En las últimas semanas los cubanos han visto un fenómeno inusual: después que la tasa de cambio del mercado informal de divisas en la Isla alcanzara la cantidad récord de 200 pesos por dólar, esa cifra ha ido bajando para ubicarse actualmente en 165 pesos por cada dólar y 162 por euro, de acuerdo con el seguimiento de ese indicador que hace la publicación independiente El Toque.
Una revisión somera de las redes sociales permite advertir que tal realidad, que debería alegrar a los cubanos de la Isla, en cambio los llena de incertidumbre. Ello, dado que las quejas van en la siguiente dirección: si el precio especulativo de la divisa en Cuba marca el ritmo de la crisis inflacionaria que sufre en su día a día el ciudadano, ¿por qué a la caída del valor del dólar no sigue un descenso de los precios al consumidor de productos alimenticios y de primera necesidad?
Ante tales interrogantes, DIARIO DE CUBA recurrió a tres expertos economistas cubanos con las preguntas: ¿a qué obedece esta dinámica? ¿Qué va a pasar con el valor de la divisa, dado que la economía de la Isla no se recupera y sigue dependiendo sobre todo de las remesas? ¿Seguirá bajando el dólar o, después de esta caída, volverá a remontar?
Entendiendo el sube-y-baja
De acuerdo con Pavel Vidal, profesor asociado en la Universidad Javeriana de Cali, Colombia, la explicación para la caída del valor del dólar "es lo que se conoce técnicamente como sobrerreacción (overshooting) del tipo de cambio, que es lo que parece que sucedió en agosto y septiembre debido al efecto de las expectativas. Se dice que un tipo de cambio sobrerreacciona cuando la respuesta inmediata (a corto plazo) a un evento o decisión de política económica es mayor que su respuesta a largo plazo".
"En un artículo para El Toque escribí sobre posibles factores especulativos que alimentaron la depreciación del peso hasta la tasa de 200 por dólar, pero señalé que se evidenciaba una caída de la demanda de divisas desde finales de septiembre. Ello sugería que el tipo de cambio se había depreciado demasiado, por encima de su valor de equilibrio de largo plazo", comenta para esta redacción.
"Lo que sucede entonces en octubre puede asociarse sobre todo a esa corrección después de la sobrerreacción, porque nada nuevo positivo ha sucedido en la economía real en octubre", apunta.
"En agosto fue la fallida intervención del Banco Central en el mercado cambiario, y por otra parte, las personas han estado buscando refugio en monedas más fuertes debido a la inflación y desvalorización del peso. Ello, más la demanda de divisas para emigrar y la crisis económica, explican la depreciación del peso".
"Pero, al parecer, el mercado sobre reaccionó en agosto y septiembre debido a un fenómeno especulativo alimentado por expectativas, y ahora se está corrigiendo. Sin embargo, esta corrección tiene un piso, porque la crisis, la emigración y la inflación siguen, y no existe un programa para estabilizar la economía cubana. Es decir, la tendencia actual a la revalorización del peso es transitoria y tiene un límite que pronto conoceremos", advierte.
Un mercado informal de divisas sin lógica racional
Para el economista Elías Amor, es difícil explicar el panorama cambiario actual en Cuba con las herramientas que aplican a escenarios similares en el mundo.
"El mercado informal de cambios de Cuba no sigue los patrones habituales que caracterizan a los mercados de divisas en el resto del mundo. Se trata de un mercado asimétrico, local o territorial, que procesa información interna parcial y que ajusta en tiempo real ofertas y demandas, sin que se pueda precisar las cuantías de cada una de ellas. Es más un arte adivinatorio que un instrumento de decisión".
"No obstante, es un mercado eficiente que ha dado respuesta a las demandas de la gente, dado que el Estado no ha sido capaz de sostener el tipo de cambio oficial de 1x24 de la Tarea ordenamiento", recuerda.
Por ello, señala Amor, aunque "nada ha cambiado en la economía cubana para que se alteren las tendencias de meses anteriores", igualmente "no es fácil predecir qué puede ocurrir con los cambios de moneda en este mercado".
"Las divisas cotizan en el mercado informal atendiendo a factores internos (demanda de dinero para viajes, para compra de artículos en MLC, para transacciones en los mercados informales, como refugio, como depósito de valor, etc.) y no responden a sus cotizaciones en los mercados globales. El peso, por otra parte, continúa sometido a la misma presión por un absoluto descontrol de los fundamentales de la economía", subraya.
Lo que vendrá
Ante este diagnóstico de la situación, la economista Rafaela Cruz pide atender al efecto psicológico que tuvo el incremento del valor de la divisa estadounidense en las calles de Cuba.
"Mientras el dólar se acercaba a los 200 pesos, muchos cubanos volvieron a sentir que estaba muy caro, y a la vez previeron que otros creerían lo mismo en una aplicación burda de la 'teoría de la mente' —como yo pienso, sé que tú piensas—, con lo que consideraron que era mejor esperar a ver qué pasaba. Ese efecto psicológico es lo que mejor explica la circunstancial inhibición de la demanda y su efecto en la caída del valor del dólar, ya que los fundamentos macroeconómicos reales que sustentan oferta y demanda siguen siendo tan desastrosos como hace un mes", subraya.
Coincidiendo con sus colegas, enfatiza: "Las ansias de emigrar no hacen más que aumentar; el Gobierno sigue extrayendo divisas del mercado cambiario; las MIPYMES, desesperadas, buscan dólares para importar; las mulas están ganando en organización; y la mínima oferta de bienes existente está disponible solo en MLC o dólares, así que, presumiblemente, como mismo pasó cuando se llegó a 100 pesos, habrá ahora un estancamiento alrededor de los 200 pesos por el impacto sicológico de la cifra".
Y advierte: "Pero dentro de algún tiempo, cuando la realidad se imponga, asistiremos a otra devaluación acelerada del peso cubano".
Na, que los economistas están perdidos. Tirando piedras y culpando a la psicología. Con el perdón de Rafaela Cruz que, en mi opinión, es lo máximo.
En Cuba, la economía no es una ciencia económica sino una ciencia política.
El control de la dictadura sobre su granja es tal que pueden hacer cualquier cosa, sobre y bajo el tapete, para enfrentar a su peor enemigo : la inflación.
El economista que intente utilizar las variables científicas para entender la realidad cubana terminará defraudado.
Si ellos se preguntan si el dólar en Cuba seguirá bajando o va a repuntar, entonces no están pronosticando nada.