agricultura, especializada en productos de altísima rentabilidad como café o pimienta, es extremadamente rentable; las exportaciones totales se han triplicado tan solo en la última década; la pobreza cayó de más del 60% a menos del 5%, y la producción de textiles y electrónicos está entre las primeras del mundo. Todo ello financiado por una asombrosa captación de capitales foráneos: solo Samsung, ha invertido allí más que toda la inversión extranjera que ha recibido Cuba desde 1959 hasta hoy.

Y es que, aun siendo una dictadura, Vietnam supo transformar sus instituciones para conseguir, a velocidad vertiginosa, niveles de vida muy superiores a los que permite el comunismo.

Sin embargo, existen serias dudas sobre si ese modelo de apertura económica con represión política permitirá al país superar la Trampa del Ingreso Medio, que es cuando el nivel de crecimiento se empantana porque los costos de producción, principalmente los de mano de obra, crecen y pierden competitividad relativa, algo que solo puede ser rebasado mediante la generación de tecnología y un mejoramiento continuo del capital humano.

En todo caso, ¿podría el castrismo enrumbar a Cuba en una senda de crecimiento similar?

Muy probablemente no, pues los dictadores anamitas no cultivaron durante décadas el historial de malapaga, socio poco confiable, gobierno irrespetuoso de sus propias leyes, la demagogia estatalista y, ahora, los obvios movimientos para, MIPYMES mediante, transitar hacia un capitalismo de compadres políticamente mediatizado. Todo esto hace muy improbable que el castrismo pueda atraer las cantidades de inversión que Cuba necesitaría para crecer al ritmo en que lo hizo Vietnam durante los últimos 30 años.

Aun dominado por una secta comunista, el país creó un libre mercado con reglas transparentes, a partir de privatizaciones coherentes, y aseguró su fama de lugar serio firmando numerosos acuerdos internacionales bilaterales y multilaterales de libre comercio. Además, se insertó en organismos de claro matiz económico, independientes de las afinidades políticas de los mandamases de turno, como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático o la Organización Mundial del Comercio.

Muy importante es que Vietnam abandonó el victimismo tercermundista y activamente buscó mejorar sus relaciones con Estados Unidos, el cual pasó de mantenerle un embargo similar al que tiene sobre Cuba a enviarle ingentes cantidades de ayuda para el desarrollo.

Todo ello convierte a Vietnam en una enseñanza sobre la importancia de construir un país confiable, donde exista la máxima libertad económica como principios imprescindibles para el crecimiento, pero sabiendo que eso no es suficiente —lo que lo descarta como modelo para Cuba— pues la dignidad humana no se viste de Prada, sino de libertad.

Además, la experiencia histórica demuestra que las instituciones que coartan la libertad individual y limitan una amplia y espontánea participación popular en las decisiones políticas terminan asfixiando la economía, pues las élites se vuelven cada vez más extractivistas y se pelean entre sí, lo que mina la productividad y, principalmente, inhibe que se generen las tecnologías que permiten llevar el crecimiento económico a los estándares que hoy consideramos de primer mundo.

En resumen, el castrismo tiene muy difícil adquirir el nivel de confiabilidad y seriedad de la institucionalidad vietnamita, lo que impide que pueda atraer las inversiones requeridas para imitar el crecimiento de aquel país. Además, diferencias culturales entre la sociedad cubana y la asiática hacen que cierto grado de prosperidad económica sin libertades individuales hagan más inestable un sistema político opresor en esta parte del mundo que en la históricamente colectivista Asia, razón por la cual el castrismo nunca ha querido imitar las experiencias china o vietnamita y se esté decantando por un capitalismo de compadres tipo ruso.

Pero, aun si se pudiese mimetizar el éxito económico de aquel país, eso solo ayudaría a sacar a Cuba de la miseria presente —lo que sin dudas es valioso—, pero a costa de no favorecer instituciones más inclusivas, democráticas, con lo que se obtendría un crecimiento autolimitado por el progresivo encarecimiento de la mano de obra y la poca capacidad de innovación. Sería dar pasos en falso en una Cuba cuyas alertas demográficas advierten que no hay tiempo para más ensayos o experimentos.

Archivado en
Más información

13 comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.
Profile picture for user Espinoza

Al menos el Gato Chino y Vietnamita cazan , el cubano no, ese quiere que el Gato Americano le regale guayabitos

Profile picture for user Plutarco Cuero

El problema de los sobrevivientes de Alí Castro Babá y sus 40 cuatreros del Partido de Cuatreros Cubanos ... es que los los indios y negros libertos ... no tienen genes narras ... y el hambre que cunde en Birania ... alebresta al más dócil ....

Profile picture for user Pedro Benitez

La democracia es un reguero espantoso en su organización a corto plazo. Al tiempo, es el TESORO más importante de la humanidad.

Profile picture for user Pedro Benitez

Los sistemas políticos autoritarios a-la- China son muy efectivos en organizar la población y la economía. Sin embargo, llega el punto donde la organización y el crecimiento económico chocan con las políticas de Estado. Digamos que la Junta de Directores de una corporación china tiene que guardar más de un asiento al Estado. Cuando Alibaba o Tencent, por ejemplo, quieren invertir en investigación y desarrollo, o realizar expansiones corporativas, el Estado chino se mete en el medio; y comienza a caer la rentabilidad económica……….

Profile picture for user Pedro Benitez

En lo que el palo va y viene, se quieren comer el mundo.

Fusilan sin demasiados miramientos en Vietnam

El régimen solo le interesa el presente sistema porque es lo más cómodo, simple y barato para seguir la represión y enriquecimiento de sus bolsillos

Profile picture for user Don Carlitos

Muy buena analogía la que hace la autora, pero con el dogmatismo absoluto "antigringo" de la dictadura castrista, el pueblo cubano nunca va a salir de la miseria y pobreza material y espiritual en que se encuentra estancado. A los dictadores esclavistas solo les importa mantenerlo en un nivel de supervivencia mínimo para ellos poder seguir disfrutando y seguir inoculando en toda la América Latina el virus antisistema que poco a poco sigue destruyendo las democracias actuales. En esta afirmación se resume la línea principal de la política interna y externa de los dictadores cubanos.

Profile picture for user Weston

Oh!, entiendo a la Sra. Cruz. En Cuba tal vez funcione ese sistema, pero con vietnamitas, no con cubanos. Me parece "muy serio" ese argumento.

Profile picture for user Chebyshev

Realmente es muy serio el argumento mediquito...cuando Tomás Estrada Palma asumió la presidencia, estaba muy entusiasmado...le dijo a su secretario personal Rafael Montoro que Cuba iba a ser "la Suiza de América"....a lo cual Montoro le contestó: "de dónde va sacar los suizos presidente"

Profile picture for user Pedro Benitez

De acuerdo. Nosotros tenemos 500 años de experiencia, y ellos miles; otra cosa distinta y diferente; parece que culturalmente tienen más tolerancia al autoritarismo.

Profile picture for user Amadeus

Magnífico Rafaela! Naturalmente existen diferencias culturales y de mentalidad, pero sin dudas el ejemplo de Vietnam debía ser una vergüenza para Cuba. De un país destruído completetamente por una guerra, a un país próspero que encima le da limosnas a Cuba. Los castristas tienen le miedo le a los experimentos y lo que ha conseguido es encapsularse en una oligarquía militar de parentelas cuyo único objetivo es mantenerse en el poder y conservar sus privilegios y niveles de vida, un cículo vicioso que no para desde hace más de 64 años.

Es por eso que en Cuba no haya inversiones. Un par de cadenas de hoteles con con afinidades de izquierda es a los más que han alcanzado. Ni los propios chino ni vietnamitas se atreven porque saben que es un dinero perdido en la ineficacia y la improductividad de una economía centralizada. Les sale más barato donar un barco de arroz que abriri la billetera. Triste.

La solución de Cuba está solo a 90 millas y todo lo que tienen que hacer es sentarse, dejar el orgullo a un lado y hablar con la administración de turno. Que van a hablar, de como llegar un acuerdo para cancelar el embargo. Todo lo que tienen que hacer es pagar lo que deben. Y son bastante necio y zopenco, porque todo ese dinero va a regresar en ayudas.